Bilbao - Manuel Campo Vidal tuvo “bastante” relación con Xabier Arzalluz, en especial cuando trabajaba en TVE y en la Cadena Ser. Sobre la forma de ser del presidente del EBB dice que “tenía sentido del humor, a mí me hacía mucha gracia el personaje por las salidas rotundas que tenía”.

Cuénteme algún recuerdo que tenga de esa relación con Arzalluz.

-Le he entrevistado para TVE y para la Cadena Ser pero una vez, haciendo Hora 25 y con motivo de unas elecciones vascas yo, que siempre he intentado hacer debates electorales, andaba detrás de organizar un debate entre los candidatos Ramón Jáuregui y José Antonio Ardanza. Jáuregui aceptó pero el equipo de Ardanza no quería. Entonces fui a ver a Arzalluz y le pedí que me echara una mano; lo intentó y después de un tiempo volví para ver cuál había sido el resultado de sus gestiones y me dijo “no hay nada que hacer, Ardanza es muy Caja Laboral”. Y pensé, pues ya está todo explicado. No hubo debate.

¿Era de frases contundentes?

-Sí, recuerdo que en otro momento fui a verle a una oficina que tenía detrás del Carlton. La verdad es que siempre era muy rotundo, como cuando le pregunté “y ustedes por qué eligieron a Garaikoetxea si ahora se llevan tan mal”. Su respuesta fue: “No teníamos ningún otro navarro a mano”. Creo que es una forma elegante de aniquilar a un personaje.

Se supone que su forma de expresarse era buena desde el punto de vista periodístico.

-El resultado de las entrevistas era muy bueno, porque era un hombre que hablaba en titulares y con frases rotundas, pero sin embargo bajaba la audiencia porque generaba rechazo. Entonces una entrevista con él, por ejemplo en el programa Tiempos difíciles de Antena 3, si normalmente tenía una audiencia de un 14%, con Alfonso Guerra pongamos por caso, con Arzalluz daba un 8%. Y te estoy diciendo números reales. Hoy en día tener un 8% de audiencia sería una maravilla pero en aquella época la media de la cadena estaba en el 20%. Con todo, está claro que Arzalluz era un personaje atractivo porque hablaba en titulares, rotundo y que emanaba un liderazgo claro.

Creo que le eximió de estudiar euskera...

-Yo había hecho un debate entre Fraga y el socialista Sánchez Presedo para las elecciones gallegas y Fraga me puso como condición hacerlo en gallego. La siguiente vez que vi a Arzalluz me dijo “he visto que hablas gallego”. Le expliqué que hablo catalán porque he vivido en Barcelona pero que Fraga me había puesto como condición hacer el debate en gallego y tuve que estudiarlo. Arzalluz me dijo “estate tranquilo que nosotros no te pondremos la condición de que aprendas euskera” y la verdad es que hubiera sido algo tremendo.