bilbao - Bilbao se maquilla de payaso estos días. Con los rasgos pintados del clown Pedrito de los Hermanos Baskonia quiere despedir con todo el cariño del mundo a Pedro Ignacio Otxandiano Urresti, como solo cinco meses y medio atrás lo hizo también a su partenaire sobre el escenario Eguzki Madariaga (Egus). Ambos escribieron una de las páginas imprescindibles del humor de Euskadi.
Pedro nació en Bilbao el 19 de junio de 1931, por lo que el mismo día en que fue enterrado, hubiera cumplido 84 años. Falleció la noche del 16 de junio del presente mes en la clínica Virgen Blanca.
Otxandiano fue empleado de banca en el Banco Central -más adelante, absorbido por el Hispano y después por el Santander-, en el edificio de la Gran Vía, hasta su jubilación a los 59 años. “Pedro y su mujer Pili, nunca tuvieron hijos”, narra a DEIA Javier Madariaga, ahijado de ambos, e hijo de Eguzki Madariaga, su compañero en los Payasos Hermanos Baskonia.
“Al igual que a mi padre, la afición de Pedro por el circo, le viene de siempre”, compara. En el caso del recién fallecido, su debut se produjo a la edad de 18 años en la Residencia de Mena, con un compañero que había conocido mientras cumplía “la mili” en el histórico y hoy desaparecido cuartel de Garellano, de Bilbao.
Pedrito formó un número con los Payasos Hermanos Vizcaya -hijos estos del popular Txomin del Regato-, pero tras el fallecimiento del mayor de estos, dejó el escenario de forma temporal.
Narra Javier Madariaga: “No podemos precisar la fecha con rigor, pero por nuestras cuentas, hace ahora 50 años, mi padre Eguzki Madariaga y Pedro Otxandiano (Pedrito, augusto, el tonto) formaron la pareja Hermanos Baskonia, nombre pensado por un compañero de trabajo de Pedrito en el banco, e hicieron su debut en unas fiestas de Leioa”.
Durante los años 70 y 80 fueron muy populares en todas las fiestas de pueblos y barrios por toda Bizkaia, ”fundamentalmente”, pero también por las provincias limítrofes. Esta popularidad les hizo, desde el principio, constituir un montaje completo contando con otros artistas, con el nombre de Espectáculos Candilejas, en homenaje a la película de Charlie Chaplin Charlot.
Era habitual ver actuar a los Hermanos Baskonia en pueblos, celebraciones de empresa, comuniones, clubes deportivos o privados, pero también en espectáculos benéficos -”calculamos que más de un tercio de las funciones que dieron fueron completamente altruistas”-, así era habitual verles en residencias, geriátricos o aquellos lugares en los que se les necesitaba y requería como hospitales, asociaciones... o en la propia cárcel.
Ya durante los años 90, centraron más su actividad en las fiestas de cumpleaños y comuniones (Gu-Gu´s en Bilbao, Restaurante Erreka, Club Deportivo...)
principio y final Su actividad juntos duró hasta hace bien poco -”unos tres años”-, ya que el estado de salud de Pedro se deterioró bastante. “Mi padre, Egus, continuó con un nuevo compañero a quien el propio Pedro acompañó en escena a modo de apoyo, hasta días antes de su fallecimiento del primero, pero la amistad con Pedro siempre permaneció intacta”. Madariaga transmite una anécdota o dato curioso. “Pedrito, como hemos dicho, debutó a la edad de 18 años en el asilo de Mena, la curiosidad hace que la última actuación que mi padre hizo fue el día 20 de diciembre del pasado año, también en el asilo de Mena. Ingresó en el hospital el lunes 22, el 24 entró en coma y falleció el día 28, con lo que la historia ha querido que el principio y el final, tengan esa similitud”, apostilla emocionado.
A finales del año pasado, este diario habló con Pedrito, debido a la muerte de su compañero de escena. El hoy finado comunicaba lo siguiente sobre su amigo: “Cuando supe la triste noticia sentí una gran pena. Más, porque aunque yo ya le dije que no podía seguir como payaso porque sufro mareos... él venía todas las semanas a visitarme. Siempre hemos seguido siendo buenísimos amigos”, valoraba quien antes de trabajar con Eguzki lo hizo con los Hermanos Alexandre o los Hermanos Joli (“llenábamos el Teatro Campos”, subrayaba con orgullo) o con los Hermanos Bilbao y su famoso Txomin del Regato.
La viuda de Pedro Ignacio Otxandiano Urresti ha escrito a mano unas líneas emocionadas sobre su marido a DEIA. “¡Qué felices eran los Hermanos Baskonia! Han sido unos años muy buenos de trabajo, pero los años no pasan en balde”, redacta desde el corazón a los labios. “¡Cuánto cariño, con qué alegría iban a trabajar!”, agrega porque “¡qué trabajo tan bonito es el de hacer felices a los demás, a niños y mayores! Esto es lo que hacían con cariño los Hermanos Baskonia”, enfatiza Pilar García, esposa de Pedrito, el de la sonrisa de niño eterno.