El tablero de alianzas salta por los aires en el Estado tras la ruptura entre el PP y Ciudadanos en Murcia y la Comunidad de Madrid. Una onda sísmica de incalculables consecuencias y que genera un terremoto político que trasciende de sus puntos de origen. Después de que la formación naranja anunciara su divorcio con la correspondiente moción de censura al presidente murciano Fernando López Miras; la lideresa de los madrileños, Isabel Díaz Ayuso, ordenó la disolución de la Asamblea y convocó elecciones el martes 4 de mayo para frenar un paso similar que amenazara su cetro, aunque su decisión apunta a un embrollo judicial. No en vano, socialistas y Más Madrid interpusieron, casi simultáneamente, sendas mociones, admitidas por la Mesa de la Asamblea con el aval de PSOE y C's, y ahora toca dirimir qué iniciativa se ejecutó primero. Por si fuera poco, los socialistas procedieron a presentar una moción de censura en Castilla y León que, de momento, no divide a los socios del gobierno regional.

El escenario plasma la evidencia de que ha quebrado la estrategia de reparto de cotas de poder por el que se abrazaron PP y Ciudadanos para relegar a la izquierda y con el apoyo externo pero necesario de la ultraderecha. Pero también abre la espita a las interpretaciones. Por un lado, si el PSOE busca ganarse a C's de cara a poder deshacerse en un plazo no muy lejano de Unidas Podemos en el Congreso, lo que por contra le granjearía la enemistad de una mayoría de sus socios en la Cámara baja; eso sí, el miércoles la marca morada animó a la fuerza naranja a desembarazarse del PP allá donde todavía resiste su pacto. Por otra parte, si Ayuso persigue erigirse en el referente de los populares, o bien en la oposición. Y en paralelo, al líder del PP, Pablo Casado, tampoco le cuadra el horizonte: si la presidenta madrileña sale airosa, su proyecto centrista terminaría fulminado; y si es Vox quien aprovecha la tormenta perfecta, el partido (aún) de Génova sufriría otro golpe severo. Este puzzle puede desencajar las piezas de la izquierda y, desde luego, invita a ser el epitafio de Ciudadanos, y quién sabe el de sus coaliciones con el PP en la CAV y Nafarroa (Navarra Suma).

"He decidido tomar esta decisión, en contra de mi voluntad, por responsabilidad hacia Madrid y España", justificó Ayuso en una comparencia de diez minutos en la que no admitió preguntas e invitó a la ciudadanía a elegir "entre el socialismo o la libertad". Tras meses de desavenencias con su vicepresidente, Ignacio Aguado, el dirigente naranja afirmó no poder creer "la cantidad de mentiras" de la líder del PP madrileño y negó categóricamente que hubiera sopesado plantear una moción de censura para aliarse con el PSOE. "Hemos respetado a pies juntillas el acuerdo de gobierno firmado y la que ha roto el acuerdo ha sido ella", afeó, censurando la inoportunidad del momento, en plena pandemia. "Es temerario lo que ha hecho, un capricho personal absolutamente irresponsable, me siento traicionado. Ayuso ha perdido la cabeza", agregó. Por contra, en el Ayuntamiento de Madrid, el alcalde, José Luis Martínez-Almeida, precisó que la continuidad del Ejecutivo está garantizada. Ayuso, sin embargo, consideró que "en las actuales circunstancias no se podía asegurar un gobierno estable en la Comunidad". "La inestabilidad provocada por PSOE y C's en Murcia, y durante largo tiempo en otras autonomías y ayuntamientos de Madrid, nos ha llevado a esta situación", acusó la presidenta, pidiendo "disculpas" a los madrileños con tono victimista. Y remató: "No puedo consentir que Madrid se pare ahora, que suban los impuestos, que entren a adoctrinar los colegios. Por eso pongo mi cargo a disposición de los madrileños. Asumo todo lo que está por venir".

génova ataca a arrimadas

El gabinete que PP y C's conformaron en agosto de 2019 se ha caracterizado por enésimos conflictos. Los guiños de Ayuso a Vox, con quien ella siempre ha defendido estar obligada a entenderse, pese a la ruptura que escenificó Casado en el Congreso, ha sido un factor de distorsión en este matrimonio de conveniencia. Así, el PP dio por rota ayer su relación directa con Inés Arrimadas. El secretario general de los populares, Teodoro García Egea, se ofreció a fichar a todos los dirigentes de Ciudadanos "defraudados". "Les abrimos la puerta de esta casa común del centroderecha tras este ataque al PP pergeñado por PSOE, C's y Podemos, una operación clandestina que clarifica el panorama político". El portavoz del PSM en la Asamblea, Ángel Gabilondo, dijo que "queremos saber si C's está dispuesto a generar otra mayoría para cambiar Madrid". Pedro Sánchez estuvo reunido durante tres horas con la cúpula del PSOE en Ferraz para valorar la nueva coyuntura pero los ministros de su partido optaron por dejar el protagonismo para los dirigentes del socialismo madrileño. Justo antes de estallar el polvorín, la coportavoz de Podemos, Isa Serra, catalogó de "buenísima noticia desbancar a Vox y al PP. Esperamos que suceda en otras comunidades porque no se entendería que se haga en Murcia y no en Andalucía".

Andalucía es quizá la excepción hasta el punto de que el vicepresidente de la Junta, Juan Marín (C's), no descartó hace poco concurrir con el PP en coalición a las próximas autonómicas, el año que viene, algo que no gustó a Arrimadas, que lo desechó por completo. En todo caso, la operación murciana, orquestada desde el PSOE por el secretario de Organización, José Luis Ábalos, el responsable de las relaciones entre el Gobierno y el partido, Santos Cerdán, y el secretario general de Moncloa, Félix Bolaños, puede que se extienda porque, tal como avisó la vicepresidenta primera del Gobierno, Carmen Calvo, "el PP debe acostumbrarse a una fórmula democrática como las mociones de censura, que lo que buscan es solucionar los problemas de los ciudadanos". La de Murcia, que pone fin a 26 años de gobierno popular en este feudo, incluye que la actual consejera de Empresa y portavoz, de Ciudadanos, Ana Martínez Vidal, sea nombrada nueva presidenta, lo que llevó a la dirección nacional del PP a lamentar que Arrimadas "haya roto su palabra". "Es un acuerdo de Ciudadanos con PSOE y con Podemos. Es decir, Arrimadas pacta con Pablo Iglesias. Permite que los radicales puedan gobernar en Murcia", lamentaron desde Génova. La iniciativa acordada con los socialistas, que afecta a Murcia capital, obedece, según los naranjas, a escándalos como la vacunación de altos cargos saltándose el protocolo, y a hechos recientes como una querella del PP regional contra el edil de Murcia Mario Gómez por infidelidad en la custodia de documentos y violación de secretos.

moción en castilla y león

Mientras, PP y C's ratificaron la vigencia de su pacto en Castilla y León después de que el PSOE anunciara una moción de censura. El portavoz naranja, David Castaño, descartó cambio alguno con una mención expresa al vicepresidente de la Junta, Francisco Igea: "Él firmó ese acuerdo, su firma es mi firma y su voz es mi voz". Desde la dirección estatal, C's añadió que solo apoyarán mociones allá donde haya sospechas de corrupción, y que por eso no la respaldarían siquiera en Madrid -aunque sí su debate- pese al órdago de Ayuso, que cesó a todos los consejeros naranjas.

"Asumo lo que está por venir, ahora serán los madrileños quienes decidan entre el socialismo o la libertad"

Presidenta de la Com. de Madrid

"Me siento traicionado por un capricho personal e irresponsable; Ayuso ha perdido la cabeza"

Exvicepdte. de la Com. de Madrid

"Abrimos la puerta a todos los dirigentes de Ciudadanos defraudados por esta operación clandestina"

Secretario general del PP

"Queremos saber si C's está dispuesto a generar otra mayoría para cambiar cómo gobernar Madrid"

Portavoz del PSOE en la Asamblea

"Desalojar a PP y Vox es una buenísima noticia, pero no se entendería que se haga en Murcia y no en Andalucía"

Coportavoz de Unidas Podemos