BILBAO - Tras la exhumación y el traslado de los restos de Francisco Franco del Valle de los Caídos, el PSOE pretende profundizar en este tipo de iniciativas de calado político que son las que movilizan a su electorado para dar la batalla contra el auge de la ultraderecha de Vox. La próxima será tipificar como delito en el nuevo Código Penal la exaltación y apología del franquismo. "En democracia no se homenajea ni a dictadores ni a tiranos", proclamó ayer la vicesecretaria general del PSOE, Adriana Lastra. "Por fin", exclamó en referencia a este nuevo objetivo del Gobierno de coalición que lidera Pedro Sánchez.

"Exhumaremos a las víctimas que aún yacen en las fosas comunes, retiraremos la simbología franquista que aún queda en lugares públicos y reformaremos el Código Penal para que la apología y la exaltación del franquismo sean al fin un delito", anunció Lastra, en presencia de la vicepresidenta primera del Ejecutivo español, Carmen Calvo, y del propio ministro de Justicia, Juan Carlos Campo, durante un desayuno informativo. Con esta decisión, se da un salto con respecto al acuerdo suscrito con Unidas Podemos, que se limitaba a prohibir la exaltación y enaltecimiento del franquismo en lugares de acceso público. "Solo una minoría privilegiada de quienes nunca sufrieron las consecuencias de querer ser libre en una España que no lo era puede mirar a ese pasado oscuro con nostalgia", denunció Lastra. Por ello, instó a mirar a dicho pasado con "memoria y justicia", en recuerdo de "las víctimas de una dictadura terrible que nos arrancó la libertad y sembró dolor e injusticia".

La oposición no tardó en cargar contra esta iniciativa. La vicesecretaria de Política Social del PP, Cuca Gamarra, precisó que "evidentemente a los dictadores no se les homenajea en una democracia" pero avisó a Sánchez de que esa reforma penal se le puede volver en contra por su relación con el "dictador" venezolano Nicolás Maduro. "A los dictadores no se les homenajea en una democracia, pero que tengan cuidado Ábalos, Zapatero e incluso que tenga cuidado Sánchez, no vaya a ser que esta reforma se les vuelva teniendo en cuenta los encuentros que mantiene con dictadores o con vicepresidentes de dictadores incluso en territorio español", aseveró, en alusión a la reunión del ministro de Transportes, José Luis Ábalos, con la número dos de Maduro, Delcy Rodríguez, en el aeropuerto de Bajaras el 20 de enero. El PP criticó que el Gobierno plantee de forma continua reformas del Código Penal, después de que estos días haya anunciado la revisión del delito de sedición y la posibilidad de incluir también la reforma sobre el consentimiento en las relaciones sexuales. "Aquí vamos cada día a una reforma del Código Penal. Se levantan y es lo primero que piensan", ironizó Gamarra.

Por su parte, la portavoz de la Gestora de Ciudadanos, Melisa Rodríguez, pidió a Sánchez que combata a "dictadores vivos" como Maduro, y no solo a los ya fallecidos, como Franco. "Me preocupa muchísimo todo el esfuerzo que pone el Gobierno continuamente, no sé si solo para atraer el foco mediático, en combatir a dictadores muertos", mientras "manda a Zapatero a reunirse con un dictador vivo", manifestó.

Fundación Franco

El enfado de la Fundación Francisco Franco no se hizo esperar, acusando al Gobierno de coalición de sectarismo por pretender ilegalizar una entidad que tiene por objetivo difundir el conocimiento sobre la "vida, pensamiento, legado y obra" del dictador y su régimen. Mediante un comunicado reprocharon que quieren hacer "callar" una "voz discordante con el relato sectario" que del pasado "quiere imponer la izquierda desde el Boletín Oficial del Estado". "Se trata de un gravísimo ataque a la libertad de opinión, ideológica, de expresión, de cátedra y de pensamiento contemplados en los artículos 14,16 y 20 de la Constitución española que debe repugnar a cualquier persona que, independientemente de sus ideas políticas, crea en la democracia y en el Estado de Derecho", añadieron.