DONOSTIA. La negociación de investidura entre Pedro Sánchez y ERC ha entrado en un compás de espera. Las dos partes contienen el aliento pendientes de las citas judiciales previstas para esta semana, que pueden desencadenar una cadena de eventos que afecte a la proclamación del presidente español. La cita más relevante de todas tendrá lugar el jueves, cuando el Tribunal Superior de Justicia de la Unión Europea aclare si el líder de ERC, Oriol Junqueras, tiene o no la inmunidad parlamentaria. ERC no sabe cómo sentirse ante este juicio porque, si dan la razón a Junqueras, será un éxito para él, pero también para el expresident Carles Puigdemont, que podría resucitar políticamente si se le concede esa inmunidad, con la que podría desplazarse por el territorio europeo sin temor a ser arrestado o perseguido. Eso sí, en el Estado español sí sería detenido. Con independencia de que Puigdemont decida quedarse en Waterloo o acercarse a Perpiñán, esa victoria judicial le daría oxígeno político y lo animaría a mantener cierta tutela sobre la política catalana y estatal, donde es de sobra conocido que se opone en redondo a facilitar la gobernabilidad en Madrid.

Fue el Tribunal Supremo quien elevó la pregunta sobre la inmunidad de Junqueras a Europa, para conocer si el republicano tiene ya esa condición por el mero hecho de haber sido votado por los ciudadanos y haber logrado un escaño o, por el contrario, carece de ella porque este mismo tribunal no le dejó salir de la cárcel para recoger el acta y jurar la Constitución española. Lo que se decida sobre Junqueras afectará a los huidos Puigdemont y a Toni Comín, que incluso cuentan con una ventaja sobre él: en el caso de Junqueras, el órgano europeo puede llegar a la conclusión de que ya no son competentes para decidir sobre este asunto desde el momento en que cumple una condena por inhabilitación en el Estado español por el procés; pero Puigdemont y Comín están huidos y no han sido juzgados. Puigdemont cruza los dedos. No ha ocultado su deseo de mantener su ascendencia sobre la política catalana, y su resurrección podría tener lugar en un momento clave: podría presionar a favor de un adelanto de las elecciones catalanas, y también presionar para que el PDeCAT se disuelva en JxCat en unas negociaciones que se extenderán durante semanas y que podrían dejar tocada la influencia del sector más moderado de la antigua Convergència. Hay otros factores que pueden tensionar la situación, como una inhabilitación del president Torra por no retirar a tiempo los lazos amarillos en campaña electoral. Se calcula que la sentencia llegará antes de las Navidades.

En puridad, la semana comenzará con la vista que se celebrará hoy mismo sobre la extradición de Puigdemont, Puig y Comín, aunque es probable que la sesión se aplace hasta conocer la sentencia sobre la inmunidad parlamentaria. Los acusados quieren evitar la extradición al Estado español con el argumento de que les asiste esa inmunidad por ser europarlamentarios.

ERC tendrá un margen mayor para tomar su decisión sobre la investidura a partir del domingo. Los republicanos celebran un congreso entre el sábado y el domingo y en su transcurso alumbrarán documentos que el PSOE espera con cierta aprensión por si complicaran el pacto.