¿Se imagina diputada general?

—Claro que sí, si nos fijamos en las encuestas nadie hubiera dicho que hubiéramos ganado en Euskadi unas elecciones. Nadie hubiera dicho que Unidas Podemos estaría ahora en el Gobierno. La tendencia es positiva y es ascendente, yo estoy ilusionada con lo que va a venir.

¿Qué cambiaría?

—Varias cuestiones de diferente índole. Digamos que una primera tiene que ver con el modelo de gobernanza. Nuestro modelo es transparente donde se cuenta con colectivos para la planificación. Defendemos lo público y eso hace que temas que tienen que ver con cuidados, transportes... podamos garantizar un servicio de calidad. Es una forma distinta de gobernar.

¿La primera medida?

—Mi primera medida tendría que ver con los cuidados. Creo que hay que transformar el modelo de cuidados en Bizkaia. Está sumamente privatizado, no hay una responsabilidad pública de los cuidados y sigue recayendo en los hombros de las mujeres. Y lo que se está poniendo en marcha, no resuelve ninguna de estas cuestiones, sino que afianza el modelo privatizador y afianza que se sigan feminizando los cuidados.

Diputación está reorientando las residencias ¿Qué opina?

—Que haya unidades más pequeñas de atención a las personas mayores y dependientes es positivo, pero si se queda solo en eso no sirve de nada, tiene que venir acompañado de más personal, tiene que haber un incremento de los ratios y lo que está ocurriendo ahora es que junto con la puesta en marcha en las unidades convivenciales se están reduciendo las plantillas de atención con lo cual no vamos a garantizar una atención de calidad si no dotamos de más tiempo a las personas que cuidan para que puedan ejercer esos cuidados correctamente. Esta es la cuestión de la que le hablaba antes. Publicitar los cuidados y asumir la responsabilidad pública de los cuidados supone que la gestión tiene que ser pública porque es la manera de garantizar que no mercantilizamos los cuidados y que cada uno de los euros que se ponen para la atención a mayores va destinado a la atención a mayores, a una buena calidad de la comida, a una buena calidad de las condiciones laborales de las personas trabajadoras, que tengan el número de horas suficientes, que estén suficientemente formadas. A eso es a lo que tiene que ir.

¿Qué hacemos con los menores no acompañados cuando cumplen los 18 años?

—Tenemos una legislación muy garantista con la protección de la infancia y de la adolescencia. Pero no se desarrolla en su totalidad, seguimos teniendo centros segregados para atención a menores extranjeros y a menores autóctonos y esta es otra de las cuestiones que creemos que hay que cambiar. Tenemos que ofrecer las mismas oportunidades a unos y a otros y esto supone que cuando cumplen los 18 años se tiene que dar un continuo en la atención. La responsabilidad pública no acaba cuando cumples 18 años. Nuestros hijos a los 18 años no creo que están preparados. Creo que las instituciones hasta ahora no han estado a la altura aquí, con lo cual sería importante seguir invirtiendo recursos para no abandonar a su suerte a estos niños y niñas al cumplir los 18 años y hacer un acompañamiento que garantice una atención integral hasta que se puedan emancipar.

Bizkaia es uno de los sitios donde la vivienda está más cara y eso dificulta la emancipación.

—Ahora mismo se ha aprobado una Ley de Vivienda a nivel estatal, que yo creo que es una ley que aporta garantía a la ley autonómica que tenemos. Es una muy buena ley, la de 2015, pero que está pendiente de desarrollo. Y en ese sentido, precisamente Elkarrekin Podemos es garantía de que esa ley se vaya a desarrollar. Durante todo este año hemos estado trabajando en los diferentes niveles institucionales para que haya más construcción de viviendas de alquiler social, para que se bajasen los precios del alquiler, para que haya una garantía de vivienda digna y asequible para todas las personas. Para nosotras es muy llamativo que actualmente contamos con 60.000 solicitudes de vivienda en régimen de alquiler y sin embargo, solo hay 8.000 viviendas públicas, para poder atender esa demanda. La diferencia sustancial entre lo que defendemos nosotras o lo que se puede defender desde otros espacios políticos es que nosotras consideramos que la vivienda no es un bien de mercado con el que uno pueda negociar. Es un bien de primera necesidad y es un derecho que tenemos la obligación de garantizar desde las instituciones públicas y nosotras tenemos un compromiso muy firme para garantizar este derecho.

¿Cree que se ha invertido suficiente en movilidad para cohesionar el territorio?

—En Euskadi en general y en Bizkaia también en particular hay una muy mala planificación de la movilidad y esto hace que nos encontremos con que tenemos un transporte público que no es eficiente. Tenemos comarcas, como la mía, Enkarterri en las que no tenemos garantizado el transporte público, tenemos un tren que pasa tres veces al día y un autobús que pasa cada dos horas y media a tres y ya en festivos imagínese la situación. Tenemos una dependencia excesiva del coche.

En primera persona

Perfil

Deporte... Somos la familia del

hockey, lo practicamos toda la familia.

Mascota... Sí, y creo que tenemos que ser responsables con su cuidado.

Llega a la política... Se considera una mujer muy política que en su casa la ha mamado.

Su rincón preferido... En Arcentales, es en el barrio del Rebollar. Es un camino que no está asfaltado con un roble maravilloso gigante.

La entrevista

Cambio climático “Me preocupa lo que dejamos”

La conciencia climática me ha hecho sufrir y hay momentos que sufro por ver hacia dónde nos estamos moviendo y porque creo firmemente que hay que seguir trabajando por crear oportunidades para las generaciones que vienen. Les tenemos que dejar un planeta mejor. Me preocupa porque así como mi madre pensaba que yo seguramente viviría mejor que ella yo a veces tengo dudas de si mis hijos van a vivir mejor.