Los gobiernos vasco y español están dando estos días el empujón definitivo para el traspaso de las prisiones, que supondrá que las instituciones autonómicas gestionen las cárceles ubicadas en su territorio. Tan solo quedan unos flecos, y este traspaso y el que concierne al edificio sede del Distrito Marítimo de Ondarroa se firmarán con total seguridad en la próxima reunión de la Comisión Mixta de Transferencias, prevista para el mes de abril en una fecha sin concretar. Estos dos traspasos, que se dan por seguros en ese encuentro, vendrían acompañados de otras materias de menor envergadura.

Los equipos de la consejera Olatz Garamendi y el ministro Miquel Iceta habían constatado ya en público que existe un trabajo especialmente detallado en lo que concierne a los traspasos del transporte por carretera, los códigos bibliográficos ISBN e ISSN y, en menor medida, la ordenación del litoral. También habían avanzado su intención de ampliar el alcance del traspaso del puerto de Ondarroa cerrado en su momento, con la incorporación del edificio del Distrito Marítimo. Para el traspaso de los servicios privados de seguridad será necesario un acuerdo previo en la Junta de Seguridad, que se convocará antes del verano, como informó este periódico.

En estos días de Semana Santa no está previsto realizar ningún anuncio y se trabajará de manera interna entre ambos equipos. El traspaso del Ingreso Mínimo Vital no entraría en este paquete por las dificultades técnicas que están surgiendo para garantizar la transferencia íntegra (que Lanbide gestione las solicitudes y pague la prestación sin intermediarios de la Seguridad Social), y engarzarla con la Renta de Garantía de Ingresos vasca. Existe voluntad política y el ministro ha desbloqueado este asunto con un compromiso por su parte, pero el diablo está en los detalles y este asunto va a requerir un trabajo minucioso.