ALGORTA. El próximo domingo, la iglesia de Kanala (Gautegiz-Arteaga) acogerá la misa de salida de Félix Itza Apraiz. Este muxikarra falleció el pasado viernes a los 85 años de edad. El funeral por su alma se ofició el lunes en la parroquia de San Martín de Tours de Algorta, localidad en donde residió, y la eucaristía será el domingo a las 11.00 horas en Santa María Legendika de Kanala, porque este barrio de Gautegiz-Arteaga era su lugar de sosiego, de paz interior.

Del caserío Goenengo guardaba muchos recuerdos, de él salió su padre Txomin Itza, capitán de barco, hacia la mar donde sobrevivió a dos naufragios. "Aita era de Kanala de corazón. Él rehabilitó el caserío y era uno de sus mayores orgullos", valora su hija Beatriz Itza Werner.

Félix Itza Apraiz nació 18 de mayo de 1926 en Muxika, en un baserri conocido como Poterixe porque era panadería de la familia de su madre, Vicenta Apraiz, quien se casó con Txomin.

estudios Tras comenzar a estudiar en la escuela de barriada, estuvo interno en los Corazonistas de Gasteiz. Con diez años estalló la Guerra Civil y la familia tuvo que salir del barrio Oka. Félix continuó sus estudios en Ingenieros de Bilbao. Al acabar la carrera comenzó a trabajar en una colonia de ingenieros en Asturias para Duro Felguera. Allí conoció a una joven alemana, Edith Werner, que había viajado al Principado a aprender castellano. Acabaron casándose.

En 1961, el matrimonio se instaló primero en Gernika y a continuación en Algorta, donde residió hasta los últimos años en los que retornó a Kanala. "Llevaba en su corazón a Gernika, Muxika y Kanala", valora la familia.

El ingeniero industrial vizcaino trabajó para las firmas empresariales Laurak (estaba en Asua), Babcock & Wilcox, Demag (en la calle Iparraguirre de Bilbao) y constituyó una empresa llamada IWI Ingenieros. Además, fue uno de los cofundadores del Club Deportivo Martiartu de Erandio, cuyos inicios se datan en 1968.

APASIONADO DE LA PALA Itza era un enamorado de los deportes de frontón. Seguidor de los pelotaris navarros, él jugó mucho a pala, modalidad que apoyó impulsando torneos de la especialidad. Seguidor del Athletic -"hoy (por ayer) estaría muy nervioso con la semifinal"-, también le gustaba la bertsolaritza, pasear -"era muy andarín"- y jugar al mus.

La familia le recordará siempre como un hombre sencillo, generoso, amigo de sus amigos y muy querido. Fue "un ejemplo para sus cuatro hijos, tenía una forma de ser muy de ingeniero. Era rectilíneo en su trabajo, era su forma de conducirse por la vida", analizan.

El domingo, Kanala le dirá gero arte, lagun!