El ruido y la contaminación acústica ha sido caballo de batalla durante la última legislatura, una de las preocupaciones vecinales que ha sido llevada a los plenos municipales en distintos formatos por unas y otras siglas políticas. Siempre con el objetivo de hacer compatibles las opciones de descansar y de pasárselo bien. Dos derechos que colisionan más veces de las deseadas en ciertos lugares del callejero de la villa, lo que genera situaciones de tensión. Algo que preocupa a todas las formaciones políticas con representación en el Ayuntamiento de Bilbao. Esta sábado fueron los socialistas, por boca de su candidata a la Alcaldía, quien propuso un pacto “por el ocio seguro y responsable” en el que se busque el equilibrio de esas dos grandes fuerzas: el descanso y los beneficios económicos que el ocio nocturno aporta a la ciudad.

De hecho, este asunto es uno de los grandes desafíos que deberá abordar la próxima Corporación municipal. Nora Abete presentaba este sábado una serie de propuestas electorales encaminadas a ese fin que giran sobre dos ideas clave: el diálogo y el consenso. “No se trata de demonizar el ocio nocturno, sino de acordar el camino para que se realice de manera responsable y compatible con la convivencia en las zonas afectadas”, reflexionaba. Algunas –la mayoría– tienen nombre y apellidos: Uribitarte, Ledesma, Pozas,... puntos calientes donde la acumulación de personas se convierte en problemática con frecuencia. En manos del Ayuntamiento está la regulación de esas zonas de ocio nocturno para garantizar el descanso de los vecinos.

Tal y como publicó DEIA a comienzos de este mes, antes de que arrancara la campaña electoral, el Consistorio encargará un diagnóstico sobre todo esto, lo que incluirá un mapa de ruido. Una idea que entonó este sábado de nuevo Abete, quien apostó por aplicar medidas concretas para cada zona en función a cuáles sean los resultados de las mediciones acústicas que se efectúen en esos lugares. La candidata habló de un plan de lucha contra el ruido en toda la ciudad, “no sólo por los ruidos derivados del ocio sino también del transporte o la propia actividad de la ciudad”.

Para alcanzar esa meta será necesario contar con la participación, la colaboración y las opiniones de los principales agentes implicados: la hostelería y el consistorio. En este sentido, Abete propondrá “un foro de diálogo para construir las propuestas que promuevan que Bilbao siga siendo una ciudad viva y dinámica con oportunidades para sus habitantes y a la vez garantizar una convivencia sostenible”.

El terreno de juego diseñado por la candidata socialista incluye otra pieza que, a su juicio, también contribuiría a pacificar y encontrar ese equilibrio. Se refería, en concreto, al aumento de la presencia policial en determinados puntos, que “puede contribuir a reducir los problemas de ruido y seguridad en zonas afectadas y fomentar un ambiente más seguro y tranquilo”, zanjó Abete.

Asimismo, la aspirante a la Alcaldía propuso crear un observatorio de ocio nocturno para recopilar información y datos relevantes que ayuden a tomar decisiones en el futuro. Un organismo que podría estar compuesto por vecinos, hostelería y expertos en el tema.

Con todo, Abete también se lanzó a plantear –sin avanzar posibles detalles– la creación de espacios públicos que fomenten la cultura y el ocio responsable en la ciudad. “Podrían estar diseñados para actividades culturales y de ocio que fomenten la convivencia y el respeto entre los ciudadanos”, dijo.