Desde que EH Bildu normalizó su presencia en el Congreso de los Diputados y apostó por alcanzar acuerdos con el Gobierno español de Pedro Sánchez, comenzó a gestarse una dinámica de colaboración con ERC que la propia coalición abertzale ha exhibido y reivindicado con una intensidad creciente en los últimos años. Desde el acuerdo estratégico que impulsaron Arnaldo Otegi y Marta Rovira en Ginebra en 2019, ERC y EH Bildu han colaborado en el Congreso y el Senado, han concurrido en coalición a las europeas y volverán a hacerlo el 9 de junio y, en el último mes, sus candidatos a lehendakari y president, Pello Otxandiano y Pere Aragonès, habían hecho tándem en la campaña de los comicios vascos del 21 de abril y los comicios catalanes del pasado domingo. En ese contexto, no sorprendió que ayer lunes, el día en que los 27 parlamentarios de EH Bildu recogían sus acreditaciones en la Cámara vasca, a los medios de comunicación les interesara conocer la opinión de la coalición ante la derrota de su aliado de campaña, que unas horas después se saldaba con la decisión del propio Aragonès de retirarse de la política. Tan solo cuatro días antes, Otxandiano había dicho en Barcelona que su proyecto era “el que mejor articula el mandato popular”.

Sin embargo, no fue Otxandiano quien respondió a la pregunta, sino que lo hizo la portavoz parlamentaria de EH Bildu, Nerea Kortajarena, lo que parece anticipar también un menor protagonismo del candidato en los debates del pleno. Kortajarena, en cualquier caso, tampoco llegó a analizar los resultados en Catalunya, y despachó el asunto asegurando que “la ciudadanía ha hablado” y que EH Bildu respeta “siempre profundamente” lo que diga la ciudadanía. Se remitió a lo que pudiera decir la Mesa Política de EH Bildu en su reunión de la tarde. ERC ha pasado de empatar con el PSC y gobernar, a perder 13 escaños, quedar en tercera plaza y ser superada por Junts dentro del espacio soberanista. Unas horas después, Aragonès anunciaba su retirada de la política, y entonces sí, Otxandiano realizó una breve mención en su cuenta de la red social X, en catalán, aunque nuevamente sin analizar los resultados. Junto a una foto suya con Aragonès, Otxandiano le hizo llegar su “apoyo y un fuerte abrazo”. “Su compromiso político ha sido decisivo para Catalunya”, sostiene, para añadir que “su valentía y responsabilidad demuestran una vez más que hay otra manera de hacer política”. “Mucha suerte, amigo”, se despide.

Aragonès había participado tan solo tres semanas antes en el mitin de cierre de campaña de EH Bildu en Bilbao, un acto que tuvo lugar a unos metros de distancia del que estaba celebrando el PNV. En el mitin jeltzale, se pudo ver a Jordi Turull, de Junts, aunque no tomó la palabra. Sí lo hizo Aragonès en el de EH Bildu, y la semana pasada, Otxandiano le devolvía la visita en el mitin central de ERC en Barcelona, al que acudió para “transmitir fuerza”. No ahorró en elogios: “creo sinceramente que habéis hecho una campaña formidable”, “el futuro pasa inexorablemente por más políticas progresistas y más soberanía, y quien articula eso de mejor manera son las izquierdas independentistas”, o “el futuro pasa en Catalunya por el proyecto de ERC” fueron algunos de sus mensajes frente a la “política convencional” agotada. EH Bildu ha reivindicado todo este tiempo su colaboración con ERC en el Congreso, frente a Junts y PNV, que cree que no empujan a favor de las políticas progresistas. Junts y PNV votaron en contra de la Ley de Vivienda por vulneración de competencias.

La siguiente prueba de fuego para ERC son las europeas del 9 de junio, a las que acude en coalición con EH Bildu, entre otras fuerzas, bajo el paraguas de Ahora Repúblicas. Tienen 3 escaños, aunque las encuestas les auguran resultados a la baja. Barrena concurre como número dos.

En ETB, el diputado Jon Iñarritu, por su parte, frenó la lectura de quienes dan por acabado el procés porque siguen vivos todos los problemas: el de financiación, el reconocimiento del derecho a decidir y las consecuencias de la represión.