bilbao - La propuesta de recibir a los presos de ETA que salgan de la cárcel en un entorno más privado y familiar, sin ostentaciones públicas, no ha generado rechazo en las asociaciones de defensa de los derechos de los reclusos. Esta propuesta de Foro Social ya fue reproducida anteayer en las cuentas de Twitter de Etxerat y Sare, y ayer, como cabía esperar, Etxerat no la quiso echar por tierra ni descalificar. Dijo que ha sido la única propuesta “constructiva” en este debate, aunque sin extenderse demasiado en este asunto ni darle mucha cancha porque, a su juicio, hay problemas más urgentes como acabar con la política de excepción.

El Foro Social es una plataforma que cuenta con una ascendencia importante en la izquierda abertzale y facilita que sus ideas se tomen en consideración. Sin embargo, EH Bildu no quiso pronunciarse y mantuvo su perfil bajo de las últimas horas. Solo habló la portavoz en Gasteiz, Miren Larrion, quien no quiso pronunciarse con el argumento de que no había leído en profundidad la propuesta. Días antes, se había pronunciado la navarra Bakartxo Ruiz pidiendo dar “normalidad” a recibimientos como los de Hernani y Oñati, con bengalas y pasillos humanos.

Etxerat realizó sus valoraciones en la tradicional visita a Azpeitia con motivo de la misa de San Inazio, donde la asociación de familiares de los presos acostumbra a entregar sus propuestas e interpelar en persona a las autoridades que por allí aparezcan. Se pudo ver a sus portavoces hablando con el diputado general de Gipuzkoa, Markel Olano, y la presidenta del Parlamento, Bakartxo Tejeria. Etxerat acusó al lehendakari de pasar por alto la carta que le hicieron llegar en 2018.

Naike Díez, hijo del exsecretario general de LAB, Rafa Díez, quiso en primer lugar acotar la dimensión del asunto de los homenajes al asegurar que “hay tareas” más urgentes porque “el siguiente paso” debe ser el fin de la “política penitenciaria de excepción”. Sobre la propuesta del Foro Social, Díez valoró que este colectivo ha sido el único que ha lanzado una reflexión en “clave constructiva”.

EH Bildu, por su parte, habló por boca de su portavoz en el Ayuntamiento de Gasteiz. Miren Larrion no se quiso pronunciar sobre la propuesta del Foro Social porque no la ha podido leer “con detalle”. Además, restó trascendencia a este debate. “Creo que es más una noticia de verano porque no hay noticias”, zanjó. Tampoco dio relevancia a las críticas unánimes del resto de partidos. A su juicio, “las opiniones políticas de todos los partidos son conocidas”. Por lo tanto, no ve ninguna novedad.

Por otro lado, quiso diferenciar entre los homenajes del fin de semana y el recibimiento a Aitor Zelaia en Gasteiz porque “no ha sido juzgado”. Por ello, dijo que no se puede hacer “un paralelismo” entre este acto de bienvenida y los del fin de semana.

La controversia de los homenajes se desató el pasado fin de semana, con la bienvenida en Hernani a José Javier Zabaleta, Baldo, y en Oñati a Xabier Ugarte, que además cumplió condena por el secuestro del funcionario de prisiones José Antonio Ortega Lara y ese dato contribuyó a elevar la repercusión mediática en todo el Estado. Fueron recibidos con bengalas y pasillos humanos, de manera que los actos iban más allá del mero recibimiento familiar y se incurría en una exhibición pública en plena calle que podía herir a las víctimas. El Gobierno vasco pidió abrir un debate ético y no penal sobre este asunto, que se encuadra en la mayoría de las ocasiones en un ejercicio de libertad de expresión. Aunque no sea delito, pidió a la izquierda abertzale que tenga empatía con las víctimas y deje de inmediato de convocar estos actos. EA volvió a pronunciarse una vez más con una sensibilidad distinta a la izquierda abertzale tradicional y reconoció que los actos que dañen a las víctimas no tienen cabida.

La crítica también llegó desde Podemos y el PSE, y el propio Gobierno español en funciones de Pedro Sánchez fue a la Fiscalía. El Foro Social llegó entonces a la conclusión de que estos actos dividen y rompen consensos, y pueden herir a las víctimas.