El presidente del PP de la CAV y candidato a lehendakari, Javier De Andrés, advirtió ayer de que la próxima pueda ser una legislatura “de ruptura” y “crispación”, a imagen y semejanza de lo que sucedió con el plan Ibarretxe, si PNV y EH Bildu llegan al poder tras las elecciones del 21-A. Ambas formaciones nacionalistas, de las que de Andrés censuró que utilicen “la piel de cordero”, no dudarían en “poner el interés de la gente por encima de las ideologías”.

En un acto en Barakaldo junto a la cabeza de lista del PP por Bizkaia, Esther Martínez, el aspirante popular lamentó que Euskadi se haya convertido en “un territorio terriblemente ideologizado en el que se antepone el propósito de construcción nacional por encima del interés general”. Ello habría conducido a que “los resultados en economía vayan a la baja y que estemos en una situación de declive en la que hay unos responsables clarísimos que son aquellos proyectos nacionalistas que han ido en contra del tiempo, en contra de la historia y en contra de la evolución”, incluso con el apoyo del PSOE. Acabar con esa situación sería una prioridad para un PP, que ansía ser “decisivo” a la hora de “centrar y normalizar” Euskadi. “Si no lo conseguimos nos la van a jugar y la única alternativa es el PP”, aseveró.