BILBAO - “¡No vetan a Iceta, sino a la convivencia y el diálogo!”. Pedro Sánchez censuró ayer el bloqueo independentista a la designación de Miquel Iceta como senador autonómico de cara a que pueda presidir el Senado, a falta de que ERC y JxCat certifiquen hoy su negativa en la votación que se celebrará en el Parlament. Escenario que complica el horizonte de futuro no solo para investir al líder socialista sino para dar una salida al conflicto catalán, como corroboró el primer secretario del PSC al asegurar que la postura de los soberanistas supone una “aberración democrática” que tendría consecuencias, ya que “lo que siembras, recoges”. Si al final republicanos y posconvergentes no dan su brazo a torcer, se antoja harto complicado que Sánchez pueda apoyarse en el partido de Oriol Junqueras para sumar mayoría absoluta junto a PSOE y Unidas Podemos -entre las tres fuerzas alcanzarían los 180 escaños-. Este episodio supone una bofetada a las primeras de cambio para un Gobierno que confiaba en restablecer una etapa de diálogo con el mundo secesionista aunque refrenda el argumentario de Sánchez, quien señaló que el independentismo “no es de fiar”, si bien todas estas manifestaciones hay que situarlas también en el contexto de la nueva campaña electoral.

Desde Donostia, el presidente del Ejecutivo español consideró que “en realidad no están vetando a Iceta, sino a la convivencia, al diálogo, al entendimiento, y lo que demuestra es que tienen miedo a las soluciones, al diálogo, a decirles a los catalanes que creyeron en ellos que la independencia no va a ser posible y que la única alternativa se llama Constitución y vía estatutaria”. Sánchez les advirtió de que “por mucho cordón sanitario” que intenten poner las fuerzas soberanistas catalanas durante esta legislatura, “no van a poder con las ansias del pueblo catalán, del pueblo de Euskadi, del conjunto de los pueblos de España por la concordia, la convivencia y la unión de todos los españoles”. Y, con un tono enérgico, recalcó que su renovado mandato será “el de la convivencia, mal que les pese a las tres derechas y al independentismo. Ahí estará este Gobierno defendiendo la Constitución, el Estado de las autonomías, el autogobierno de Euskadi y el catalán”.

Iceta lanzó un recado a ERC y JxCat reprochando su “falta de cortesía parlamentaria”. “¿Queremos llegar al extremo de vetar? Esto dificultará muchas cosas de ahora en adelante porque la vida es así, un toma y daca. Se lo tienen que pensar muy bien”, expuso en La Sexta. El líder del socialismo catalán precisó que “entendería muy bien” que, dado el contexto político, estas formaciones decidieran “votar en blanco o abstenerse -esto último harán PP y C’s-”, pero subrayando que impedir la designación de un senador autonómico sería algo inédito en el Parlament, donde “siempre se ha aceptado que los grupos pueden nombrar a sus representantes y sustituirlos con toda libertad”. Iceta añadió que no tiene intención de ofrecer contrapartidas a cambio de darle el aval porque sería “mercadear” con el “derecho” de los socialistas a sustituir a sus senadores: “He hablado con todo el mundo pero no he negociado con nadie. No podemos intercambiar un apoyo por un gesto”, zanjó, con la posibilidad de recurrir ante el Constitucional si su nombramiento no sale adelante, al entender que se cuestionaría el derecho del grupo parlamentario para escoger al sustituto de José Montilla en la Cámara Alta. Por su parte, el PSC pidió al presidente del Parlament, Roger Torrent, que la votación se haga con papeleta, ya que “no permite el voto negativo” y es la única vía que evitaría “el bloqueo”. El Parlament se lo denegó a última hora.

El independentismo tiene una percepción bien diferente, y más en una coyuntura donde los problemas judiciales se le acumulan y no solo no ven pasos sino todo lo contrario, por ejemplo, con la prohibición a que Junqueras pudiera participar en un debate televisado o con los nuevos delitos que se les quiere imputar por el 1-O, amén de la situación de sus presos y exiliados. El presidente de ERC en el Parlament, Sergi Sabrià, le recordó a Iceta que el “no es hoy inevitable”. “Vimos su nombre en prensa sin que hablaran antes con los grupos. Y no hay cortesía parlamentaria cuando se decide encarcelar a tus compañeros de escaño. ¿Pensaron en ella cuando aplicaron el 155? ¡Ni miraron a la cara de las familias de los presos cuando vinieron a este Parlament!”, afeó al líder del PSC. Por su parte, Carles Puigdemont (JxCat) reseñó que “gracias a Iceta, entre otros”, le suspendieron los “derechos políticos” como diputado.