LAUDIO. Uno de los emprendedores vascos del gremio forestal ha fallecido. José Cruz Ugarriza Urquijo vivió siempre con un ojo mirando al monte, a los arbolados y los bosques. Lo hizo hasta tal punto que, aunque vivió unos años en Bilbao, en la capital vizcaina se ahogaba. Quería naturaleza al instante: formar y ser parte de ella.

Ugarriza nació el 3 de mayo de 1926 en un caserío del barrio Ugalde de la localidad alavesa de Okondo. Su madre era del vecino Laudio y su padre, de Orozko. Desde joven, en un intento de ayudar en casa, comenzó a trabajar en el sector. Primero, en plantaciones forestales, cortando castaños, llevando la leña a vender a Bilbao… Más adelante, pasaría a lo que durante un tiempo se conoció como el oro verde, es decir, el pino.

En su primera apuesta, junto a otros socios, abrió un aserradero. Años más tarde, optó por crear su propia empresa. "Todos los días iba al monte, ojeaba pinares, trataba con los propietarios forestales de los caseríos…", explica su hijo José Alfonso Ugarriza Longarte, quien le define como "un enamorado del pino".

En 1954, en solitario, comenzó a crecer y, en los mejores años del oro verde, llegó a dar trabajo a un centenar de empleados. Eran años en los que los puntales que se empleaban en la construcción de edificios eran de este material. Compró materia prima en Laudio, Gordexola, Arrigorriaga, Amurrio… No había pinar vizcaino o alavés al que José Cruz no le tuviera echado el ojo.

Tras jubilarse pasó a ser consejero delegado de la empresa Forestales Ugarriza S.A., ubicada en Laudio.

Pasión familiar José Cruz contrajo matrimonio con Begoña Longarte Menchaca y dieron al mundo tres hijos. Los tres han heredado la pasión por el sector que tanto amó su padre, un hombre "muy abierto para relacionarse con los propietarios de terrenos forestales, sabiendo ponerse en la piel de quien tiene ganado, del que es agricultor… Tenía esa cultura. Era un negociante de talante abierto".

Sus pasiones fueron su familia y lo forestal, gremio al que dedicó la mayor parte de su vida. Como vía de escape, la familia compró una casa en un pueblo de La Rioja, al que viajaban tanto en verano como en Semana Santa. "Pero no desconectaba del todo; a falta de pino, andaba liado con el chopo", sonríe su hijo José Alfonso.

José Cruz Ugarriza Urquijo falleció el pasado 31 de enero a la edad de 86 años. El funeral por su persona se ofició el sábado 2 de febrero en la parroquia de San Pedro de Lamuza, en Laudio.