Bermeo - El atún rojo (Thunnus thynnus) conocido como cimarrón o hegalabur, es un auténtico coloso del mar que puede llegar a medir tres metros y superar los 700 kilos de peso. Su área de distribución en el Atlántico oeste se extiende desde Canadá hasta Brasil. En la costa europea se localiza en una extenso área desde las Islas Canarias hasta las costas de Noruega, incluyendo el Mediterráneo y la parte sur del mar Negro. El cimarrón es un excelente nadador que realiza largas migraciones desde que cuenta con pocos meses de vida.
Los juveniles permanecen en aguas más cálidas y los adultos se adentran también en zonas con aguas más gélidas. Es un pez de sangre caliente y puede soportar grandes cambios de temperatura en el agua. Los grandes atunes adultos mantienen una temperatura interior de 27 grados centígrados cuando nadan en aguas con 10 grados en las costas de Noruega. Estos mismos atunes nadan sin problema en aguas del Golfo de México con un temperatura de 30 grados manteniendo su interior a 32 grados. La oscilación térmica no es tan amplia para los juveniles de esta especie cuyos límites se establecen entre 16 y 21 grados centígrados.
La talla media es de unos 200 centímetros aunque puede alcanzar un máximo de 330 centímetros y 725 kilos de peso. Se alimenta de pequeños peces pelágicos como la anchoa, sardina y chicharro, así como de calamares y cangrejos. A pesar de su tamaño, el atún rojo es presa de orcas y tiburones. Arrantzales que han faenado a la pesca de atún rojo entre Canarias y la península recuerdan episodios en los que orcas atacaban con voracidad los atunes enganchados en los aparejos de pesca. “Solo embarcabas la cabeza del atún. El resto se lo llevaban las orcas”, apunta un arrantzale. Estos cetáceos suelen esperar a los atunes en el Estrecho de Gibraltar para atacarlos en su migración.
La reproducción de los atunes tiene lugar en aguas del Mediterráneo y grandes ejemplares cruzan anualmente el estrecho desde el Atlántico, migración que es aprovechada por las almadrabas que operan en la costa gaditana. En Japón se pagan grandes cantidades de dinero por el atún rojo. En la primera subasta del año celebrada en la lonja de Tsukiji en Tokio se pagaron más de 108.000 euros por un ejemplar de 200 kilos. No obstante, el récord corresponde a un atún rojo vendido en la primera subasta de 2013 por el precio récord de 155,4 millones de yenes (1,35 millones de euros). - Ramon Basaldua