Bilbao - El obispo de Bilbao, Mario Iceta, regaló ayer al Papa un trozo del árbol de Gernika y un libro con crónicas sobre el partido de fútbol que jugaron en 1947 el Athletic Club y el San Lorenzo de Almagro argentino, el equipo favorito del pontífice. Además, monseñor Iceta le entregó una petición para impulsar la canonización de la beata Rafaela Ybarra.
Monseñor Iceta entregó al Papa varios regalos, "que le han hecho mucha ilusión", durante la audiencia celebrada ayer en el Vaticano con obispos de diversas provincias eclesiásticas del Estado español en la que le informaron de la situación de sus diócesis. El obispo de Bilbao aprovechó la cita, denominada visita Ad limina, para entregar al sumo Pontífice una serie de objetos que reflejan "la sensibilidad religiosa y deportiva" de Bilbao y de Bizkaia.
En concreto, los obispos de las provincias eclesiásticas de Burgos, Iruñea, Zaragoza, Madrid, Toledo, Mérida-Badajoz, Valencia, Valladolid y el arzobispo castrense de España, comenzaron ayer lunes la primera parte de la visita Ad limina al Papa Francisco. El Papa recibió en audiencia, entre otros, al obispo de Bilbao, monseñor Mario Iceta; al de Gasteiz, monseñor Miguel José Asurmendi; al obispo de Donostia, monseñor José Ignacio Munilla; al arzobispo de Iruñea y Tutera, monseñor Francisco Pérez González; al obispo auxiliar de Iruñea y Tutera, monseñor Juan Antonio Aznánez; al arzobispo de Burgos, monseñor Francisco Gil Hellín; al obispo de Osma-Soria, monseñor Gerardo Melgar; al de Palencia, monseñor Esteban Escudero Torres; al obispo de Calahorra y La Calzada-Logroño, monseñor Juan José Omella Omella, y al obispo de Jaca, monseñor Julián Ruiz Martorell.
El primer grupo de prelados concluirá su visita al Vaticano el próximo lunes, jornada en la que el Papa se encontrará con todos los obispos de la Conferencia Episcopal Española. Ese mismo día comenzará la visita al Papa del segundo grupo de obispos españoles, formado por 39 prelados procedentes de las provincias eclesiásticas de Barcelona, Tarragona, Granada, Santiago de Compostela, Oviedo y Sevilla.
La última visita Ad limina de la Conferencia Episcopal Española tuvo lugar del 17 de enero al 6 de marzo de 2005 y no pudo completarse debido al empeoramiento de la salud del Papa Juan Pablo II. Durante el pontificado de Benedicto XVI, el Papa viajó tres veces al Estado español (2006, 2010 y 2011) pero los obispos españoles no realizaron ninguna visita Ad limina.
dos horas En esta ocasión, el encuentro de los obispos vascos con el Papa Francisco duró cerca de dos horas y se desarrolló en un clima "distendido y fraterno", en el que los prelados abordaron la situación social y eclesial de las diócesis, la situación de las familias, la pastoral vocacional y la tarea del laicado, entre otras cuestiones.
Según informó la diócesis de Bilbao, en la visita Ad limina el Papa animó a los obispos a "ser testigos incansables del Señor y a no perder la ilusión". Utilizando las palabras de Pablo VI les encomendó "experimentar la dulce y confortadora alegría de Evangelizar".
En la audiencia, el Papa Francisco bendijo las diócesis del Norte y pidió a los obispos que recen por él y su ministerio. La visita Ad limina finalizó con el rezo del Angelus.