Bilbao - Disparos de fusil, de ametralladoras, minas, granadas, cohetes, morteros, cañonazos. Los gudaris vascos del batallón Gernika, liderados por el comandante Kepa Ordoki, recibieron de todo en la Cota 40 durante el primer día de la batalla de Medoc y perdieron cerca de un tercio de las tropas. Ocurrió en Francia el 14 de abril de 1945. Setenta años después, mañana tendrá lugar un acto de homenaje en aquel lugar, presidido por el lehendakari Iñigo Urkullu y por Alain Rousset, presidente de Aquitania. Guillermo Tabernilla, investigador de la Asociación Sancho de Beurko, arroja luz sobre el tema.

¿Cómo describiría, a grandes rasgos, la batalla de Medoc?

-Cruenta. A nivel local fue una batalla muy dura. Los 4.000 alemanes que se atrincheraban allí llevaban un año entero fortificándose. Lo calcularon todo, poniendo minas y dejando unos pasillos que cubrían con ametralladoras, morteros, cohetes, etc. Era un frente que los franceses llevaban manteniendo 8 meses con fuerzas poco organizadas y mal equipadas. Y por si fuera poco, la región está llena de marismas, de arena y de pantanos, aparte de los pinares. En total, 20 kilómetros de profundidad con dos líneas defensivas.

Y en ella participó el batallón ‘Gernika’.

-Así es. Cabe destacar que la mayoría de las fuerzas de la resistencia francesa que formaban la Brigada Carnot, unos 13.000 hombres, tienen nombres de batallones y regimientos que les exceden. Por ejemplo, el Gernika, liderado por el comandante Ordoki, llevó 100 gudaris, de los que solo 80 entraron en combate en la Cota 40. Tal es así que para formar un batallón tuvieron que unirse al Libertad, formado por anarquistas exiliados que llevaban luchando contra el fascismo en la resistencia desde el principio.

¿Vestían los gudaris el ‘multiforme’ característico de las resistencias?

-Los franceses utilizaban lo que se podía. El Gobierno vasco, por el contrario, hizo un esfuerzo por dotar al batallón de un uniforme propio con cazadoras azul oscuro y pantalones verdes. Aguirre quería diferenciarles del resto dotándoles de una identidad. Esto no se consigue solamente mediante el uniforme. También utilizaron el nombre y la ikurriña del batallón Saseta como símbolos.

¿Pretendían mostrar de esa manera cierta identidad nacional?

-Querían demostrar que eran el ejército vasco. Estaba compuesto tanto por izquierdistas como por nacionalistas, pero lo que realmente primaba para los gudaris era la idea de un pueblo vasco. Como curiosidad, a los gudaris se les permitía lucir la ikurriña con orgullo, mientras que a los republicanos exiliados, no.

15.35 horas. ¿Cómo resultó el primer día de asalto a la línea exterior?

-El infierno en la tierra. Los gudaris apenas podían levantar la cabeza. En la línea exterior, la llamada Cota 40, les dieron con todo. Tuvieron la suerte de estar en una zona arenosa que amortiguó el efecto rebote y la metralla, pero al final tuvieron que retirarse mientras les cubrían los anarquistas desde la retaguardia, aunque no con pocas bajas: 4 muertos y 21 heridos.

¿Pero al día siguiente regresaron?

-Aun con la moral baja, porque habían perdido a más de un 30% de sus compañeros, se sobrepusieron y continuaron hasta superar el frente.

¿Todos los días fueron tan intensos?

-Ninguno fue tranquilo, aunque una vez pasado el primer frente de los pinares de la Cota 40 pasan con relativa facilidad hasta Soulac. Aun así, la resistencia de los alemanes es asombrosa. Resisten en cada punto de apoyo o nido de resistencia hasta que es inviable. Es más, de no ser por los aviones que prendieron fuego a los bosques no se les habría movido y el batallón Gernika no habría podido avanzar. Otro gran ejemplo es el fortín de Arros, un complejo compuesto por 20 búnkers. Durante dos días fue bombardeado continuamente por la artillería y los aviones aliados hasta que el 19 a las 19.00 horas se lanzó el ataque final y, aún así, los nazis tampoco se rindieron hasta que no pudieron resistir más. Esa fue la conquista final de los gudaris y allí se detuvieron por órdenes del ejército francés.

¿Qué aportaba estratégicamente la toma de esta península?

-Más que un tema estratégico, para los franceses es una cuestión de orgullo nacional. A menos de un mes de que la guerra termine, para muchos historiadores el empecinamiento de Charles de Gaulle en tomar las bolsas alemanas de Royan y la Pointe de Grave es un absurdo: aparte de las bajas militares en ambos bandos, para poder tomar la península se bombardea Royan causando más de 500 muertos civiles y 1.000 heridos.

¿Por qué participan los gudaris en la II Guerra Mundial?

-En el año 1940 el Gobierno vasco ya era beligerante contra los nazis y quiso montar un batallón vasco, pero no se lo permitieron los británicos debido a presiones franquistas. Al final lo consiguieron en 1944 negociando con el Gobierno francés. Estar en el bando vencedor tenía sus réditos: la ikurriña estuvo presente en el desfile que se hizo tras liberar la Pointe de Grave y en la conmemoración de la victoria en mayo de 1945 en París. Además, Estados Unidos instruyó a varios gudaris con la intención de formar el embrión de ejército vasco para que les ayudasen a recuperar Euskadi de manos franquistas, algo que no se materializó debido a las nuevas alianzas que se dieron en el entorno de la incipiente Guerra Fría.