La Diputación Permanente del Congreso de los Diputados vota hoy la comparecencia en el hemiciclo del vicepresidente segundo del Gobierno español, Pablo Iglesias, en relación con las investigaciones sobre la financiación de Podemos, y después de que un juzgado de Madrid imputara a la formación morada y a varios de sus dirigentes como Juanma del Olmo por delitos de malversación y administración desleal.

Todo apunta a que la petición, presentada por el PP y por Ciudadanos, será rechazada, ya que el PSOE votará finalmente en contra, uniendo así sus votos a los de sus socios morados para impedir que Pablo Iglesias acuda al pleno. Aunque los socialistas amagaron con votar diferente a Podemos y reclamaron a su líder que acudiera al Congreso en pos de la “transparencia”, finalmente impedirán la comparecencia para evitar otro desencuentro con sus socios en el Gobierno español.

Por su parte, el grupo parlamentario de Unidas Podemos ya dejó muy claro ayer que se niega a la comparecencia de su líder, al considerar que la petición únicamente persigue “disparar munición” contra Pablo Iglesias.

De esta forma, el PSOE evitará finalmente a Iglesias el brete de explicar en sede parlamentaria las sospechas sobre la financiación de su formación tras la decisión de un magistrado de investigar a Podemos en relación con sus cuentas y facturas, después de que el exabogado de los morados, José Manuel Calvente, presentara una denuncia al respecto.

Aunque los de Iglesias niegan las acusaciones y hablan de “rumores” y “mentiras”, la Fiscalía del Tribunal de Cuentas también les ha abierto investigación por un posible delito en gastos electorales. Según argumenta el fiscal, Podemos habría simulado una factura de 363.000 euros con la consultora Neurona, en relación con la campaña de las elecciones generales de abril de 2019.

Aunque los socialistas impedirán que Iglesias comparezca, ayer algunos dirigentes del PSOE sí pidieron al líder de Podemos que sea consecuente con su rol institucional y ofrezca explicaciones. En esa línea se expresó la ministra de Defensa, Margarita Robles, que, aunque defendió la presunción de inocencia de los morados, añadió que “la transparencia siempre es buena y el control parlamentario siempre es positivo”. También metió presión a Iglesias la vicepresidenta primera, Carmen Calvo, que cree que debe ir al Congreso en su condición de miembro del Ejecutivo. “Hemos de distinguir los espacios de Gobierno de los espacios de partido, y en este sentido el Gobierno está a la disposición del Parlamento cuando nos llaman en las condiciones en las que la junta de portavoces o la mesa de la cámara consideren oportuno”, argumentó Calvo.

Por su parte, en Podemos dejaron claro su rechazo a la petición de comparecencia de PP y C’s, y enmarcaron la investigación a la financiación de su partido en una campaña basada en “bulos” y “mentiras”. Según su secretario de Organización, Alberto Rodríguez, el magistrado del Juzgado de Instrucción número 42 de Madrid ha decidido imputar a los morados únicamente en base a “rumores” y para hacer un “roto mediático” a la formación. Por ello, rechaza que Iglesias dé explicaciones en el Congreso, ya que solo serviría para que “todo el mundo dispare su munición” y se desate una guerra en los medios contra Unidas Podemos.

“corrupción” en el gobierno

Por último, en el PP reclamaron al PSOE que no “vete” la comparecencia de Iglesias en el Congreso. La portavoz parlamentaria Cuca Gamarra opinó que, en caso de no acudir el vicepresidente al hemiciclo, se “ratificará que la corrupción está dentro” del Gobierno.