- Hace apenas tres años el PSN y el PSOE transitaban por la oposición sin un rumbo claro y amenazados por la irrelevancia. Hoy gobiernan en Nafarroa y en Madrid, y lo hacen en buena medida gracias a Santos Cerdán León (Milagro, 1969), diputado y secretario de Política Territorial del PSOE. Fue el responsable de tejer las alianzas con las fuerzas periféricas que hoy sostienen a Pedro Sánchez, y de convencer al presidente de que los socialistas debían gobernar también en Nafarroa. Una apuesta que se ha visto refrendada esta semana con la aprobación de los presupuestos, y que ha permitido sacar adelante leyes importantes en Madrid como la de Educación o la de la Eutanasia.

¿Contar con presupuestos aprobados supone un balón de oxígeno para el Gobierno de España?

—Tener presupuestos es algo fundamental y estratégico. Son además unos presupuestos progresistas y expansivos, que van a contar con la mayor inversión social de toda la historia, y que se van a completar con los fondos europeos. Por eso es difícil de entender que algunos partidos hayan hecho todo lo posible para bloquearlos.

A pesar de todo, el Gobierno español está logrando sacar sus principales proyectos adelante. ¿Es más estable de lo que parece?

—Hay un interés en generar crispación para ocultar lo que hace el Gobierno. Pero a pesar de todo ese ruido, se están sacando adelante leyes importantes como los presupuestos o como la de Eutanasia. Una vez más, cuando ha habido avances en derechos y libertades en este país, han venido de la mano del Partido Socialista. Y con el voto en contra de la derecha, que llega tarde, como a la ley del divorcio, a la del aborto o a la del matrimonio igualitario. Aunque luego los utiliza.

¿Qué tal está siendo la relación dentro del Gobierno entre el PSOE y Unidas Podemos?

—Lógica entre dos socios de coalición. Somos dos partidos diferentes y es normal que haya fricciones. Pero tenemos un objetivo común: sacar adelante un programa de Gobierno. Y en esas estamos.

Sin embargo, a veces saltan chispas. La última vez a cuenta del discurso del rey. ¿Corre riesgo la alianza de Gobierno?

—Yo entiendo que Podemos quiera marcar ciertas diferencias con el partido mayoritario del Gobierno. Debemos verlo dentro de la normalidad. Pero la coalición no está cuestionada, ni mucho menos. La salud del Gobierno es buena.

El acuerdo con EH Bildu ha monopolizado el debate presupuestario. ¿Ha empañado su aprobación?

—Los presupuestos han salido aprobados con 188 votos, así que los 5 de EH Bildu no han sido determinantes. Lo que ocurre es que la derecha los ha querido amplificar porque no quería que se hablara del contenido y ha querido centrar el debate en EH Bildu. Si uno ve las enmiendas que ha presentado, no veo argumento para votar en contra. Pero han preferido hacer ruido con el terrorismo, que sufrimos muy de cerca. Desgraciadamente, algunos parece que no quieren que se termine del todo.

¿Ha tenido que hacer mucha pedagogía en el PSOE? Algunos barones no han ocultado su malestar.

—Han sido cuestiones más a nivel particular, que luego tienen mucho eco mediático en los medios de la derecha para hacer daño al Gobierno de España. Por eso duele que algunos compañeros entren a ese juego. Como responsable orgánico del PSOE me ha tocado hablar con algunos de ellos para explicarles la situación, recordarles que el PSOE somos todos, y que ellos también tienen que defender al PSOE.

¿Hay dudas en el PSOE con la estrategia de Pedro Sánchez?

—No, para nada. Porque además no hay ninguna otra estrategia posible. El único objetivo de la derecha en este país es bloquear al Gobierno para derrocarlo. Lo estamos viendo con la renovación del Consejo General del Poder Judicial. Y en ese objetivo les vale todo.

Pero es normal que la oposición trate de ser alternativa.

—Sí, pero no se puede cuestionar la legitimidad del Gobierno y bloquear cualquier actuación. Hace poco en un chat de militares hablaban de “fusilar a 26 millones de hijos de puta”. Duele la tibieza con la que lo han condenado los partidos de derechas. Y, para colmo, sale Vox a decir que esos son de los suyos. Esta es la derecha que tenemos, y con ella poco se puede hacer.

¿La mayoría de los presupuestos es de largo recorrido entonces?

—No lo sé, porque en el Congreso hay mucho diálogo entre todas las fuerzas políticas. Pero sí que es cierto que con la actitud de la derecha de poner zancadillas continuamente a todo resulta más difícil. Están echados al monte. Como navarro además me da pena ver a un partido como UPN haciendo de alumno aventajado de Vox. Cada vez que habla uno de sus dos diputados la bancada de Vox aplaude y les da palmaditas en la espalda.

Nafarroa también tendrá presupuestos con una mayoría similar.

—Para un Gobierno en minoría conseguir aprobar dos presupuestos es todo un éxito. Y quiero felicitar a mis compañeros del Gobierno de Navarra porque han hecho un trabajo excepcional de diálogo con todas las fuerzas políticas.

¿La política de alianzas en Madrid hace más fáciles los acuerdos por la izquierda en Nafarroa?

—El PSN tiene clara su apuesta, que es una apuesta por una Navarra plural, diversa y en la que tenemos que ser capaces de dialogar entre todos, sacar las cosas adelante y seguir trabajando. Y ahí vamos a seguir con quienes quieran acordar, tratando de ampliar la mayoría que actualmente sostiene al Gobierno foral.

¿Eso descarta a Navarra Suma?

—El problema es que para Navarra Suma los únicos navarros buenos son los que piensan como ellos. Sinceramente, veo a UPN desnortado, y me preocupa esa deriva hacia la derecha más reaccionaria. A nosotros nos gustaría tener otro UPN, no tan de derechas como el actual. Pero tengo la impresión de que es una estrategia deliberada.

¿Por qué?

—Porque han visto la pugna que hay en la derecha a nivel nacional, y han optado por un discurso más extremista para evitar que surja Vox. Quizá así logre mantener todo el voto de derechas, pero hay votantes de UPN de centro o progresistas que se pueden sentir más identificados con un Gobierno como el actual.