- La emergencia sanitaria provocada por el coronavirus y las limitaciones para que los vascos salieran de sus casas o pudieran reunirse en espacios cerrados dieron al traste con los plazos para la renovación de la ejecutiva del PNV que preside Andoni Ortuzar. El partido jeltzale, que tenía que iniciar varios trámites en abril y mayo para debatir los estatutos y comenzar a recibir las propuestas de candidatos de las bases, se vio incapaz de reunir a la militancia en los ba-tzokis o las organizaciones territoriales, y suspendió el proceso, con el compromiso de retomarlo en cuanto lo permitiera la evolución del virus. En esa fase se encuentra ahora mismo. En una carta física, remitida con sobre y papel, firmada por Ortuzar y enviada a la militancia el pasado viernes desde la ejecutiva, el PNV apuesta por iniciar un “desconfinamiento político” y celebrará en junio, una vez superada la fase dos del encierro, la Asamblea Nacional ordinaria que se vio obligado a aplazar, y donde se espera que se aclare el calendario del proceso. A partir de ahí, llamará a las asambleas territoriales y municipales. Eso sí, según la carta a la que ha tenido acceso DEIA, la Asamblea General que iba a servir de colofón para el proceso y que se mantenía para los días 11 y 12 de julio será aplazada por la coincidencia con las elecciones vascas y por las dificultades para cumplir trámites en el confinamiento. Ortuzar, en cualquier caso, promete que el proceso se realizará en el segundo semestre y terminará antes de que acabe el año.

El PNV debe renovar su ejecutiva, elegir un presidente y ocho burukides, que serán complementados por los cinco presidentes de las territoriales de Bizkaia, Gipuzkoa, Araba, Nafarroa e Iparralde. No se espera un gran cataclismo y nadie prevé un desenlace diferente a la reelección de Andoni Ortuzar al frente del partido, pero formalmente el proceso no le pemite presentarse, la militancia tiene que proponerlo como candidato y, de todos modos, en su momento ya aclaró que lo que debe producirse en primer lugar es un debate sobre el proyecto. Lo que quiere Ortuzar es evitar que se plantee el proceso como algo personalista en torno a los nombres, o se presente su reelección como un mero automatismo. Las territoriales las dirigen Itxaso Atutxa (Bizkaia), Joseba Egibar (Gipuzkoa), José Antonio Suso (Araba), Unai Hualde (Nafarroa) y Pako Arizmendi (Iparralde). Los estatutos recogen medidas novedosas como la suspensión de militancia por violencia de género.

Ortuzar recuerda la cancelación de la Asamblea Nacional de marzo, pero anuncia que ha cambiado la situación y se va recuperando la normalidad. Cree que la actividad política no debe ser “una excepción” sino que, al contrario, debe reactivarse con fuerza para hacer frente a los retos. En ese criterio encuadra la convocatoria de elecciones para el 12 de julio por parte del lehendakari. La carta sirve para explicar esta decisión, que justifica en la necesidad de disponer “cuanto antes de instituciones vascas fuertes capaces de llevar a nuestra nación por el buen camino ante tantas incertidumbres y problemas”. “Euskadi va a afrontar uno de los momentos más delicados de los últimos cuarenta años por la excepcional mezcla de factores sanitarios, económicos, laborales y sociales que pueden desembocar en una situación crítica para el futuro de nuestra sociedad”, avisa.

Cree que “el PNV debe estar ahí, en primera línea de reconstrucción de Euskadi” y, por ello, pide a la militancia “la máxima implicación y trabajo de cara a las elecciones”. “Va a ser una precampaña y campaña distinta, pero nuestra militancia tiene que pelear como siempre por el voto”, recalca.

Plantea las elecciones como un acicate para retomar “el pulso a la actividad en los batzokis y en las calles”, siguiendo las directrices sanitarias. En ese punto anuncia que “es intención del EBB celebrar a lo largo del mes de junio la Asamblea Nacional ordinaria aplazada”. Todo se hará con las restricciones de aforo. “Precisamente para el día 12 de julio teníamos programada la clausura de nuestra Asamblea General. La coincidencia con las elecciones y también la imposibilidad de cumplir los requisitos propios de la asamblea durante estos meses de confinamiento nos obligan a posponer nuestro magno encuentro a una fecha aún por determinar pero que será -salvo causas sanitarias de fuerza mayor- dentro del segundo semestre y antes de fin de año”, aclara. Cree que las elecciones y la asamblea son cruciales para garantizar que se cumpla el proyecto del PNV, que además celebra sus 125 años de historia. Desde la ejecutiva, se remiten a la carta y no dan más detalles del proceso. Solo confirman que estará terminado en 2020. La ejecutiva debe renovarse cada cuatro años, pero nada obliga a hacerlo en el mes exacto de la anterior renovación, en febrero de 2016.

“El lehendakari ha convocado elecciones para tener cuanto antes instituciones fuertes”

Presidente del EBB del PNV