No habrá giro de guion. Como ya tenía previsto Iñigo Urkullu hace unas semanas, su gobierno tendrá que iniciar este martes el curso político con la carpeta del coronavirus y de la recuperación económica sobre la mesa. El Gobierno de coalición PNV-PSE celebrará a partir de las 10.30 horas la tradicional reunión en el Palacio Miramar de Donostia que sirve para visualizar el arranque del curso y su primer encuentro tras el parón estival.

Este arranque tendrá lugar en un contexto marcado por la vuelta de los estudiantes a las aulas y el regreso de muchos trabajadores a sus puestos en mitad de la pandemia aunque, a modo de matiz, la curva del virus comienza un levísimo y lento descenso y se han ampliado ligeramente los aforos en las actividades sociales. En paralelo, la recaudación fiscal arroja cifras que permiten atisbar un escenario económico previo al estallido de la pandemia. En este contexto, fuentes de Lehendakaritza consultadas por DEIA explican que Iñigo Urkullu va a lanzar un mensaje ponderado, "de esperanza" pero también de "realismo", sobre la situación de la pandemia y su previsible evolución, y sobre la recuperación económica.

LOS RETOS INMEDIATOS

Serán los temas principales de su intervención. Como ya informó este periódico, la gestión del virus, la redacción de los Presupuestos de 2022 y el pleno de política general del Parlamento Vasco van a ser los retos inmediatos del Gobierno, y Urkullu no se cierra a otros debates más políticos como que la Cámara vasca retome el nuevo estatus de autogobierno (él mismo respaldó la idea del PNV de reactivar la negociación en otoño), o gestiones relacionadas con la memoria y la convivencia. En ese terreno, tiene entre sus prioridades la gestión de las prisiones cuando reciba el traspaso histórico el 1 de octubre.

En paralelo, Urkullu en persona va a asumir desde Lehendakaritza unos retos sociales a los que concede una relevancia capital: el reto demográfico y los objetivos de desarrollo sostenible. Por otro lado, su gobierno espera que el Ejecutivo español de Sánchez reactive la negociación de las transferencias que recoge el Estatuto de Gernika.

PRESUPUESTOS SOCIALES

En el Consejo de Gobierno del martes, el protagonismo lo tendrá el discurso del lehendakari. A diferencia del resto de reuniones del año, no recaerá el peso sobre el portavoz Bingen Zupiria. De ahí que los asuntos que van al orden del día sean más ordinarios. El lehendakari afronta un curso clave para la recuperación sanitaria y económica. En ese sentido, tiene en cartera los Presupuestos y la Ley de Salud Pública. Está por ver si continúa la senda de entendimiento con Elkarrekin Podemos-IU que ya se ensayó en la Ley Antipandemia, aunque PNV y PSE tienen una mayoría absoluta suficiente para sacar adelante sus medidas.

En materia presupuestaria, la directriz que marca el lehendakari pasa por "fortalecer los servicios públicos". Tendrá margen por la Unión Europea, que decidió suspender las reglas de gasto y tener manga ancha en esta pandemia que lo ha trastocado todo. Las cifras de deuda y déficit que ha pactado la comunidad autónoma con el Estado en la Comisión Mixta del Concierto Económico son solo tasas de referencia orientativas. Son del 0,9% de déficit (0,2% para las diputaciones) y 15,6% de deuda. Los Presupuestos que diseñe el consejero Pedro Azpiazu serán expansivos, aunque sin perder de vista que en 2023 habrá que ajustarse nuevamente a las reglas europeas una vez culmine el periodo de gracia.

A pesar de que el inicio del curso se solemnice el martes, Urkullu ya reapareció hace dos semanas en la reunión del comité científico-técnico del LABI, y ha criticado con dureza en las redes el apoyo de la izquierda abertzale a los ongietorris o su resistencia a condenar los altercados nocturnos con la Ertzaintza.