La familia de Iñigo Cabacas acudirá a instancias internacionales, comenzando por el Comité de Derechos Humanos de Naciones Unidas, para plantear una queja y reclamar "justicia para Iñigo" y su derecho a un juicio "con todas las garantías". Ello, después de que el Tribunal Supremo haya ratificado la sentencia de la Audiencia de Bizkaia que condenaba a dos años de prisión y 4 de inhabilitación por homicidio e imprudencia omisiva grave a un único ertzaina, el que dirigía el operativo policial el 5 de abril de 2012, fecha en la que fue herido de muerte por un pelotazo el joven aficionado del Athletic, que falleció cuatro días después en el hospital de Basurto. El anuncio de estos recursos a nivel internacional lo dio a conocer el jueves en una comparecencia de prensa la abogada de la familia, Jone Goirizelaia, que estaba acompañada por los padres del joven basauritarra, Manu y Fina.

Según manifestó la letrada de la familia Cabacas, además de elevar a este comité su recurso "lo más rápido posible, aunque no hay límite de plazo para hacerlo", presentarán una petición ante el Relator Especial del Alto Comisionado europeo, que supervisa la labor y la independencia de magistrados y abogados, para que elabore un informe sobre "la investigación que impulsó la Fiscalía de Bilbao en relación con todo el procedimiento". Igualmente, Goirizelaia añadió que la sentencia dictada por el Tribunal Supremo ha confirmado que la familia Cabacas "tiene que ir a buscar justicia a Europa y tiene claro que debe salir fuera de las fronteras del Estado, y recurrir a las instituciones a nivel internacional, para conseguirlo".

Sin entrar a fondo En su resolución, el alto tribunal rechazó los recursos presentados, tanto por el oficial de la Ertzaintza condenado, que era el de mayor rango respecto al mando del operativo policial, como por los padres de Cabacas, como acusación particular, y confirmó de forma íntegra la sentencia dictada por la Audiencia Provincial de Bizkaia, que absolvió a otros 5 agentes juzgados, tras no haberse logrado probar quién fue el ertzaina autor del letal disparo que acabó con la vida de Iñigo Cabacas.

A juicio de Goirizelaia, y tras analizar la sentencia, "el Tribunal Supremo no ha querido entrar al fondo de los recursos y lo único que ha hecho es buscar argumentos que sirvieran para ratificar la sentencia". Para la abogada de la familia Cabacas, se ha vulnerado un derecho fundamental porque "no se ha podido llegar al fondo de los hechos, al no practicarse todas las pruebas y porque esa investigación venía condicionada por una actuación previa de la Er-tzaintza".

Óptica corporativista

En su opinión, la sentencia del Supremo "ratifica la sentencia de la Audiencia de Bizkaia desde una óptica totalmente corporativista, aunque no puede evitar decir que la Ertzaintza no hizo bien las cosas". Para la abogada, "los mandos dieron la orden y está claro que se disparó, con lo cual, hay ya un elemento objetivo y, sin embargo, el Supremo dice que ese hecho, que ratifica la orden dada, no es suficiente y absuelve a los otros agentes juzgados tras no haberse logrado probar quién fue el ertzaina que disparó".

En este sentido, Goirizelaia afirmó que les ha llamado la atención la lectura que ha hecho el Tribunal Supremo del tipo delictivo, que considera y califica como imprudente y, aunque reconoce la actuación como tal, que quedó "clara" en el juicio y en la sentencia, "absuelve porque dice que solamente puede haber condena si se actúa dolosamente, lo que claramente es una contradicción en sus propios términos".

Por otro lado, el padre del joven seguidor del Athletic, Manu Cabacas, afirmó que "la familia se siente vapuleada, ninguneada y con mucha rabia". En este punto, añadió que tenían "un atisbo de esperanza" al acudir al Supremo y que cambiara algo, pero su tristeza y desazón ha llegado al conocer esta sentencia y "ver que es más de lo mismo o peor, porque encima se ríe de nosotros y nos hace pagar las costas. Es vergonzoso", afirmó.

Tras señalar que están "hartos" y no pueden más, Manu Cabacas aseguró que "jamás" podrán creer en la justicia española y, por eso, quieren ver si fuera de España algo les puede favorecer. "No pedimos que nos den, sino que, al menos, no nos quiten, y eso nos hicieron tanto en la Audiencia de Bizkaia como ahora en el Supremo, y ya no podemos más", remarcó.

CUATRO DÍAS DE AGONÍA

La muerte de Iñigo Cabacas, de 28 años, fue como consecuencia de una carga de la Ertzaintza en el callejón María Díaz de Haro de Bilbao, poco después de celebrarse en San Mamés un partido europeo que enfrentaba al Athletic Club de Bilbao y al Schalke 04, el 5 de abril de 2012.

El joven recibió un pelotazo en la cabeza y falleció cuatro días después en el hospital de Basurto, pero la investigación judicial se prolongó ante la imposibilidad de identificar al agente autor del disparo.

Una semana después de ocurrir los hechos, el consejero de Interior del Gobierno de Patxi López, Rodolfo Ares, pidió perdón a la familia. "La investigación se va a llevar a cabo pese a quien pese hasta las últimas consecuencias", prometió el entonces el consejero Ares.