bilbao - Si alguien se pregunta todavía por qué al PNV le molesta tanto la repetición de las elecciones generales el 10 de noviembre, basta con que eche un vistazo a lo que sucedió ayer en el Congreso de los Diputados. Los jeltzales creen que la principal víctima de este enredo es la agenda vasca, donde se acumulan retrasos desde los comicios de abril con el argumento de que el Gobierno español está en funciones. Con la repetición electoral, la parálisis se va a extender hasta febrero o marzo del próximo año. El PNV pasó ayer al ataque y redobló la presión tras haber dado un margen de confianza a Sánchez en las últimas semanas. El portavoz jeltzale, Aitor Esteban, denunció que el Ejecutivo ha ralentizado los trabajos y la toma de decisiones, y lo apremió para que atienda cuestiones como las infraestructuras o las transferencias, que ayer también encuadró en el despacho de los asuntos ordinarios porque se trata de cumplir una ley como el Estatuto de Gernika, de modo que el Ejecutivo español no está tan maniatado aunque se halle en funciones.

La vicepresidenta española, Carmen Calvo, se esforzó en utilizar un tono amable con un partido que ha sido un socio leal y dijo que hay cuestiones que se pueden acelerar. Pero trató de desactivar su crítica asegurando que el grado de cumplimiento es razonable y que hay comisiones técnicas que se están reuniendo, algo que tuvo que desmentir después Esteban en un tuit donde insistió en que la parálisis es absoluta. Calvo trató de presentar como un guiño el pronóstico de que Sánchez va a seguir tras las elecciones, y los compromisos podrán continuar en pie. No dijo nada que sonara a música celestial para los jeltzales, que ya daban por sentado que los compromisos se mantendrían con un nuevo gobierno socialista porque lo contrario supondría faltar a la palabra dada, y se quejan sin embargo de que la parálisis es ya una realidad en el presente y lo seguirá siendo hasta marzo. Fuentes del grupo jeltzale en el Congreso no recibieron las palabras de Calvo como un gesto y lamentaron que tratara de anular su denuncia sobre los retrasos.

El debate se suscitó a raíz de una pregunta parlamentaria del jeltzale que, con un gesto mucho más serio de lo habitual, quiso saber cómo piensa el Gobierno español cumplir los compromisos con la CAV y Nafarroa teniendo en cuenta que “vamos a seguir en interinidad, con suerte, hasta febrero o marzo”. Calvo le respondió que los compromisos con el PNV se han cumplido “de manera razonable” e hizo balance de movimientos pasados como las transferencias de la AP-1 y la AP-68, todas ellas pactadas antes de las elecciones de abril y no en este periodo de interinidad que lamenta el PNV. Añadió que en el PSOE son “responsables” con los compromisos que contraen, pero que “en funciones será con muchas limitaciones en algunas cuestiones”.

Esteban volvió a tomar la palabra para asegurar que “lo cierto es que han ralentizado la toma de decisiones desde que convocaron las elecciones de abril”. “Y no es de recibo para los asuntos de despacho ordinario. El país tiene que seguir funcionando. Los compromisos que estoy mencionando corresponden a los despachos ordinarios. Por ejemplo, con el TAV están incumpliendo el cronograma al que se habían comprometido. Hay que acelerar los estudios informativos de Bilbao y Vitoria. El Gobierno vasco ya ha cumplido con la encomienda de gestión en Gipuzkoa y, si quieren, nos ofrecemos a hacer las obras de entrada en Vitoria y Bilbao. Me preocupa también el calendario de transferencias, porque cumplir la ley es despacho ordinario. Por tanto, podríamos seguir trabajando en eso. Sin embargo, esas reuniones están paralizadas”, lamentó. Esteban citó también los acuerdos sobre la Ertzaintza y Europol “que no se están cumplimentando”, el asunto de los terrenos de Lemoiz, la plataforma de Jundiz, los regadíos en Araba, o la competencia de tráfico para Nafarroa y la conexión del TAV con la comunidad foral. “Todo eso se puede hacer. Son despachos ordinarios. Toca hacerlo ya”, zanjó. Avisó de que, si el Gobierno español cree que Sánchez va a seguir tras las elecciones, el PNV también seguirá para recordarle lo pactado.

Calvo agradeció el tono y su apoyo a la estabilidad, y dijo que “hay cuestiones que podremos agilizar en funciones porque hay comisiones técnicas que se están reuniendo”, algo que desmintió Esteban. Calvo dijo que Sánchez seguirá y dará respuesta. Reconoció la discrepancia sobre la Seguridad Social.