Bilbao - “Un capítulo de terror total”. Así es como describió ayer el guardia civil responsable del registro de la Consellería de Exteriores que tuvo lugar el 20 de septiembre de 2017 lo que experimentó en esa jornada. Durante su declaración en el juicio contra los impulsores del procés, afirmó que se vivió un “ambiente muy agresivo” en el que hubo riesgo de asalto, intento de “sustraer” a un detenido, “rabia descontrolada”, amenazas de muerte o “lluvia de golpes” en los vehículos de la Guardia Civil. No obstante, tras afirmar que se enfrentaron a una “lluvia de botellas”, a preguntas del abogado Andreu Van den Eynde tuvo que recular y admitir que quizás fueron una o dos.

En la sexta semana del proceso judicial en el Tribunal Supremo, ayer fue el turno de la veintena de guardias civiles que han sido llamados como testigos tras participar sobre todo en los operativos desplegados durante el asedio a la Consellería de Economía del 20-S y el referéndum independentista del 1-O. Al margen de algunas contradicciones sobre el grado de enfrentamiento que se produjo en esas jornadas, la mayoría de testimonios describieron distintos episodios de violencia.

Es el caso del comandante que fue responsable del operativo frente al 1-O en 19 localidades rurales de Catalunya, quien relató las diferentes agresiones que sufrieron los agentes a su cargo en los centros de votación durante ese día, que iban desde mordiscos a lanzamiento de botellas, sillas e incluso bolas de acero y un intento de atropello con moto, según su relato.

Las defensas fueron asimismo protagonistas, al mostrarse molestas ante las preguntas, a su juicio improcedentes, de la Fiscalía a varios guardias civiles, citados en relación a su intervención en determinados registros pero cuya declaración se extendió a otros hechos en los que también participaron. Así, llegaron incluso a advertir del riesgo de falso testimonio a dos testigos.

Su insistencia acabó provocando que el presidente del tribunal, Manuel Marchena, interviniese reprochándoles que estén intentando “de alguna forma” construir “una especie de juicio por escrito en paralelo” contra las decisiones de la Sala. Se refería así a los escritos de varias defensas en los que alegaban indefensión y a la petición de una abogada de exhibir ayer un vídeo para contradecir la versión de un agente en contra del criterio de la Sala.

Fondos públicos al 1-O Además de los agentes, el primer testigo en declarar fue el que fuera número tres del exministro de Hacienda Cristóbal Montoro, quien admitió que no se puede descartar que se destinasen fondos públicos al 1-O porque la información remitida por la Generalitat fue a veces “inexacta” y los controles de Hacienda no responden a “la realidad material de los hechos”. - DEIA