MADRID. Los mandos policiales que estaban al frente del operativo contra el 1-O "siempre" contemplaron que ese día iba a ser "muy complicado" tanto por los llamamientos para que la gente acudiera "de manera masiva" a bloquear su actuación como por la "percepción" de que los Mossos no cumplirían con la orden judicial. "El resultado es de 65 policías heridos: 24 en Barcelona, 20 en Lleida, 7 en Girona, 7 en Tarragona, 6 en Sabadell y 1 en l'Hospitalet de Llobregat".

Lo ha explicado en el juicio del "procés" el ex jefe superior de Policía de Cataluña Sebastián Trapote, que asistió a varias reuniones desde el 12 de septiembre de 2017 y que fue uno de los mandos que estuvo al frente del dispositivo que se articuló entre la Policía Nacional, la Guardia Civil y los Mossos d'Esquadra para impedir el 1-O.

"Todos éramos conscientes de que ese día iba a ser muy complicado", ha explicado Trapote, ya jubilado.

Según el exjefe superior de Policía, los servicios de información así lo señalaban a raíz de los llamamientos "por parte de los miembros del Govern y sobre todo de determinadas asociaciones de carácter independentista" para que el 1-O los ciudadanos acudieran "de manera masiva a los colegios para bloquear la entrada, impedir la actuación de las Fuerzas de Seguridad y garantizar que el referéndum se llevara a cabo".

Después, ha puntualizado que también se obtuvo información de las redes sociales: "La conseguimos a través del mundo radical y del mundo independentista".

Además, existía "evidentemente" la "percepción" de que los Mossos pudieran no cumplir con el mandato judicial, aunque no lo comprobaron "fehacientemente" hasta el mismo 1 de octubre de 2017 a primera hora de la mañana.

Ya había "una serie de factores" que así lo indicaban -ha proseguido Trapote-, tanto declaraciones de políticos, como la "postura" que adoptó el mayor de los Mossos, Josep Lluis Trapero, cuando se designó al coronel Diego Pérez de los Cobos coordinador del dispositivo: "No admitía que un responsable del Ministerio del Interior fuese coordinador".

Además, ha recordado, el fiscal superior de Cataluña -que dirigió las instrucciones hasta que la magistrada del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña tomó las riendas- le dijo a Trapero que el dispositivo que habían diseñado para el 1-O se adecuaba más bien a "unas elecciones normales"

Ya ese día, el 1-O, ha explicado que les informaron de que los efectivos desplegados de los Mossos eran "prácticamente para unas elecciones normales" y que no eran unidades especializadas, sino que eran "dos o tres policías" o patrullas, pero que "no había muchos mossos".

"Había algunos mossos, pero no podían acometer ese tipo de actuación. Era una utopía, dos mossos no pueden entrar a un colegio a hacer una intervención porque lo que tienen allí delante se lo va a impedir", ha dicho.

Es decir, tuvieron la "percepción" de que "efectivamente había una inacción de la Policía autonómica", por lo que De los Cobos les comunicó que se ponía en marcha el "plan B": sustituir a los Mossos y encargarse de la intervención.