BILBAO.Durante su intervención con motivo del Aberri Eguna, desarrollado este domingo en Bilbao, Urkullu ha recordado que los jeltzales celebran este año el día "entre dos campañas electorales", con "cruce de acusaciones, reproches, medias verdades, demagogia, también intolerancia y acoso". "Una carrera desenfrenada", ha puntualizado.

Ante los numerosos simpatizantes congregados en la Plaza Nueva de la capital vizcaina, ha propuesto "unos minutos de reflexión constructiva" y "volver a los valores, a la esencia, al pueblo vasco en Europa y en un mundo global".

"Esta es nuestra razón de ser y horizonte. Es nuestro hecho diferencial. Desde hace más de cien años estamos construyendo la nación vasca, nación cultural, nación política, nación institucional, nación económica, nación social, nación internacional. Nación Vasca. Nación de valores. Euskadi, nación de hombres y mujeres libres", ha reivindicado.

Iñigo Urkullu ha apuntado que "ser patriota" y "defender y promover Euskadi" es "trabajar cada día para ampliar y profundizar su autogobierno reconocido, transferencia a transferencia".

Tras recordar al lehendakari, José Antonio Aguirre, ha asegurado que "quienes sufrieron el exilio apostaron por la institucionalización de Euskadi tal y como hoy la estamos construyendo". "Son un modelo. Recuperación de nuestros Derechos Históricos. Firmeza en los principios. Constancia en el compromiso. Entrega absoluta a las aspiraciones de nuestro Pueblo", ha indicado.

CALLEJONES SIN SALIDA

El lehendakari ha advertido de que "este pueblo no quiere callejones sin salida, ni precipicios, ni fracturas sociales, ni salvadores", sino "construcción social y construcción nacional". "Paso a paso, este pueblo no quiere involuciones, ni recentralizaciones, ni reconquistas", ha puntualizado.

Según ha destacado, Euskadi desea "más empleo, innovación, solidaridad, convivencia y autogobierno. Más Euskadi, más Estado vasco, más Euskadi nación europea".

Urkullu ha avisado de que, en la "vorágine electoral" se dan "tres estrategias". Los "maximalistas", que son, a su juicio, "el todo o nada que se queda siempre en nada", mientras los "negacionistas" constituyen "una amenaza, ahora triplicada" porque "no reconocen nuestra realidad nacional y pretenden arrebatarnos lo construido".

Respecto a los "retrasistas", ha asegurado que son los que "retrasan y aplazan" y "miran a Euskadi solo si nos necesitan para gobernar", por lo que "su apuesta por este país es condicionada".

Ante estas tres estrategias, Urkullu ha defendido que "hay una alternativa, la del PNV", con un "reconocimiento de la singularidad" del autogobierno vasco y su historia". "Reconocimiento de la realidad nacional de Euskadi. Nuevo modelo de relación con el Estado basado en igualdad, bilateralidad y pacto, con un régimen de garantías. Un modelo que, al igual que en otros países del entorno, respete la capacidad de decidir nuestro futuro", ha manifestado.

"PATRIOTISMO CONSTITUCIONAL"

Entre las herramientas para "defender y mejorar Euskadi" ha destacado la "lucha por el empleo", el "principal factor de cohesión social" y ha asegurado que, aunque el paro ha bajado al 10,2% en Euskadi, "no es suficiente".

También ha apostado por "la innovación y la mejora continua o "la solidaridad". "Ser patriota, defender y promover Euskadi es demostrar solidaridad. Sin alarde, con discreción, compromiso y hechos, consolidar una sociedad abierta al mundo, sin muros, sin fronteras, sin proteccionismos ni localismos. Eso es nacionalismo cooperativo", ha defendido.

A su juicio, "hoy, quienes realmente son nacionalistas hegemonistas, esconden sus vergüenzas en un término que se han inventado: patriotismo constitucional". "Patriotismo constitucional para esconder lo que realmente son: nacionalistas, pero nacionalistas hegemonistas. Y nosotros somos nacionalistas humanistas, nacionalistas solidarios, nacionalistas cooperativos", ha manifestado.

"SIN ATAJOS"

Iñigo Urkullu ha afirmado que "ser patriota, defender y promover Euskadi es consolidar una convivencia integrada e integradora". "Miremos hace 30, 40 o 50 años, recordemos dónde estábamos y dóndeestamos", ha apuntado.

También ha advertido de que "quienes tomaron los atajos" en este camino "están desfondados, incapaces de reconocer el error y el daño injusto que han causado". "Hace dos semanas recordamos el asesinato de Fermín Monasterio, primera víctima civil de ETA hace 50 años. A quienes tomaron los atajos, solo les pido que, con humildad y respeto, escuchen a familias como esta", ha señalado.

Según el lehendakari, de esta forma "van a escuchar la voz, sencilla y auténtica, del sufrimiento pasado y el compromiso presente con la convivencia futura". "Es el camino. Compromiso ético y democrático. Mirar al futuro y pensar hasta dónde podemos llegar avanzando paso a paso, con paciencia, insistencia, inteligencia y humildad", ha concluido.