Bilbao - Pedro Sánchez ha trasladado al lehendakari Iñigo Urkullu que su intención de completar el Estatuto de Gernika y por ende acordar las transferencias pendientes es "un objetivo prioritario para este año 2020". Es el mensaje que le hizo llegar la semana pasada en la conversación telefónica que mantuvieron tras la investidura. El compromiso del presidente español tuvo ayer su correlato con la petición del jefe del Ejecutivo vasco a sus consejeros para que contacten sin demora con los nuevos ministros del gabinete Sánchez al objeto de agilizar los traspasos de la treintena de competencias que quedan pendientes.

Urkullu quiere apretar al Gobierno Sánchez en este tramo final de la legislatura vasca -como máximo le quedan ocho meses, con el verano en medio- para poder finalizarla con un puñado de transferencias materializadas antes de las elecciones autonómicas. Las partes tendrán que fijar los interlocutores y rehacer y actualizar el calendario de las negociaciones para establecer el inicio de los trabajos, el intercambio de propuestas sobre las materias y los servicios a traspasar y el horizonte de acuerdo.

El Gobierno vasco cree que en un año pueden completarse todas las transferencias y dejar así prácticamente cerrado el desarrollo del Estatuto de Gernika. De hecho, el calendario que acordaron en diciembre de 2018 ambos gobiernos preveía poco más de un año para cerrar los acuerdos de las más de treinta competencias pendientes.

El documento dividía en tres bloques todo el paquete de transferencias en función del inicio de los trabajos y el horizonte de acuerdo -no de ejecución del traspaso-. Un primer bloque de siete materias y servicios tenía que haber sido transferido en marzo de 2019; un segundo de once, en abril de ese año; y un tercero de catorce competencias, en enero de este mismo año. Estos plazos no han podido completarse al poner Sánchez punto y final antes de tiempo a aquella legislatura por no poder sacar adelante los Presupuestos Generales del Estado, al no contar entonces con el apoyo decisivo de ERC.

Solo pudo cerrarse y ejecutarse la transferencia de la autopista AP-68. Otras tres se quedaron en el camino a pesar de estar muy avanzadas las negociaciones y se quedaron colgadas por las elecciones generales de abril: el seguro escolar, los productos farmacéuticos y las ayudas a la jubilación en las empresas afectadas por ERE. Previamente, en diciembre de 2018, se acordó el traspaso de la titularidad de dos líneas ferroviarias Basurto Hospital-Ariz e Irauregi-Lutxana-Barakaldo, aunque quedan otras líneas por traspasar.

Desde abril, con una investidura fallida de por medio en julio, han transcurrido diez meses de gobierno en funciones y esa interinidad ha impedido avances. Ahora que Sánchez ya ha formado gobierno, el Gobierno vasco no quiere perder más tiempo y el consejero de Autogobierno y portavoz del Ejecutivo, Josu Erkoreka, contactará esta semana con la ministra de Política Territorial, Carolina Darias, para cerrar un encuentro e ir acercando posiciones para elaborar un cronograma de negociaciones y establecer los interlocutores por ambas partes para cada una de las materias. El cambio de la estructura de gobierno por parte de Sánchez complica algo más las cosas porque algunas materias antes negociadas con un ministerio ahora puede dividirse en dos o más departamentos.

En declaraciones realizadas tras la reunión del Consejo de Gobierno en Gasteiz, Erkoreka subrayó que ayer se celebró el primer Consejo de Ministros de la nueva legislatura del Estado. "Se abre una nueva etapa en la que, por primera vez, se ha conformado un Gobierno de coalición. Es un nuevo tiempo que, asentado en el pacto, la negociación y el pacto entre diferentes, valoramos positivamente", enfatizó.

Erkoreka se congratuló por que haya concluido "un ciclo de interinidad, inestabilidad e incertidumbre que ha durado diez meses, casi un año de bloqueo e inacción institucional que, por fin, puede comenzar a superarse". Además, explicó que Urkullu ha encargado a los consejeros que abran "un canal de comunicación con las personas que ocupan los nuevos ministerios". En este sentido apostó por "abordar sin dilación todos los temas sectoriales pendientes y definir las prioridades de cara a la primera reunión con el nuevo presidente".

El portavoz del Gobierno vasco destacó que "una de las cuestiones prioritarias es avanzar en el calendario y el plan de trabajo relativo a las transferencias pendientes" aprobado con el gabinete de Sánchez hace casi un año.

El futuro encuentro entre Erkoreka y Darias servirá para comprobar si se mantiene la sintonía entre ambos ejecutivos después del paso por el ministerio de Política Territorial de Meritxell Batet, ahora presidenta del Congreso de los Diputados. De la nueva ministra del ramo se ha destacado su capacidad de diálogo y su apuesta por buscar el entendimiento para solucionar el contencioso entre el Estado y Catalunya. La exconsejera canaria no participará de forma activa en la cuestión catalana -Sánchez se encargará personalmente de ello bajo la coordinación de la vicepresidenta política, Carmen Calvo-, pero tendrá que aplicar la misma receta para responder a las exigencias de Lakua en esta materia. "Esperamos que el trabajo realizado y la voluntad política manifestada por ambas partes nos permita avanzar en el objetivo de cumplir en su integridad el Estatuto de Gernika", aseveró.

Del último paquete de transferencias se descuelgan la de la autopista ya transferida y las dos líneas ferroviarias, pero se le suma una que quedó excluida en la última negociación: el régimen económico de la Seguridad Social. Es una competencia con mucho peso simbólico para ambas partes pero que también viene expresamente recogida en el Estatuto de Gernika. Hace un año, debido a su complejidad técnica y al delicado momento político el Gobierno vasco prefirió aparcarlo en favor del pragmatismo, pero ahora con un gobierno y una legislatura nuevas el Ejecutivo de Gasteiz lo incluye en sus demandas.