donostia. "Los padres que tengan hijos en cualquier centro escolar deberían echarse a temblar". Con esta afirmación, Miguel Ángel Ceberio, el tío del joven Jokin C.L., que se suicidó en Hondarribia en 2004 tras haber sido víctima de golpes y vejaciones por parte de algunos de sus compañeros, reaccionaba a la sentencia del TSJPV que condena a los padres de siete de los ocho menores que acosaron a Jokin a indemnizar económicamente a la familia del fallecido.

En una sentencia hecha pública ayer, el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV) condena a los padres de los agresores a indemnizar a la familia de Jokin con 10.000 euros "por cada uno de los menores implicados", como compensación por el "daño moral" que causaron al joven fallecido. La resolución impone la obligación de abonar esta cantidad a los padres de los siete menores que en su momento fueron encontrados culpables de un delito contra la integridad moral por la Audiencia de Gipuzkoa, y excluye de esta pena a la única chica del grupo, que fue condenada por una falta de maltrato de obra. El tribunal aclara que "desde el punto de vista de la indemnización" no cabe imputar a los agresores el suicidio de Jokin, "por cuanto que ya fueron absueltos de ese cargo en vía penal".

La Sala de lo Contencioso Administrativo aprecia así parcialmente un recurso presentado por los progenitores de Jokin contra los padres de estos menores, aunque rechaza la pretensión de la familia del fallecido de que también se condenara al centro escolar y al Gobierno vasco "por falta de atención o vigilancia" de los menores que vejaron al fallecido. La resolución recuerda que los "problemas" que sufría Jokin no se producían "sólo" en el centro "sino también fuera de él" e incide en que "apenas transcurrieron cuatro días" desde el primer episodio de acoso al menor, al inicio del curso escolar 2004-05, hasta que se produjo "la reacción lógica" de la Jefa de Estudios. Motivos por los que considera que "no existe nexo causal entre la actuación" del instituto y "el trágico final de Jokin". El escrito señala asimismo que no "cualquier efecto dañoso" que se produzca en el centro escolar conlleva "necesaria y automáticamente el deber de declarar la responsabilidad de la Administración".

Sin embargo, el tío de Jokin afirmó que los padres que tengan hijos en cualquier centro escolar "deberían echarse a temblar". Miguel Ángel Ceberio explicó que "fundamentalmente" la familia de Jokin no está "de acuerdo" y "en absoluto satisfecha" con la parte del fallo del TSJPV que absuelve al Departamento de Educación. "Consideramos -dijo- que si el acoso y las agresiones se produjeron dentro del recinto escolar y ahora no se deriva ninguna consecuencia negativa para Educación, parece que no ha incurrido en ningún tipo de culpa".

decepción Por este motivo, comentó no entender "muy bien" la exculpación del Departamento de Educación e insistió en que la familia de Jokin se siente "un tanto decepcionada", dado que "está claro, probado y demostrado que el acoso y las agresiones sufridas" por su sobrino "se produjeron dentro" del instituto.

Tras recordar que "el reglamento de organización y funcionamiento" escolar "aplicable" a este caso "establece que los centros de educación secundaria son responsables de los alumnos matriculados durante toda la jornada escolar", Ceberio se preguntó "dónde queda el deber de custodia y vigilancia" del instituto en este caso. En cuanto a la condena a los padres de los siete acosadores a indemnizar económicamente a los progenitores de Jokin, aclaró que se trata de una "responsabilidad ex lege", ya que al haber sido condenados sus hijos previamente en la vía penal y ser menores "automáticamente se deriva la responsabilidad civil para los padres".