Bilbao- ¿Cómo ha sido la ‘vuelta al cole’?
-Tranquila. Desde el principio de legislatura nos amenaza el fantasma de la Lomce, pero siempre hemos dicho que vamos a intentar proteger nuestro sistema y mejorarlo, y en ello estamos. Dentro del Plan Heziberri 2020 hemos elaborado un nuevo marco pedagógico que nos da el modelo de la educación que queremos y también los currículum que aprobaremos a finales de año. Con ellos hemos conseguido evitar aspectos de la Lomce que creemos perjudiciales como la segregación temprana, que los chavales tengan que elegir a los 12 años si van a hacer FP o Bachillerato, retrasando esa decisión a los 16 años. También mantenemos todos los programas de diversificación curricular, con lo que ayudamos a todos los chavales a sacar el título de ESO, mantenemos las competencias de los consejos escolares... Creo que hemos adoptado una serie de medidas con las que conseguimos proteger a nuestros estudiantes y seguir avanzando.
CC.OO. ha denunciado que con la Lomce se ha elevado un 150% la matrícula de Religión en 1º de Bachillerato. ¿Y en Euskadi?
-Aquí todo sigue igual, de hecho creo que han bajado las matrículas en 46.
La paralización de la reválida de Bachillerato ha sido clave para rebajar la tensión en los centros, ¿no?
-Ha ayudado a rebajar la tensión en todas partes. En la primera reunión que tuve con el nuevo ministro en julio le dije muy claro que para poder hablar tenía que guardar en el cajón el proyecto de real decreto de las reválidas y es lo que hizo en la Conferencia Sectorial de agosto. Desde el principio veía claro que la reválida iba a condicionar el resto de la ley ya que si Madrid impone el mismo examen, en las mismas condiciones, es hacer tábula rasa e impedir que cada sistema se desarrolle, centralización.
¿Se nota la mano del nuevo ministro?
-Fue una Conferencia Sectorial distinta, empezando porque ahora la mayoría de las comunidades no están gobernadas por el PP. Este cambio de mayorías hizo que el Ministerio viera las cosas de otra manera. Hubo un debate, un diálogo y el ministro dijo que dejaba las reválidas en el cajón. Yo le pedí que no hubiera ningún otro desarrollo normativo de la Lomce, le pedimos la paralización del calendario de implantación de la Lomce, pero dijo que eso no podía ser porque el calendario está dentro de la propia ley y la ley está en vigor.
Entiendo que confían en la paralización definitiva de la Lomce tras las generales. ¿Serán ustedes capaces de alcanzar un pacto de Estado en torno a la educación?
-No sé lo que va a ocurrir en las próximas generales, el panorama es bastante excitante tras las elecciones catalanas. Por tanto, no sé qué puede deparar la cita electoral de diciembre, pero creo que sí hay una voluntad manifiesta de los partidos de alcanzar un pacto por la educación. Sería lo deseable porque no puede ser que en los últimos 30 años hayamos tenido ocho leyes educativas y que cada vez que llegue un Gobierno quiera marcar su impronta sin tener en cuenta el perjuicio que ello genera en la comunidad educativa.
¿Tiene sentido trabajar en el Curriculum Vasco o en la futura Ley Vasca de Educación, cuando hay siempre una ley de rango superior que nos vincula?
-Creo que sí, a pesar de que tenemos un marco normativo básico que nos marca, porque los resultados lo avalan. Hemos sido capaces de tener los resultados educativos que tenemos a pesar de las ocho leyes educativas. Y eso ha sido posible porque en Euskadi se trabaja desde el pacto, un pacto que nació hace 30 años y que posibilitó la aprobación de la Ley de la Escuela Pública Vasca.
Precisamente. Si hemos llegado hasta aquí “a pesar de” y en base al Pacto Educativo del 92, dígame: ¿Por qué una Ley Vasca de Educación?
-Porque la Ley de la Escuela Pública Vasca tiene más de 30 años y necesita renovarse para adaptarse a los avances que se han dado. Tiene que incorporar el nuevo marco pedagógico acordado con la comunidad educativa, el nuevo perfil de salida de nuestro alumnado, tiene que abordar la educación por competencias... El sistema educativo vasco ha avanzado lo suficiente como para plantearnos hacia dónde queremos ir. Y por otro lado, está la cuestión de la defensa de nuestras competencias. Todo sobre la base del acuerdo y el diálogo.
¿Qué peso tendrá la escuela pública en la futura ley?
-Tenemos un sistema con dos redes (pública y concertada) que -a diferencia de otras comunidades- acogen al alumnado a partes iguales, y defendemos el derecho de las familias a elegir cómo quieren educar a sus hijos.
Le hacía la pregunta porque, como sabe, hay mar de fondo respecto a los objetivos que persigue esta ley. Le seré clara. ¿La ley busca reforzar a los colegios concertados?
-No sé dónde están esos objetivos que comenta porque ni lo he dicho yo, ni figura en ningún sitio.
Solo le expreso la inquietud que sostienen sectores de la pública.
-Lo que tenemos claro es que el sistema está conformado por dos redes y, por supuesto, la pública es muy importante. Pero, como he dicho, hay que partir del diálogo entre todos. Es una ley en la que todo el mundo tiene que tener cabida, no podemos dejar a alguien fuera, tiene que ser un marco común para todos. Este es nuestro compromiso desde principio de legislatura, figuraba en el programa electoral y en el programa de gobierno: intentar buscar un acuerdo amplio que dé estabilidad al sistema educativo y dar los pasos hacia una Ley Vasca de Educación. Somos muy conscientes del momento de legislatura en el que nos encontramos y que no será posible su aprobación esta legislatura por tiempos.
¿Si lo que pretende es “dar cabida” a toda la escuela vasca, equiparar en cierto modo las redes, es consciente de que no será sencillo alcanzar un consenso?
-Que todo el mundo tenga cabida en la ley no quiere decir que equipare las redes. Lo único que digo es que todo el mundo tiene que tener cabida en la ley, yo no he dicho cómo.
Cómo, entonces.
-Sabemos que es un proceso complicado, que no es fácil y que tenemos que trabajar y ya he comenzado las reuniones con el sector.
¿Con quiénes?
-Como comprenderá queremos llevar a cabo un trabajo discreto con los diferentes agentes.
Al menos, ¿cuál es el clima?
-Creo que las reuniones que hemos mantenido hasta ahora son positivas y que el clima está siendo bueno.
A finales de curso las familias mostraron su preocupación debido a su intención de cambiar el sistema de préstamo de libros por uno de becas. ¿Cómo ha quedado el tema?
-Planteamos la necesidad de cambiar el programa de libro solidario porque hay que incluir los materiales digitales y creíamos que el objeto del programa se desvirtuaba. La idea era cambiar a un sistema más equitativo, pero tras hablar con los agentes hemos acordado hacer una transición de forma paulatina. Así, tanto este curso como el que viene seguimos renovando los libros en 1º y 2º de Primaria, mantenemos los libros de 3º y 4º porque se compraron el año pasado, y al resto les facilitamos la adquisición de licencias digitales.
Hablando de la digitalización de la enseñanza. DEIA ha organizado esta semana unos premios sobre el mundo digital y Antón Pradera (Tubacex) señaló que los únicos que hablamos de digitalización somos los adultos porque los niños no se la plantean, la viven. ¿El profesorado está preparado al cambio?
Hay dos preocupaciones, el cambio a la era digital y el cambio a la metodología por competencias, y se está dando formación al profesorado a través de los Berritzegunes. Y otra preocupación es la elaboración de los materiales digitales y tener los dispositivos.
En plena crisis, comprar un Ipad no está al alcance de todo el mundo.
-En este Consejo de Gobierno hemos aprobado una convocatoria de ayudas dotada con 760.000 euros para que las familias con menos recursos de los centros que están en el programa de Sare Hezkuntza puedan adquirir dispositivos digitales.
¿Este nuevo escenario en el que los centros reciben ayuda si de adhieren a un proyecto concreto (digitalización, plurilingüismo, excelencia) garantiza la igualdad de oportunidades?
-Lo que queremos es que todos los centros se enganchen a todos los proyectos, pero no se puede hacer a la vez porque la realidad de cada centro es distinta.
Pero el alumnado tiene, en teoría, los mismos derechos. Y cada centro, dependiendo del proyecto en el que esté, potencia más un aspecto.
-Creemos en los proyectos y que cada centro en función de sus posibilidades se implique porque, además, le das la autonomía para elaborar su proyecto educativo que reclama la propia comunidad. Cuando llegamos al Gobierno había 100 centros con proyectos plurilingües, este curso alcanzamos casi los 300 con el objetivo de que por lo menos la mitad de los centros tengan proyectos plurilingües a final de legislatura.
¿Los deberes escolares tienen que ser obligatorios? ¿Plantean su regulación?
-Si estamos fomentando la adquisición de competencias en el alumnado, que sepa enfrentarse a los problemas individualmente y a la vez trabajar en equipo, creo que hay que saber equilibrar. Ni un extremo, ni otro. No creo que la vía para hacerlo sea que la Administración regule cuántas horas de deberes o qué tipo de deberes. No es, o todo, o nada. Es una cuestión de equilibrio.
Se calcula que en los próximos cinco años cientos de profesores se jubilarán. ¿Cuántos exactamente?
-No lo sé en concreto, pero la edad media de la plantilla es de 47 años. Hace unos años la situación era peor, ahora hay un margen y trabajamos en la renovación de la plantilla desde la formación inicial y continua del profesorado. ¿Renovación de la plantilla? Sí, nos preocupa.
¿Tienen un calendario de oposiciones de cara a cubrir las bajas que se vayan a producir?
-Como sabrá las oposiciones están atadas a la tasa de reposición que impone Madrid.
Pero parece que el año que viene será ya del 100%.
Bueno, eso es lo que han anunciado, habrá que ver. En cualquier caso, este año hemos hecho una OPE de 275 plazas y estamos trabajando a futuro qué es lo que debiera ser. Pero no, no tenemos un calendario.
¿Barajan algún medio de contratación que no sea a través de una OPE?
-En principio estamos trabajando en el análisis, y no.
Esta semana el Consejo Económico y Social ha avalado el proyecto de la Ley de FP del País Vasco y pidió un tratamiento prioritario en del calendario legislativo. ¿Cuándo se va a aprobar?
Es una ley con la que estamos muy ilusionados porque es muy necesaria. Esperamos aprobarla en Consejo de Gobierno antes de final de año.
¿Qué cambios propone?
-La ley recoge los cambios que el sector empresarial y las necesidades de mano de obra cualificada demandan. Es una ley que se basa en cuatro ejes: formación, innovación, el emprendizaje activo e internacionalización. Lo que pretende es estar muy ligados a las empresas ofreciendo, de algún modo, formación a la carta. El cambio que se está produciendo en el sector productivo es muy importante y el sistema tiene que ser capaz de adaptarse rápidamente a las nuevas necesidades formativas que hay y vayan surgiendo. Esa flexibilidad es precisamente lo que permite la ley.
Nadie duda de las bondades de la FP dual. ¿Por qué no acaba de despegar?
-No comparto esa apreciación en absoluto.
Lo digo porque el alumnado de FP dual solo es el 1,8% del total.
-No comparto el argumento porque no toda la FP tiene ni puede ser dual por la actividad y el tamaño de las empresas del sector económico vasco, donde más del 95% son Pymes. Y este curso ha crecido un 75%. Todo el mundo está muy alineado e interesado en la FP dual pero hay que hacerlo poco a poco y todos juntos. Y no comparto el argumento porque no podemos medir su éxito tomando como referencia el porcentaje de estudiantes, sino si esos estudiantes satisfacen o no las necesidades profesionales de las empresas.
En la apertura de curso el lehendakari Urkullu deslizó la idea de que la UPV/EHU no estaba lo suficientemente conectada con las empresas y el rector, en una entrevista, vino a decir que ese discurso ya no es válido. ¿Entendimos todos mal el mensaje del lehendakari?
El lehendakari no dijo que no se haga, sino que en estos momentos necesitamos de todos para reactivar la economía, necesitamos de la transferencia de conocimiento de las universidades, los centros tecnológicos y de las empresas. Creo que su mensaje iba más en el sentido de potenciar para acelerar la reactivación económica. No era una crítica, ni el discurso antiguo que decía que la universidad estaba lejos de la empresa. Creo que el lehendakari simplemente estaba indicando que la universidad es una de las líneas estratégicas del Gobierno para lograr esa reactivación.
Plan Universitario, 1.300 millones hasta 2018. ¿La financiación aprobada está a la altura de las exigencias a la universidad?
Hemos aprobado un muy buen plan, teniendo la situación económica en la que vivimos. Tiene una financiación elevada. Y hay que tener en cuenta, y no es una excusa, que el 80% de la financiación de la UPV/EHU es pública y que es la universidad mejor financiada del Estado. No hay una universidad que tenga una estabilidad financiera a cuatro años con unos contratos programa que son flexibles económicamente y en contenidos. Por supuesto, a todos nos gusta soñar.