BILBAO. Las conclusiones para País Vasco de la encuesta “Huevómetro” sobre hábitos de consumo del huevo, elaborada por INPROVO (Organización Interprofesional del Huevo y sus Productos), revelan que solo el 1,5% de los consumidores vascos identifica correctamente el código impreso en este alimento.

La presentación de estos datos, que se enmarcan en la campaña informativa “El huevo, de etiqueta”, ha tenido lugar hoy en el Basque Culinary Center, a cargo de Mar Fernández, directora de INPROVO, y Luis Gorrotxategi, productor de huevos local.

La campaña, que cuenta con el apoyo y la cofinanciación de la Unión Europea (UE) y del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (MAGRAMA), tiene como principal objetivo “informar al consumidor sobre la trazabilidad del huevo, indicada en su marcado y etiquetado, así como sobre las características de la producción de huevos en la UE, un sector moderno y competitivo que, en los últimos años, ha realizado grandes esfuerzos para lograr que la sanidad y el bienestar animal, la seguridad alimentaria y la protección del medio ambiente comunitarios se conviertan en un referente mundial,”, según ha explicado hoy la directora de INPROVO.

“El huevo, de etiqueta” está recorriendo las principales ciudades españolas a lo largo de sus dos años de duración, realizando acciones divulgativas dirigidas al consumidor. Hoy, a las 18H, se celebrará un encuentro informativo con ASCOFA (Asociación Familiar Para la Orientación del Consumo de Euskadi) en el Centro Municipal de San Ignacio-Ibarrekolanda.

Etiquetado y marcado, información

El huevo es un alimento básico en la cesta de la compra. Según los últimos datos del MAGRAMA, el consumo per cápita de huevos en País Vasco en 2013 fue de 181, un 31% por encima de la media española (138). De los más de 6.000 millones de huevos consumidos en los hogares españoles ese ese año, el 5,4% corresponde a País Vasco.

El envase de huevos y el código impreso en la cáscara ofrecen información de gran valor para el consumidor. Ambos permiten identificar su trazabilidad (herramienta de control de la seguridad alimentaria) y facilitan la elección de los huevos que más se ajustan a sus preferencias en cada momento.

La mayoría de españoles suele leer siempre o casi siempre el etiquetado de los productos alimentarios, pero en el caso del huevo hay un mayor porcentaje de población que no lo lee nunca o casi nunca. El País Vasco es, después de Madrid, la comunidad que menos se fija en el código impreso en la cáscara del huevo (49%), bastante por debajo de la media nacional, 63%. De hecho, solo un 1,5% lo identifica correctamente, medio punto por debajo de la media española (2%).

La mitad de los consumidores vascos lo relaciona con la fecha de consumo preferente. En realidad, el primer número del código indica el sistema de producción al que pertenece y el resto de dígitos sirven para identificar la provincia, el municipio y la granja de origen.

La etiqueta, por su parte, indica la fecha de consumo preferente, el peso de los huevos, la forma de cría de las gallinas y consejos sobre conservación en frío. En este sentido, País Vasco es la comunidad que más se fija en la marca comercial de los huevos (93%).

En la UE existen cuatro sistemas de producción de huevos: en jaula, en suelo, campero y ecológico. “Todos los sistemas de producción garantizan el cumplimiento de las normas aplicables a cada sistema, de forma que el consumidor pueda encontrar variedad de huevos en el mercado”, ha explicado Mar Fernández, directora de INPROVO.

Por su parte, Luis Gorrotxategi, productor de huevos local, ha asegurado que “el Modelo Europeo de Producción implica grandes inversiones en el equipamiento de nuestras granjas, en el cuidado de las aves y en capital humano; es un sector que cuenta con el trabajo de muchos profesionales como nutricionistas, veterinarios, responsables de medio ambiente y calidad, así como los propios productores”.

El 59% de las granjas autorizadas en País Vasco se dedica a la cría de gallinas camperas, que alojan el 7% del censo de este sistema a nivel nacional. En España, los huevos camperos suponen solo el 4% de la producción total.

Normas que garantizan la sostenibilidad

Un 83% de los consumidores vascos, el mayor porcentaje de España, desconoce la existencia de normas que garantizan que la producción de huevos de gallina es sostenible. De hecho, es la ganadería de menor impacto ambiental, por su elevada eficiencia en el uso de los alimentos y su bajo nivel de emisiones. Además, las granjas comunitarias de la UE aplican leyes específicas para que la huella ambiental sea aún menor (generalmente utilizando las mejores técnicas disponibles para la reducción de emisiones al medio ambiente).

En País Vasco se encuentra el 6% de las granjas de gallinas ponedoras

Según los últimos datos del MAGRAMA (correspondientes al año 2014), la producción nacional de huevos representa el 5% de la producción final ganadera y cerca del 2% de la producción final agraria y su facturación es de unos 800 millones de euros.

España es uno de los principales productores de huevos de la Unión Europea, con un censo de gallinas de más de 41 millones, lo que representa un 13% de la producción comunitaria. En el País Vasco están ubicadas el 6% de las granjas de gallinas ponedoras del país, con un censo de más de un millón de aves.