washington. La energética británica British Petroleum (BP) anunció ayer que los costes de la lucha contra la mancha de crudo en el golfo de México ascienden actualmente a unos 611 millones de euros, un monto que duplica el registrado hace dos semanas. BP destacó, sin embargo, que todavía es muy pronto para fijar cifras concretas en torno a los gastos que deberá realizar en total para hacer frente al vertido de petróleo frente a las costas estadounidenses.

La compañía ha probado hasta ahora distintos métodos para intentar sellar la fuga de crudo en el fondo marino tras el hundimiento de la plataforma petrolera Deepwater Horizon a mediados de abril. Se estima que unos 5.000 barriles de crudo fluyen a diario en el océano por el agujero. BP deberá, además, pagar las indemnizaciones correspondientes, sobre todo por los daños a los ecosistemas de la zona.

FRUSTRACIÓN EN bp La petrolera admitió también su frustración por ser incapaz de detener el vertido de crudo, aunque expresó su optimismo por que tenga éxito el intento de taponar la grieta esta semana. Doug Suttles, director de operaciones de BP, declaró ayer en varias cadenas de televisión de Estados Unidos que "hacemos todo lo que podemos".

"Sé que todo el mundo está frustrado. Creo que los habitantes de la región están frustrados. Sé que nosotros lo estamos, sé que el Gobierno también", dijo el directivo a NBC, donde agregó que "es doloroso para todo el mundo que esto esté durando tanto". Suttles expresó su optimismo sobre la posibilidad de que tengan éxito esta semana los intentos de taponar con cemento y arcilla pesada la grieta del pozo de petróleo a 1.500 metros de profundidad, en un proyecto que comenzará a ejecutarse el miércoles. Ese mismo día podrá saberse si la maniobra ha tenido éxito, declaró el ejecutivo, quien dijo a ABC que, si fallara, BP cuenta con planes alternativos.

Las declaraciones de Suttles se producen en el mismo día que el secretario de Interior de EE.UU., Ken Salazar, y la secretaria de Seguridad Nacional, Janet Napolitano, visitaran Luisiana con una delegación del Senado para evaluar la respuesta al derrame de crudo.

Salazar criticó el domingo las acciones de la petrolera, en la que dijo no confiar porque no ha cumplido los plazos que se ha marcado para taponar el vertido. La delegación efectuará un sobrevuelo de las zonas afectadas y se reunirá con el gobernador de Luisiana, Bobby Jindal, autoridades locales y de la comunidad, así como con representantes de BP.

Según dijo Salazar, tras reunirse con directivos de BP, se han recuperado cerca de 7,9 millones de galones (35 millones de litros) de una mezcla de petróleo y agua y que unas 20.000 personas han sido movilizadas para proteger la costa y la vida silvestre. Añadió que BP ha aceptado pagar una indemnización de 75 millones de dólares por el vertido, como establece la Ley de Contaminación Petrolera promulgada en 1990. El derrame comenzó después de que una plataforma petrolera que explotaba BP estallara por razones que se desconocen y se hundiera en el mar, en un suceso en el que han desaparecido once trabajadores.