Bilbao - El PSE siguió marcando ayer distancia con la propuesta presentada por el secretario de Derechos Humanos del Gobierno vasco, Jonan Fernández, para el acercamiento de presos de ETA a cárceles próximas a Euskadi, asegurando que la misma "ni se ha analizado ni se ha aprobado" en el seno del Ejecutivo de Gasteiz, formado por PNV y los propios socialistas vascos. "No ha sido objeto de consenso" entre ambas formaciones, aseguró el presidente del PSE y consejero de Vivienda, Iñaki Arriola, por lo que avanzó que este asunto será "analizado" próximamente en el seno del Consejo de Gobierno.

Por su parte, el portavoz del PNV en el Parlamento Vasco, Joseba Egibar, alegó que el plan que se trasladará al Gobierno de Pedro Sánchez, que aboga por acercar a los 210 presos de ETA a cárceles de Euskadi o cercanas a la CAV antes de comenzar su itinerario de reinserción, no supone "un nuevo criterio" por parte del Ejecutivo de Iñigo Urkullu. De hecho, se trata de la misma propuesta, actualizada, que el lehendakari hizo a Mariano Rajoy y después a Sánchez. Por ello, Egibar puso en duda que el PSE vaya a "cuestionar" esta iniciativa.

Tras el anuncio realizado por Jonan Fernández, la secretaria general del PSE, Idoia Mendia, convocó el pasado jueves una comparecencia de urgencia en la que definió este plan como "una propuesta personal" del secretario de Derechos Humanos y Convivencia. "No es una propuesta del Gobierno", insistió. En esta tesis incidió ayer la parlamentaria del PSE Gloria Sánchez, que aseguró que, con el anuncio de este plan, no se ha respetado "el ámbito prudente y discreto" que debe tener esta materia, ni "la iniciativa" que corresponde a Moncloa, "ni un tiempo de consolidación de un gobierno recientemente estrenado".

Criticó por ello a Fernández por precipitarse y reclamó tiempo para que el Gobierno de coalición del PSOE y Unidas Podemos se asiente y acometa esta cuestión. En declaraciones en Radio Euskadi, dijo que el secretario de Derechos Humanos "se ha equivocado en las formas y en el fondo", generando así "confusión", que es "lo que menos necesita" la gestión de la convivencia. Coincidió además con Arriola en afirmar que en el Consejo de Gobierno "ni se ha analizado ni se ha aprobado ninguna propuesta" sobre el acercamiento de los presos.

Proceso de reinserción Este plan es una "posición inequívoca del Gobierno vasco y no creo que el PSE lo vaya a cuestionar", aseguró por su parte el presidente del GBB, Joseba Egibar. También en declaraciones en Radio Euskadi, defendió que primero tiene que producirse el acercamiento de los presos, que "alivia una situación injusta también para las familias", y después su proceso de reinserción, lo que incluye "el reconocimiento del daño y distanciamiento crítico sobre los delitos cometidos". "El acercamiento se debe producir sí o sí", zanjó.

De forma diferente lo vio la socialista Gloria Sánchez, que lamentó que la propuesta "rompe con el criterio compartido hasta ahora" del principio de individualización en el tratamiento penitenciario, que "parte de la actitud de cada recluso". Explicó que la política penitenciaria debe ejecutarse "con prudencia", de forma "contrastada" con las víctimas y abordada de manera individualizada para favorecer la reinserción. "Un plan general es lo contrario a esa individualización", dijo. Iñaki Arriola añadió que esta cuestión "requiere de acuerdo y, además, de la suficiente discreción".

En lo que al resto de grupos se refiere, el parlamentario de EH Bildu Iker Casanova criticó ayer "las formas" a la hora de presentar este planteamiento, pero valoró el fondo, que "sí es interesante y representa un avance" ya que "no se somete a condicionalidad el fin de la dispersión". Desde Elkarrekin Podemos, Edurne García dijo que "pedimos el acercamiento de los privados de libertad y promover además un trato humanitario", y el nuevo portavoz del PP en la Cámara, Carmelo Barrio, acusó al PNV de tratar de pescar votos en el caladero de Bildu.