- Ante el inmovilismo del Gobierno español para dar una salida política al conflicto catalán, Junts entiende que ha llegado el momento de “evaluar” los acuerdos de investidura con ERC que permitieron a Pere Aragonès erigirse en president, y emplaza a los republicanos a forjar alternativas distintas a una mesa de diálogo que el partido de Carles Puigdemont da ya por enterrada. Así se expresó ayer el secretario general de JxCat, Jordi Sànchez, para quien este órgano negociador ha “fracasado”, tal y como aventuraban los posconvergentes en puertas de la única cumbre al respecto en el último año. “Hay que empezar a construir seriamente alternativas”, zanjó.

El escenario elegido por Junts para lanzar este aviso a sus socios de Govern fue el Consell Nacional de la formación en el que se aprobó, con el 85% de los votos, el reglamento para elegir a los candidatos de JxCat para las elecciones municipales de 2023. Sànchez aclaró que las nuevas herramientas a poner en marcha deben salir del consenso entre los actores independentistas, por lo que aseguró que les tienden la mano para “rehacer la confianza”. A su parecer, toca “poner en marcha” los espacios de seguimiento de la mesa de diálogo, así como las “comisiones” y los grupos de trabajo.

En su intervención en abierto, Sànchez instó a no responsabilizar a JxCat del “fracaso” de la mesa, ya que es culpa del Gobierno que preside Pedro Sánchez porque no ha abierto las “vías” que permitirían la celebración de un referéndum. No solo eso, sino que Moncloa ha aparcado la cacareada reforma del delito de sedición. El secretario general de JxCat lanzó una advertencia al resto de formaciones soberanistas: sin Junts ni el expresident Puigdemont no habrá una solución al conflicto catalán. De esta manera negó que haya un debate interno en la formación sobre un posible relevo del exjefe del Govern al frente del partido ni sobre su posición al frente de la Secretaría General del mismo.

De cara a los comicios municipales, Junts busca facilitar la llegada a sus filas de los alcaldes que todavía militan en el PDeCAT, más de 140 en toda Catalunya. Sin mencionarlos explícitamente, Sànchez invitó a los regidores a sumarse al proyecto antes del 28 de febrero, fecha límite que establece el reglamento, y avisó de que no harán “excepciones”. Según el texto aprobado, un alcalde de un municipio que sea “simpatizante” de Junts y lo demuestre antes del 28 de febrero será un candidato a “valorar” por la comisión que, en último extremo, decidirá el grueso de las listas electorales para 2023.

Ello, en un momento en el que la hasta ahora líder del PDeCAT, Àngels Chacón, ha fundado una nueva marca, Centrem, para aglutinar a quienes se sienten herederos de Convergència y apelan a la soberanía pero rechazan el procés.