Durango - La candidata de EH Bildu, Ima Garrastatxu, es desde ayer la nueva alcaldesa de la villa, tras obtener la mayoría absoluta en la primera vuelta, gracias a los siete votos de su formación y a los cuatro de Elkarrekin Podemos-Herriaren Eskubidea. Con la investidura de ayer, la coalición abertzale consigue por primera vez en la democracia alzarse con el mando del Ayuntamiento de Durango, tras 40 años de gobiernos jeltzales. Por su parte, la candidata del PNV, partido más votado en las últimas elecciones, Mireia Elkoroiribe, solo consiguió el respaldo de su formación, ocho votos, puesto que los dos ediles del PSE votaron en blanco. Todo sucedió en una sesión multitudinaria en la que incluso la Policía Municipal tuvo que impedir que más gente accediera al salón plenario al haberse superado el aforo.

Así, fuera del Ayuntamiento se quedaron centenares de personas que tuvieron que seguir por megafonía la sesión de investidura. Un público que aplaudió en repetidas ocasiones a la candidata de EH Bildu.

La toma de posesión fue dirigida por la mesa de edad, que en el caso de ayer fue constituida por Marian Bilbatua, de EH Bildu, como la persona de más edad; y Malen Urkullu, del PNV, como la más joven. En la sesión, la jeltzale Mireia Elkoroiribe recalcó ante los presente que “el PNV ha sido el partido más votado de Durango, por lo que seguimos siendo el partido que goza de mayor confianza de la ciudadanía”. La nacionalista explicó que se presentaba como candidata “por respeto a la propia institución, al sistema democrático de las elecciones y a todas las personas que han depositado su confianza en mí”. ’Tras la votación, una vez investida alcaldesa, una emocionada Ima Garrastatxu puso en valor “a todas las personas que votaron y que hicieron visible que por primera vez en la historia, una mujer de izquierdas, feminista, soberanista, sea alcaldesa de Durango. Nuestro compromiso será que toda esa gente sea escuchada, respetada y arropada”. Unas palabras que fueron interrumpidas por los fuertes aplausos de la sala. El momento más emotivo llegó cuando la nueva regidora recordó a su familia y sobre todo a su madre, presente en el acto. En ese momento Garrastatxu tuvo que parar su discurso por unos segundos, “ha venido para ver cómo su hija va a ser la alcaldesa de un pueblo de casi 30.000 habitantes”, recordó.

Por su parte, Elkoroiribe subrayó que tendía la mano al “acuerdo entre diferentes, desde la escucha activa, desde la cercanía, desde la humildad, generosidad y la prudencia”. Terminó su discurso como candidata señalando que trabajarán duro para “junto a los durangarras, construir el Durango que soñamos para 2030”.

Una vez finalizada la sesión, fuera, en la plaza del Ayuntamiento, centenares de personas esperaban a la nueva mandataria, entre ellas la plataforma de pensionistas, cuyos miembros portaban una pancarta en la que se podía leer el lema ya conocido de la asociación Por unas pensiones dignas. Fue entonces cuando Garrastatxu bajó a la plaza y ante los presentes, con la makila en la mano, bailó el aurresku.