bilbao - El Gobierno vasco dio ayer un paso al frente para exigir a la izquierda abertzale en un tono apremiante y de urgencia que cese de inmediato la convocatoria de homenajes a los presos de ETA a su salida de la cárcel. Se lo pidió por una cuestión ética y de empatía con las víctimas, sin entrar en el debate jurídico sobre la legalidad o no de estos homenajes. El llamamiento llega tras un fin de semana marcado por la acumulación de homenajes, con dos actos en Hernani y Oñati envueltos en una parafernalia muy llamativa, con bengalas y pasillos humanos, de manera que las convocatorias desbordaron con claridad la categoría de meros actos familiares de recibimiento en un ámbito privado, y entraron en el terreno de la exhibición pública que puede herir a las víctimas. Estos actos suponen reactivar los homenajes tras varios meses de perfil bajo. Las imágenes despertaron el rechazo general de la política vasca, desde los socios PNV y PSE, hasta Podemos y PP. Incluso EA, una de las integrantes de EH Bildu, volvió a desmarcarse como ya lo hiciera en el pasado puntualizando que los homenajes no deben herir sensibilidades.

La controversia comenzó el sábado en Hernani con el acto por José Javier Zabaleta, Baldo. Fue a más el domingo, con el homenaje en Oñati a Xabier Ugarte, que abandonó la cárcel tras cumplir 22 años de prisión por, entre otros delitos, el secuestro del funcionario de prisiones José Antonio Ortega Lara. La cuenta de Twitter del ayuntamiento de Oñati, gobernado por la izquierda abertzale, compartió la noticia de su llegada. El Ejecutivo español de Pedro Sánchez, muy presionado por una derecha española que le restriega las abstenciones de EH Bildu en su investidura y en la posible proclamación de Chivite en Nafarroa, lo ha puesto en conocimiento de la Fiscalía, que investigará lo sucedido. La asociación de víctimas Covite ha acudido a la Audiencia Nacional apuntando a los dos ayuntamientos. Estos homenajes han entrado en la coctelera política de las investiduras, lo que incrementa su repercusión pública en Madrid. La izquierda abertzale, por su parte, hace equilibrios con el discurso pragmático que supone regalar sus abstenciones a cambio de nada para homologarse como un actor político más.

El Gobierno vasco exigió a la izquierda abertzale que resuelva de inmediato el asunto de los homenajes a nivel interno porque no admite más dilación. Lo hizo por boca del secretario general de Convivencia, Jonan Fernández, en Radio Euskadi, y por boca del lehendakari en un acto público. Ambos aclararon que, más allá del debate jurídico que pueda haber, porque efectivamente estos homenajes no se suelen saldar con reproches penales, lo que se debe tener en cuenta es el dolor que causan a las víctimas. Además, recordaron que el Parlamento Vasco ya rechazó estos homenajes en 2018, con la abstención de Bildu. “No podemos mirar a un futuro de convivencia si no hay un mínimo de ética. Aprovecho la ocasión para exigir a quienes organizan este tipo de actos que, si tienen un mínimo de sensibilidad humanista, piensen también en el dolor y sufrimiento de las víctimas. Mi rechazo absoluto a este tipo de actos”, dijo el lehendakari, quien hizo pública su “repulsa por el acoso sufrido por los profesionales de los medios de comunicación que se pudo dar en Oñati”. Fernández compartió el “dolor y la indignación” de las víctimas. “Este tipo de actos, en 2019, son incompatibles con una mirada al futuro y la convivencia basada en los derechos humanos. Es la hora de pedir a quienes organizan estos recibimientos que dejen de hacerlo de una vez por todas por sensibilidad y respeto a la memoria de las víctimas y el dolor de sus familias. No se debe esperar más y hay que dar pasos firmes”, zanjó.

Este asunto amenaza el crédito de Bildu cuando dice reconocer el daño causado. La cuestión de los homenajes lleva un tiempo generando debate en el seno de la izquierda abertzale, que ha tratado de diferenciar entre homenajes donde se jalee la trayectoria de un preso, y los actos de recibimiento en un entorno familiar. Eusko Alkartasuna llegó a pedir una reflexión para hacer compatible el derecho a ser recibido, y el respeto a las víctimas. Ayer volvió a hacerlo.

el papel de la ertzaintza El Gobierno vasco aclara que la Ertzaintza estuvo en esos dos actos y estará siempre ahí para comprobar que se cumpla el ordenamiento jurídico. Pero, de momento, cree que el debate se sitúa en el ámbito ético y no hay delito, según las fuentes consultadas por DEIA. El Ejecutivo no tiene un cronograma de los actos futuros porque se le comunican con unas horas de antelación, aunque se espera un goteo de salidas de presos en los próximos meses. “Y, para la izquierda abertzale, todos tienen la consideración de históricos”, se temen.

Covite ha denunciado los homenajes en la Audiencia Nacional. También critica a la Ertzaintza, que se desplazó “con órdenes de no intervenir”. La delegación del Gobierno español ha remitido toda la información al fiscal de la Audiencia Nacional, Jesús Alonso, que investigará lo sucedido. El PP vio una “humillación” en declaraciones a Europa Press, y C’s pidió la comparecencia del ministro Marlaska. El Colegio Vasco y la Asociación Vasca de Periodistas, por su parte, criticaron la agresión a la prensa.