La reunión relámpago de este miércoles, de media hora, con el ministro Félix Bolaños, no ha sido una de esas citas que el PNV tiene marcadas en rojo en su agenda. El portavoz jeltzale en el Congreso de los Diputados, Aitor Esteban, ha acudido a la ronda convocada por el ministro de la Presidencia por una cuestión de cortesía, pero no esperaba ningún fruto de una cita de escasa duración y con un formato que hacía imposible profundizar en ningún tema o en los Presupuestos estatales del próximo año, más allá de la foto. Para el PNV, las reuniones importantes son otras, y pone el peso en sus propios canales de interlocución y en las tres semanas de conversaciones y reuniones presenciales con distintos ministerios para tratar las Cuentas, según explican a DEIA. Las conversaciones arrancaron con la primera toma de contacto del 30 de agosto con Hacienda.

Los jeltzales abogan por la discreción y no sueltan prenda, pero las declaraciones del Gobierno español dejan ver que se han producido algunos movimientos incipientes. No obstante, los jeltzales avisan de que no se han despejado los compromisos pendientes de cumplirse y aprietan a Pedro Sánchez, que "tiene que ponerse las pilas" con las transferencias, la concreción del traspaso del Ingreso Mínimo Vital o firmar el soterramiento del TAV en Bilbao y Gasteiz.

Admiten que algunas cuestiones no se resolverán en un día, pero piden concretar "avances". Puede ser que Roma no se hiciera en un día y que algunos compromisos que el PNV exige cumplir lleven tanto retraso que no se vayan a materializar de la noche a la mañana, pero los jeltzales exigen ya avances, una garantía de que se van a materializar. El Gobierno español comienza a realizar algunos movimientos. Los primeros indicios de desbloqueo en la transferencia completa del Ingreso Mínimo Vital llegaron el viernes, en la reunión entre la consejera Olatz Garamendi y la ministra Isabel Rodríguez. El Gobierno español se comprometió a enviar en octubre otra oferta, tras cuatro meses de parálisis. Garamendi rechazó a finales de mayo una oferta a la baja del ministro de la Seguridad Social, José Luis Escrivá, que pretendía reservar al Estado la autorización y el pago de la ayuda. El martes, el propio Escrivá pareció abrirse a rectificar en una respuesta a EH Bildu, donde habló de una "ventanilla única".

En principio y con toda la prudencia porque nadie tiene constancia oficial de este planteamiento en privado, Escrivá parece descartar finalmente el peregrinaje entre Lanbide y la Seguridad Social. Pero insiste en que los planteamientos del Gobierno vasco "exceden" lo que habían acordado el año pasado y que él, en todo caso, está dispuesto a discutir "más allá" de lo pactado, aunque será necesario un nuevo marco normativo para el que no puso fecha.

EL PNV NO HACE VALORACIONES TRAS LA CITA

EL PNV NO HACE VALORACIONES TRAS LA CITA

Desde el Gobierno vasco no han recibido ningún documento de Escrivá, y el grupo del PNV se remite al encuentro que mantuvieron la consejera y la ministra, donde se abordó este asunto y el compromiso de convocar una Comisión Mixta de Transferencias antes de que acabe el año para sellar este traspaso y las líneas de tren de cercanías. Escrivá sí admitió que debe existir una ventanilla única donde se integren la Renta de Garantía de Ingresos vasca y el IMV, y que la gestión sea lo más sencilla posible para los ciudadanos. Este compromiso tendría que haberse cumplido el 31 de agosto de 2020 y es una de las cláusulas de confianza que plantea el PNV para negociar las Cuentas.

El PNV no ha realizado ninguna valoración al término del encuentro con Bolaños, una reunión genérica sobre el calendario legislativo donde emergen cuestiones como, por ejemplo, la reforma para desclasificar los secretos oficiales que exigen los jeltzales y que ha sido aplazada por La Moncloa, o las propias Cuentas. La reunión comenzó algo más tarde de las 17.00 y terminó sobre las 17.45. Esteban sí realizó unas declaraciones antes de la cita en una breve entrevista en el programa En Jake de ETB-2, donde aclaró que no daría "una excesiva importancia" a esta ronda y a este carrusel de partidos pasando por el despacho de Madrid para "sacar fotos", y recordó que su grupo lleva "semanas hablando" con el Gobierno.

Sobre los contenidos, avisó: "Aquí tenemos un acuerdo de investidura, compromisos que van más allá de los Presupuestos y que deben ser atendidos. Algunos no podrán ser inmediatos, pero tenemos que ver que avanza. Y hay temas presupuestarios donde queremos que Euskadi se vea bien reflejada", dijo, para poner después en duda que los fondos europeos vayan a estar en los Presupuestos o se concrete su reparto. Apuntó que podría suceder como el año pasado: que se consigne una partida genérica en las Cuentas y que el reparto entre las comunidades quede al albur de acuerdos bilaterales con las autonomías.

ESTEBAN DENUNCIA UN ATAQUE AL AUTOGOBIERNO

En términos más generales, sobre Catalunya y la estabilidad de la legislatura, recordó que Sánchez "no puede desatender a los socios". "Sobre todo, a los que le hemos dado un apoyo constante", lanzó. Avisó de que "lo que no puede hacer el Gobierno es desatender la agenda de los demás", sino que debe "cumplir los acuerdos, y comprometerse con las inversiones y el desarrollo de Euskadi". De esa forma, el PNV apoyará "la agenda social". Frente a la tentación de Sánchez de salvar las Cuentas con cesiones mínimas, dejó ver que la legislatura es larga y que, si no cumple con ERC o el PNV, se le puede hacer muy cuesta arriba. "Es hora de ponerse las pilas", zanjó.

Los grupos rebajan el optimismo del presidente español, que lleva días lanzando el mensaje de que los apoyos están al alcance de la mano y pone la presión en los grupos con el señuelo de los fondos europeos. Algunas filtraciones ponían estos días sobre la mesa los 188 votos en las Cuentas de 2021, cuando ni siquiera había amarrado el apoyo de un solo grupo. Los seis votos del PNV son necesarios. Esteban también criticó que se camine hacia un modelo de Estado "centralizado", y que los socialistas, con Odón Elorza, lleven a la Comisión Constitucional una propuesta para "reforzar las conferencias sectoriales, los foros multilaterales", cuando debe primar la bilateralidad y hay competencias exclusivas. Apostó por "resistir" e ir a una reforma estatutaria cuando el tiempo sea propicio.