bilbao - “He llorado mucho con este proceso, ha sido doloroso para mí y mi familia”, acostumbra a revelar Jordi Pina (Barcelona, 1965), veterano penalista que soñó con ser periodista deportivo y que en la causa del procés, cuya sentencia se conocerá antes del próximo 16 de octubre, defiende a tres amigos, a su vez clientes, los exconsellers del PDeCAT Josep Rull y Jordi Turull, y al expresidente de la ANC Jordi Sànchez. Al letrado, con personaje propio en Polònia, programa de sátira política de TV3, le gratifica el apoyo que la gente le ha dado en sus charlas por Catalunya sobre un juicio amargo que no acabará con el fallo del Tribunal Supremo.

¿Qué expectativas tiene a pocos días de que el Supremo dé a conocer la sentencia por el ‘procés’?

-La misma que tuve el 13 de junio tras cuatro meses en el juicio y ver la actuación de la Fiscalía y las pruebas de la defensa, una sentencia absolutoria con todos los pronunciamientos favorables. Dicho esto, soy consciente, ya que todo el mundo dice lo contrario, de que esto no va a ser así, lo que me preocupa mucho. Yo he hecho un juicio sobre derecho penal donde todo el que ha querido ha visto que está abocado a la absolución. Puede que el tribunal tenga otra percepción.

¿Ha podido hablar recientemente con sus representados y saber cómo se sienten y la afrontan?

-Ahora más nerviosos porque ya el momento está cerca y eso te crea una situación de angustia ya que la sentencia es irrevocable a no ser que el Constitucional actúe circunstancialmente. Pero tranquilos, todos lo estamos, porque se ha hecho un trabajo muy digno demostrando que lo que han hecho mis clientes y amigos no es constitutivo ni del delito de rebelión ni de sedición. Tendrá otro nombre, estará tipificado en el Código Penal... Pero no de lo que se les acusa.

Tanto la sentencia como sus consecuencias se están empleando como ariete político, antes en el frustrado proceso de investidura y ahora inmersos ya en la precampaña.

-Es lo que me sorprende. Yo voy por la calle en Catalunya y me felicitan por el trabajo que hemos hecho durante el juicio porque nadie en toda España, ni el más facha, puede decir que se probaron todas las tesis de la acusación. Al revés, he oído, y no me alegra, comentarios despectivos hacia los fiscales y la Abogacía de lo poco preparados, incluso en medios que no son dudosos de su españolidad. Yo he estado dos años encerrado trabajando este tema y sé que este juicio no va de meter 15, 9 o 20 años a unas personas en la cárcel por permitir que unos ciudadanos metan una papeleta en la urna. Y pese a eso, hablan de sentencia condenatoria.

Hasta la propia fiscala Segarra y el presidente del Supremo, Carlos Lesmes, instan a acatar el fallo...

-Debería pensar que todos aquellos que hablan lo hacen por bravuconería y de cosas que no conocen. Sería lamentable y vergonzoso que poderes del Estado supieran ya el contenido de la sentencia y las defensas no. Hoy en día, después de todo lo que he vivido en este procedimiento, nada me parece sorprendente.

Incluso Pedro Sánchez acaba de amenazar al soberanismo con aplicar nuevamente el 155 en función de cómo se reaccione a la sentencia.

-Esto ya escapa de lo normal. Una mayoría de ciudadanos españoles se piensa que este juicio va contra una parte de los catalanes. No, se están ventilando los derechos y libertades de todos los ciudadanos de España. El de la libertad de expresión, manifestación y reunión. Defendidos a ultranza por la propia Constitución de 1978. Por eso cuando desde la Fiscalía General se dice “acátenla y cuidado con lo que hacen”, están atacando esos derechos. Hoy muchos en España aplauden su recorte porque es algo contra los catalanes. Cuando un señor de Zamora proteste ante un cuartel de la Guardia Civil por una actuación de este cuerpo policial y le digan que eso es un delito grave, se percatará de lo vivido en Catalunya contra lo que hoy consideran gente de malvivir y malos españoles. ¡Cómo que los ciudadanos no pueden organizarse y protestar! Si la sentencia es gravísima y condenatoria, la gente podrá salir a la calle a protestar o hacerlo delante de una cárcel. Lo mismo que si es absolutoria, los que crean que es una afrenta a la unidad de España, también pueden salir a quejarse. ¿O no se salió a protestar por la sentencia de la Manada? Lo que no puede ser es que la fiscala diga que en caso de que haya muchas protestas mandaremos a los presos a cumplir su pena a cárceles españolas. Esto uno lo espera de la época preconstitucional o de una formación como Vox, pero no de alguien nombrado por un partido, el PSOE, supuestamente progresista.

Ya denunciaron a España Global, herramienta del Gobierno, por vulnerar la presunción de inocencia.

-Irene Lozano firmó un informe donde se pisotea este derecho, consagrado en el artículo 24 de la Constitución, esa que dicen es tan inamovible y se la pasan por el forro. Por eso me sabe mal pertenecer a un Estado donde nadie se rasga las vestiduras por los casi dos años de prisión preventiva de Sandro Rosell, al que un tribunal ha declarado inocente y nadie le ha perdido perdón. Un Estado donde la prisión provisional se ha convertido ya en rutinaria. Probablemente esto me sirva para cuando vaya al Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo poder decirle que el Gobierno español, antes de que mis clientes fueran condenados, ya hablaba de ellos como delincuentes. Y lo entendería si gobernara Vox, Ciudadanos y hasta el PP, pero es inadmisible que venga de boca de un partido supuestamente progresista y demócrata.

Dicen que el juez Marchena trata de que no haya votos particulares para que la sentencia sea por unanimidad.

-Sé que hay por ahí muchos sabios que están hablando del contenido de la sentencia pero a mí no me ha llegado nada. Tampoco tengo interés en saber nada. Solo deseo, porque estoy convencido de que debe ser así, que sea absolutoria. Sea cual sea, la acataré, y con la misma rotundidad responderé si los fundamentos jurídicos no se ajustan a derecho.

En el peor de los escenarios, ¿Estrasburgo acabará dándoles la razón?

-No sabría decirlo. Primero, esperemos al contenido de la sentencia. La verdad es que a día de hoy Europa no ha dado signos especiales para hacerse muchas ilusiones.

Se acaba de cumplir el segundo aniversario de lo sucedido ante la conselleria de Economía el 20-S. ¿Cree que se ha tratado de dar un escarmiento a la sociedad civil?

-Claro. Ya lo dijo la fiscal jefe de Barcelona el otro día cuando hablaba de la prisión provisional. Hay un ejemplo claro sin que nadie se ofenda: constantemente hay ciudadanos que impiden actuaciones judiciales en los desahucios y logran frenarlos. A nadie se le ocurre imputarles por sedición como inicialmente se hizo con los Jordis. Si lo que pretendía la Fiscalía es que la ciudadanía catalana se fuera a casa, ha fracasado. Ni una sentencia, ni la fiscal, ni informes sesgados de Guardia Civil lograrán que nos marchemos a casa o que el 10-N votemos a Vox. Nunca defenderé que se rompan vehículos policiales pero no dejan de ser daños materiales.

A Rull se le buscaron las cosquillas por un tuit sobre impedir que atracara un barco policial; a Turull, por la ‘Moleskine’, el documento ‘Enfocats’, el llamado ‘Libro Blanco’...

-Tengo estima a los profesionales de la Fiscalía y son buenas personas pero no entiendo cómo se permiten el lujo de mantener una acusación de 16 años con un argumento como el de no permitir que atracara un barco. Todo no vale. No vale construir una acusación a partir del titular de un periódico sensacionalista español. Esto pretende ser Derecho Penal. Lo otro vale para el folclore, los toros y la España cañí. Me gustaría que todos los ciudadanos escucharan el alegato final de Rull al hablar de sus hijos y que eso lo comparen con lo que le imputan: haber firmado un documento en nombre de un partido político. ¿Qué delito es no dejar atracar al barco de los piolines?

En las conclusiones se llegó a reinterpretar el delito de rebelión para acusarles de golpe de Estado.

-Se habló de rebelión “especial”. El fiscal Zaragoza se refirió a un golpe de Estado que no existe en el Código Penal español. Está muy bien para abrir La Razón, Abc o El País, pero de usted pido mayor rigor jurídico. Lo mismo que el delito de hacer un referéndum está despenalizado en España hace muchos años. Yo no tengo la culpa de que lo despenalizaran. Y estaba focalizado en el conflicto vasco, y cualquiera puede ir al año 2005 y ver lo que se debatía y lo que decía González Pons. Si en su momento se dijo que la rebelión requería una violencia concreta, no cambiemos el Código Penal porque ahora los catalanes se quieran independizar.

¿Se han perdido muchos meses en los que el Gobierno de Sánchez pudo haber hecho algún guiño? La sentencia llegará, además, en plena ebullición electoral,

-Yo tenía mucha fe en ello tras padecer a un PP anclado. Creí que habría gestos para buscar puentes. Yo propuse la testifical del lehendakari Urkullu y le hice venir a declarar para que contara la realidad de lo ocurrido entre Catalunya y España. Con el PSOE pensábamos que habría ese diálogo efectivo para buscar un arreglo a una situación que es política y no jurídica. Su actuación ha sido una decepción, sin un gesto para acercar posturas. Viendo dónde estamos políticamente, ahora se entiende el porqué. Creíamos que era más fácil con Sánchez que con Casadi o Rivera, de ahí la gran decepción. Nos preguntamos si en España hay alguien que quiera sentarse y arreglar la situación.

Hasta sus representados desde la cárcel notificaron a su partido que allanaran esa investidura.

-Absolutamente, no lo hemos negado nunca y lo han dicho en las entrevistas que han dado. Escuchemos a Jordi Turull en su debate de investidura como president en el que tendió la mano al propio rey. Así somos los ciudadanos de Catalunya pese a que haya un anhelo independentista. En el juicio han tendido la mano desde su sentimiento y actitud pacífica pero nadie les ha recogido el guante.

¿Les quedarán ganas de presentarse de nuevo como candidatos a diputados en el Congreso? JxCat parece recomendarles que esta vez no.

-No sé lo que harán porque hasta esta semana no estaré con ellos. Pero no veo por qué no pueden volverse a presentar. Es lo mismo que en abril y tienen sus derechos intactos, reforzados por su deseo de consenso, diálogo y concordia presentándose por un partido independentista.

“Que los poderes del Estado supieran ya el contenido de la sentencia sería vergonzoso, pero no me sorprendería”

“No puede ser que Fiscalía amenace con mandar a los presos a cárceles españolas en caso de haber protestas”

“Antes de que hayan sido condenados, el Gobierno español ya ha hablado de ellos como delincuentes”

“El PSOE de Sánchez ha sido una decepción, no ha hecho ni un gesto para arreglar una situación que es política”

“Se ha querido escarmentar a la sociedad civil; si buscaban que la ciudadanía se fuera a su casa, han fracasado”

“Europa no ha dado a día de hoy signos especiales para hacerse muchas ilusiones con el posible recurso”