El Gobierno español quiere correr un tupido velo sobre la inhabilitación del president Torra y que no complique su relación con ERC, de la que dependen en buena medida la aprobación de los Presupuestos estatales para el próximo año. También mira de reojo al PDeCAT tras la ruptura con Junts.

El gabinete de Pedro Sánchez ha realizado en las últimas horas varios movimientos que pretendían amortiguar el golpe de una sentencia que se daba por descontada, unos movimientos que han supuesto poner la venda antes de la herida para no arriesgar las Cuentas y la continuidad de la mesa de diálogo con el Govern. En esa clave se leen el anuncio sobre la reforma del delito de sedición, la tramitación de varios indultos (un mero trámite que se elevó a la categoría de gesto político con el anuncio solemne del ministro) y la ausencia del rey en la toma de despachos de los jueces en Barcelona, una decisión que ha terminado estallando en las manos del Ejecutivo español por la polémica que ha generado entre parte de la judicatura y con la propia Casa Real. Sánchez necesita un escenario de cierta estabilidad en Catalunya, y por ello todos los mensajes se centraron ayer en pedir unas elecciones cuanto antes tras la inhabilitación de Torra.

Unos comicios que permitan pasar página y clarificar el reparto de fuerzas entre Junts y ERC. La tramitación de las Cuentas va a correr en cierta medida en paralelo a unos comicios que se esperan para febrero, de manera que puede haber cierta contradicción en que Sánchez pida unas elecciones que pueden tensionar la relación con ERC por la pugna con JxCat, pero espera al menos que el debate de las enmiendas a la totalidad se salve antes de que acabe este año, y que ERC mantenga su compromiso porque la sentencia se daba por hecha.

La presidenta del PSOE, Cristina Narbona, exigió que se convoquen elecciones cuanto antes para salir del "bloqueo". "Esta inhabilitación abre un tiempo nuevo para Cataluña. Se debe producir lo antes posible la convocatoria de unas elecciones autonómicas que permitan a los catalanes superar la situación de parálisis y de bloqueo generada por la actitud de los partidos independentistas", dijo en rueda de prensa tras la Comisión Ejecutiva Federal, donde el PSOE apuntó como única salida al bloqueo la convocatoria urgente de elecciones tras la inhabilitación de Torra.

"Esperamos y confiamos en que sea así y no prolongue de una manera injustificada una situación de un Gobierno en funciones, en una situación extremadamente precaria que no hace más de agravar el día a día de todos los ciudadanos en Cataluña", añadió. Además, dijo que lo sucedido no cambia "la disposición al diálogo que mantiene el Gobierno" ni su intención de reunir otra vez la mesa con el Govern, uno de los compromisos clave con ERC a cambio de dar estabilidad a la legislatura de Sánchez en el Congreso. "Pero para eso hace falta que la otra parte esté dispuesta a dialogar", agregó.

En este punto arranca otro debate susceptible de levantar ampollas. A partir de ahora, Torra está inhabilitado y el PSOE no lo reconoce como president ni, por lo tanto, como interlocutor con mando en plaza y capacidad de decisión en la mesa de diálogo. "El presidente Torra está inhabilitado para seguir ejerciendo esa función. Es evidente que cualquier diálogo entre dos administraciones tiene que llevarse a cabo entre personas que estén capacitadas para tomar decisiones", dijo Narbona. Pero dentro del Gobierno español afloran ya algunos matices para evitar posiciones de máximos. La vicepresidenta Carmen Calvo no descartó que Torra pueda estar en la mesa, pero con un papel secundario, como parte de la delegación de Junts y como representante, en definitiva, de un partido.

Calvo pidió que se convoquen "cuanto antes" las elecciones y abogó por retomar la mesa de diálogo. Además, se cuidó mucho de entrar a valorar la sentencia o hacer sangre. "No toca al poder Ejecutivo hacerlo", zanjó. Solo se pronunció para señalar que "convendría que Cataluña entrara en otro espacio en el que sean los catalanes los que hablen, cuanto antes, mejor".

"Sería muy útil para afrontar el inicio de esta legislatura con una relación de reencuentro y cooperación con Cataluña lo más fructífera posible. Sería conveniente que cuanto antes esté Cataluña en condiciones de tener capacidad de trabajo con el Gobierno", agregó. Sobre la presencia de Torra en la mesa, dijo que, cuando negó su participación, se refería "a Torra investido de su condición de president". "Como president, no, evidentemente. Pero en esa mesa se sentaron dos partidos que decidirán quiénes son representantes", dijo.