- La práctica totalidad de los pensamientos del lehendakari se centra en buscar soluciones para la crisis del coronavirus, sobre todo a la hora de garantizar las mascarillas y el personal sanitario suficiente. En una entrevista concedida a ETB-2, Urkullu no quiso alimentar ninguna polémica política sobre la participación del Ejército español en la desinfección del aeropuerto de Loiu (le quitó hierro porque es una infraestructura estatal), ni en materia de coordinación con el Gobierno español, donde aclaró que se están respetando las competencias vascas. Se centró en la gestión sin distracciones y anunció que la próxima semana van a llegar un millón de mascarillas. En la gestión de los espacios hospitalarios, no prevé un colapso y la situación está más controlada. Está movilizando todos los recursos disponibles para gestionarlo desde las competencias vascas. Explicó que se está movilizando "un recurso por territorio" para ampliar la capacidad hospitalaria: las instalaciones de la fundación BBK en Sukarrieta, el hospital Quirón en Gipuzkoa y cinco plantas del edificio de consultas externas de Txagorritxu. Se han ofrecido también varios hoteles. El lehendakari aclaró hace días que no es necesario, por este mismo motivo, que el Ejército intervenga con un hospital de campaña en Araka. Ayer no quiso tampoco buscar la gresca con sus socios del PSE, que han lanzado mensajes disonantes.

Urkullu también se pronunció sobre el debate que está generando Bildu para detener totalmente la actividad económica, salvo los servicios esenciales. El lehendakari no se mostró partidario de un "coma económico". "Es muy fácil decirlo, pero a diario tenemos que echar mano de servicios y farmacias y, para eso, hay que trabajar con los productos", aclaró. Además, previno del riesgo de bajar la persiana, porque después será más complicado levantarla. El Gobierno vasco no ve necesario el cierre total de empresas, que por otro lado entraría de lleno en las competencias estatales por el estado de alarma. Murcia intentó ayer tomar medidas en ese sentido con el argumento de que salva vidas, y Sánchez la desautorizó.

La crisis sanitaria, que está provocando pérdidas humanas, el confinamiento de los ciudadanos en sus casas para poner freno al contagio y que tendrá un impacto económico relevante, se está comparando con otros episodios de penurias en la comunidad autónoma, como la posguerra. En ese contexto, ayer se cumplió el 60 aniversario de la muerte del primer lehendakari, José Antonio Aguirre, y tanto Urkullu como el PNV coincidieron en apelar a su figura desde las redes sociales para superar el bache desde la unidad, y desde la plena confianza en el autogobierno y las instituciones propias, que se plasman ahora en Osakidetza y la Ertzaintza.

Urkullu realizó este homenaje el mismo día en que participaba en la reunión por videoconferencia con el presidente español, Pedro Sánchez, y otros mandatarios autonómicos. El lehendakari defendió las instituciones propias y, en el campo de los medios materiales, apostó por la colaboración y mostró "la firme determinación de ofrecer toda la ayuda que nos sea posible y de solicitarla cada vez que sea necesario".

Urkullu reitera su llamamiento una semana después de que Sánchez decretara el estado de alarma e instaurase un mando único estatal para coordinar a las comunidades autónomas. Sánchez va a pedir al Congreso de los Diputados este miércoles que lo prorrogue quince días más, de manera que su mando único se va a mantener en el tiempo, y la colaboración se va a someter a una prueba de fuego. En todo este periodo, el lehendakari ha optado por morderse la lengua y arrimar el hombro. Además, el lehendakari se ofrece a colaborar, dar y recibir ayuda en la gestión de los medios materiales como las mascarillas (el Gobierno español también pidió a Euskadi que enviara material a otros territorios) o los tests rápidos para detectar el virus. En el momento de su comparecencia en la reunión de presidentes, la comunidad autónoma trabajaba con recursos propios, de manera que Urkullu preguntó qué va a suceder con esos tests, cuándo llegarían y cuántos corresponden a cada uno.

Urkullu recordó ayer en sus redes sociales a Aguirre porque "supo unir fuerzas en momentos de fuerte adversidad", y también puso en marcha "el primer Gobierno vasco y la institucionalización de Euskadi". "En esta coyuntura de crisis sanitaria, entendemos en toda su dimensión la importancia de unir fuerzas por encima de las diferencias. En este contexto de incertidumbre, comprobamos el valor que tiene contar con las instituciones propias de autogobierno. Nuestras instituciones ofrecen protección y seguridad a todas y cada una de las personas que integramos la sociedad vasca", defendió.

El presidente de la ejecutiva del PNV, Andoni Ortuzar, se sumó al homenaje reivindicando la capacidad para "gobernarnos, para crear una sanidad, una educación, una seguridad propia", y dijo que "el ejemplo Agirre" sigue vigente. "Hoy también estamos en buenas manos. En las manos de un lehendakari y todo su Gobierno, que nos guiarán por el buen camino. Y, sobre todo, en las manos expertas de nuestras y nuestros profesionales sanitarios, de ertzainas y personal de emergencias (...). Hoy, como ayer, tenemos confianza plena en nuestras instituciones", dijo.

En el contexto de la reunión de presidentes, el lehendakari aseguró que la urgencia ahora mismo es asegurar el suministro de las mascarillas y respiradores. Mostró su "disposición total a la colaboración". "Nuestro Gobierno tiene la firme determinación de ofrecer toda la ayuda que nos sea posible y de solicitarla cada vez que sea necesario. Nuestras prioridades las próximas semanas son reforzar las plantillas profesionales y garantizar el suministro de material sanitario", dijo. Abogó por "una mayor unidad de acción en el marco de la Unión Europea a la hora de adoptar el conjunto de decisiones estratégicas".