bilbao - El movimiento que ha realizado el PSOE al dar finalmente vía libre al gobierno progresista en Nafarroa tiene también una lectura en otra clave: Pedro Sánchez quiere conservar la sintonía con el PNV, considera que es un partido determinante para la gobernabilidad en el transcurso de la legislatura más allá de la investidura, y el socialista Ábalos lo confesó ayer de manera expresa. En concreto, dijo que la abstención de los dos votos de UPN podría llevar a la “contrariedad de otros seis”, en referencia al PNV, y añadió que “la investidura o la gobernabilidad no está en función de dos votos”. Tras lanzar señales equívocas en las últimas jornadas, los socialistas asumen ahora que el voto del PNV será necesario.

Sánchez quiere la abstención de Ciudadanos y del PP para ser investido, pero también contempla la vía del apoyo de Unidas Podemos, Compromís, PNV, Partido Regionalista de Cantabria y, quizás, Coalición Canaria. Con independencia de lo que suceda en la investidura, Sánchez está lanzando señales de que quiere contar con el PNV para la gobernabilidad, lo que abre la puerta a una legislatura de influencia para completar el listado de las transferencias pendientes y negociar un nuevo estatus de autogobierno. - M. Vázquez