Bilbao - En sus 35 años de profesión José Cabrera ha visto de todo, pero ningún crimen parecido al de Asunta. Un caso atípico por la presunta implicación de ambos padres y en el que el móvil, según apunta este psiquiatra forense, resulta una pieza clave.
¿Cómo se podría explicar, en caso de que así se demostrara tras el juicio, que Rosario Porto y Alfonso Basterra, dos personas separadas, planearan conjuntamente dar muerte a su hija? ¿Puede que uno de ellos dominara al otro hasta el punto de hacerlo participar en este crimen?
-Aunque ciertamente ambas personas estaban separadas judicialmente, mantenían una estrecha vinculación cargada de tensión y, sobre todo, les unía la existencia de su hija, por lo que ambos compartían una atmósfera emocional importante. Lo que ambos callan y la razón por la que no se han inculpado el uno al otro es un misterio y a lo mejor se dilucida en el juicio, aunque sinceramente lo dudo.
¿Conoce algún caso reciente en el Estado de padres que planearan juntos quitar la vida a sus hijos?
-En 35 años de ejercicio profesional no he conocido ningún caso semejante al de Asunta, al menos en el ámbito del territorio español. Sí me consta que existen casos parecidos en otros países, aunque raros y complejos.
¿Cuál cree que ha podido ser el móvil de este crimen? Se ha especulado con la posibilidad de que sus padres se quisieran deshacer presuntamente de ella porque les “estorbaba”...
-El móvil de la muerte de Asunta es la clave de todo el proceso y lo único que podría cerrar el puzle que tenemos entre manos. Quizás más que la niña estorbara, podría ser que la niña sabía cosas o al menos podría suponer un peligro para ambos...
Hoy día existe la posibilidad de dejar a los niños en manos de las instituciones si uno ya no quiere o puede hacerse cargo de ellos. ¿Por qué podría llegar alguien al extremo de matar a sus hijos?
-La muerte de Asunta solo cabe interpretarla a la luz de dos posibilidades. La primera, que no fue buscada de propósito, pero a alguien se le fue la mano. La segunda, que fue buscada de propósito y, en ese caso, la razón de tal muerte no podría ser otra que el peligro que suponía Asunta para los padres.
¿Ha influido en este caso el hecho de que Asunta fuera una niña adoptada? ¿Habrían actuado sus padres de la misma manera, si es que finalmente se probara su culpabilidad, si se hubiese tratado de una hija biológica?
-En esta cuestión caben dos tesituras nuevamente. Por una parte, que la adopción de la niña hubiera sido para rellenar un vacío entre ambos y cara a la galería, por lo que desprenderse de ella no tendría demasiada importancia. Por otro lado, aunque hubiera sido adoptada con afecto o hubiera sido hija natural, si al final en ella existiera una grave amenaza para ambos, en la decisión presuntamente criminal el ser biológica o no apenas habría pesado.
¿Qué análisis hace de las fotografías de la niña con la malla de ballet y envuelta como en una mortaja? ¿Y de las instantáneas del féretro en el tanatorio con la imagen de sus padres reflejada en el cristal? ¿Podrían indicar alguna patología?
-Las fotografías tanto de la niña viva como ya fallecida con los padres de telón de fondo pudieran significar algún elemento perverso en la personalidad de ambos, o solo del padre con conocimiento de la madre, pero no necesariamente tendríamos que hablar de patología.