Bilbao - Llegará el día en que una casa unifamiliar, una comunidad de vecinos, o una oficina puedan ser autosuficientes energéticamente gracias a la tecnología Stirling. Así lo cree Javier Aranceta (Eibar, 1962) director del Centro Stirling de Aretxabaleta -único en el Estado- quien durante estos días es el anfitrión de cientos de representantes de la comunidad científica y empresarial llegados de todos los continente interesados en abrir oportunidades para el desarrollo de este tipo de dispositivos y que toman parte en la 16ª Conferencia Internacional sobre el motor Stirling que hasta el viernes se celebra en Bilbao.
Lo reconozco. Stirling es una palabra nueva para mí.
-Es un motor que trabaja calentando y enfriando gas encerrado en un sitio. Lo expande y lo contrae en ciclos consecutivos y es capaz de hacer un trabajo, de generar energía. Y funciona con cualquier clase de calor.
Me deja sorprendido.
-Con biomasa, con sol, quemando gas, biogás... puedes tener un leño en el fuego, poner un Stirling encima y sacar energía eléctrica. O utilizando el calor que echamos de procesos industriales como estampaciones o fundiciones, o del tubo de escape...
¿Cómo?
-Se calientan mucho. Ese calor es energía que se va al aire. Parte de ese calor podría utilizarse para climatizar la cabina, generar más electricidad, cargar las baterías de un coche o eliminar el alternador. Ya hay gente trabajando en eso.
Esto que me cuenta es la panacea.
-Ya nos gustaría que fuera el bálsamo de Fierabrás que todo lo cura. Sobre el papel es posible, pero a la hora de implementarlo te encuentras con dificultades técnicas que no son fáciles de salvar.
Y económicas, supongo...
-Los materiales que necesitas no son baratos, son difíciles de mecanizar, sufren estrés térmico... ¿Posibilidad teórica? De las mejores. ¿Práctica? A un coste.
Entonces, su aplicación para el ciudadano de a pie, mal.
-Ya las hay en el mundo militar y aeroespacial, pero en esos sectores importan las características del motor y no tanto a qué coste o mantenimiento.
Pensado más para la industria.
-No, a sectores un poco diferenciados, pero no a la industria. La cantidad de energía que estos motores pueden generar de un modo razonable o competitivo es de relativamente pocos kilovatios, de 50 para abajo. Y eso para una industria? Para oficinas, industrias pequeñas o grupos de viviendas es una tecnología perfectamente aplicable.
Me hablaba de la importancia de las inversiones.
-Efectivamente. Nosotros mismos pusimos en marcha una empresa e instalamos más de dos mil unidades en toda Europa: en Alemania, Bélgica, Holanda, Inglaterra.
Unidades de...
-De microcogeneración, dispositivos que pueden sustituir a una caldera. Además de calentar la casa y el agua te generan electricidad. Si hablamos de la fabricación de calderas hablamos de millones al año. Si cogiéramos que un porcentaje pequeño pudiera ser sustituido por sistemas de microcogeneración estaríamos hablando de volúmenes de fabricación de treinta mil o cincuenta mil al año y eso reduciría drásticamente el coste.
¿Se abaratarían las facturas?
-Las cuentas que echamos en su día, decían que el sobrecoste que tiene sobre una caldera normal se pueda amortizar en dos años.
¿Y no hay lobbies o manos negras en contra?
-No es que haya gente en contra. Lo que no hay son facilidades, fíjate lo que ha pasado con las fotovoltaicas... Estamos a años luz de Inglaterra, Alemania y Holanda donde se regula qué puede hacer un usuario en su casa para ser más autónomo y energéticamente eficiente. Los vaivenes del mercado español no ayudan. Este tipo de tecnologías compiten contra algunas establecidas y el hecho de que cada persona pueda ser autónoma, a alguno ya le fastidia.
Y en el Centro Stirling de Aretxabaleta, ¿algún proyecto concreto?
-En estos momentos trabajamos tanto en biomasa como en microcogeneración. El tema de la microcogeneración podría estar listo para finales del año que viene. En el de la biomasa tardaremos un poquito más.
¿La tecnología Stirling romperá con la dependencia de los combustibles fósiles?
-No lo creo, el Stirling es una de las tecnologías que nos pueden ayudar a reducir el consumo de las energías fósiles y aumentar el uso de las renovables como el sol o la biomasa? es una de las pocas tecnologías que puede utilizar de una manera relativamente eficiente la biomasa a pequeña escala.