La candidatura jeltzale en Leioa, encabezada de nuevo por Iban Rodríguez, ha perdido un concejal al quedarse con 1.063 votos menos que en 2019, pero los ocho ediles obtenidos empoderan al PNV en una comarca en la que los abertzales han ido conquistando terreno. La coalición soberanista alcanza en Leioa 5 representantes (uno más que hasta ahora); PSE y PP logran tres, cada uno; y Elkarrekin, 2. Así quedará constituida la nueva Corporación el próximo 17 de junio. De momento, habrá que esperar para ver si nacionalistas y socialistas reeditan el pasado acuerdo y gobiernan otra legislatura con mayoría absoluta. “Ahora mismo estamos analizando aún los datos”, señala Rodríguez.

¿Qué sabor le dejan estos resultados electorales?

—La valoración es positiva porque los vecinos y vecinas han vuelto a confiar en nosotros. Somos el partido más votado con bastante diferencia con el segundo y es para estar contentos. Una pena ese noveno concejal, que se nos ha caído por muy pocos votos, pero no nos podemos quejar.

¿Cree, por lo tanto, que los leioaztarras han entendido, en su mayoría, el mensaje que quiso trasladar en la campaña de que el PNV tenía un programa con proyectos concretos, realistas y viables?

—Sí. Nosotros no nos hemos escondido y hemos ido a pecho descubierto y explicando lo que queremos hacer y lo que creemos que es mejor para Leioa. Viendo los resultados, la mayoría de los vecinos lo han entendido así.

¿Cómo vivió la jornada electoral?

—Siempre son jornadas tensas y duras y hasta saber los resultados ese nerviosismo siempre está ahí. No hubo incidentes, por otro lado, así que bien.

¿Es pronto todavía para hablar de posibles pactos?

—Ahora mismo estamos analizando aún los resultados y viendo a qué puede deberse esa abstención que ha subido en algunas zonas. Entiendo que las ejecutivas empezarán a hablar entre ellas pronto.

Hay varios aspectos a analizar: lo ocurrido en el municipio, después en la comarca, donde ha ganado importancia EH Bildu…

—Hay muchas cosas que analizar. Aquí, en el municipio, no hemos salido heridos pero siempre hay puntos de mejora y hay que pensar en ellos para dar con esas claves.

Al realizar balance de estos últimos cuatro años, comentaba que se han vivido momentos de crispación en la Corporación. ¿Confía en que esta legislatura tenga un clima diferente?

—Más que confiar, lo deseo. Me gustaría que fuera un mandato más cordial, con las discrepancias que tenemos cada partido político, pero poder hacer lo mejor para Leioa, desde el respeto y el buen talante. Pero no podemos olvidar que la mayoría de los que vamos a estar en el Ayuntamiento, hemos estado ya juntos este mandato y la experiencia con algún partido no ha sido la que esperábamos. Siempre se puede cambiar y hacer las cosas mejor y esperemos que a partir de ahora sea más amable en ese sentido.

Será la legislatura en la que grandes proyectos, como el polideportivo, el nuevo instituto o la cubrición de La Avanzada sean ya una realidad.

—Daba un poco de pena tener un mal resultado y no ver culminar nosotros esos proyectos después de todo el trabajo interno que hemos hecho para que estuvieran ya en parrilla de salida. Así que estamos deseando ver el final.

También nacerán otros proyectos relevantes: la reforma de Pinueta, la transformación de Lamiako…

—No hemos querido esquivar nada y pusimos negro sobre blanco con qué nos presentábamos, sin querer engañar a nadie porque se acercaban unas elecciones y la gente, en su mayoría lo ha entendido y ha compartido nuestras propuestas.

¿Queda así refrendado el apoyo generalizado de la ciudadanía a su propuesta para Lamiako?

—Cerca de 5.500 votos avalan el programa que hemos presentado para Leioa. Tenemos una clara apuesta por la rehabilitación de Lamiako, con la idea de que la dársena sea un parque para los vecinos, porque a día de hoy es un terreno privado, y también por el soterramiento completo del metro. Para eso, planteamos dedicar una zona a viviendas, de las que el 40% mínimo serían de protección social. Esto lo que va a hacer es que los vecinos que quieran seguir viviendo en Leioa puedan hacerlo. Pero también nos va a posibilitar que algunas infraviviendas de Lamiako puedan ser realojadas en unas viviendas dignas. Es un proyecto global en el que necesitamos de fondos y eso nos lo dan las nuevas construcciones para poder ser ambiciosos y poder soterrar el metro completo, ofrecer esas viviendas a los jóvenes y recuperar para el barrio y el resto de Leioa esa dársena, para convertir una parte en una zona marismal y la otra en un parque fluvial.