bilbao - El PP de Pablo Casado ha desatado una crisis institucional con su ataque al proceso de negociación de las transferencias pendientes de llegar a suelo vasco, lo que supone negar el contenido del Estatuto de Gernika y la esencia del pacto autonómico. El lehendakari se ha tomado como un salto cualitativo muy grave que el partido haya utilizado su mayoría absoluta en el Senado para aprobar una moción contra el calendario de la negociación entre los gobiernos español y vasco. Ha decidido llevar el asunto al Consejo de Gobierno del martes para dar una respuesta política a esta “negación del modelo de autogobierno”, según las fuentes consultadas por DEIA. El lehendakari, preocupado por que la ofensiva se haya orquestado desde una Cámara estatal, aseguró ayer brevemente ante la prensa antes de acudir al pleno del Parlamento Vasco que la actitud del PP es “muy grave”.

Urkullu someterá este asunto al análisis del Consejo de Gobierno, donde también estarán presentes los representantes del PSE. Hasta ahí pueden leer las fuentes consultadas. En principio, el Gobierno vasco tiene ante sí un abanico de opciones de distinta intensidad. Podría leer una declaración institucional, enviar una carta de protesta al PP o al Senado, o realizar un posicionamiento político en la rueda de prensa posterior a la cita.

El PP de la comunidad autónoma ha presumido históricamente de su defensa de la foralidad y se ha realizado fotografías bajo el Árbol de Gernika en el aniversario del Estatuto, pero ahora queda atrapado en esta polémica instigada por Pablo Casado desde Madrid para reagrupar todo el voto de la derecha en España. Los populares vascos, no obstante, se plegaron a la disciplina del partido y dijeron que comparten “en todos sus puntos” la moción del Senado, y que defienden el Estatuto, pero no con una interpretación extensiva, sino con arreglo al Tribunal Constitucional.

El PP está cada vez más aislado porque ha vuelto a recibir las críticas de todo el espectro político vasco, y su posición ha motivado un escrito parlamentario de EH Bildu, que fue respaldado por PNV y Elkarrekin Podemos. El PSE se desmarcó por algunas alusiones al calendario y la Constitución que no comparte, pero defiende las transferencias y, de hecho, el Gobierno español del PSOE mantiene la negociación en pie a pesar de la presión del PP. A todo ello habrá que sumarle el posicionamiento de Urkullu el martes, lo que eleva el rango del asunto. El PP asume una posición contra los traspasos que da poco rédito electoral en suelo vasco. La abrazó UPyD y solo logró en su momento un escaño en el Parlamento. C’s ni siquiera ha podido entrar.

La controversia llega en puertas de las elecciones municipales y forales de mayo donde, para colmo, su candidato en Araba es el senador Iñaki Oyarzábal, promotor de este debate en el Senado, aunque el miércoles no defendió la moción, sino que lo hizo Esther del Brío. Alonso tuvo ayer que enfrentarse a esta papeleta y dijo que el PNV ha tergiversado la moción. El texto apuesta por “no aceptar el catálogo de transferencias propuesto por el Gobierno vasco y que responde a una lectura exclusivamente nacionalista del Estatuto”. Además, condiciona la negociación a que se cumpla la legislación básica. La defensa de esta moción por parte de la senadora Del Brío fue de trazo grueso y rechazó en general cualquier traspaso porque provoca desigualdad entre españoles y problemas en la unidad de mercado. Oyarzábal admitió que no tiene por qué “suscribir” la intervención de su compañera, pero no se desmarcó más, y aseguró que no pudo defender la moción en persona porque tenía un compromiso. Alonso también se decantó por cerrar filas con Casado en lugar de asumir una posición crítica que hubiera comprometido su continuidad en el partido.

VERSIÓN DEL PP A la entrada del Parlamento, Alfonso Alonso trató de justificar la moción. Aseguró que el PP defiende el Estatuto, pero rechaza la “interpretación” que hacen los jeltzales sobre su alcance y contenido, y critica también que el Gobierno socialista le haya comprado esa versión nacionalista en el calendario con 33 transferencias. Alonso aseguró que rechaza la “interpretación nacionalista” del Estatuto, porque es el Tribunal Constitucional el que interpreta las leyes. Además, defendió la moción cuando habla de que, cuando concurren competencias de España y Euskadi, es el Constitucional quien decide, “cosa que es difícilmente objetable”. Según dijo, la posición del PP de la CAV “es la de siempre”. “Los nacionalistas intentan que cualquier vestigio de España en el País Vasco desaparezca”, dijo.

Oyarzábal trató de hacer equilibrios y aseguró que se puede hablar de algunas competencias y transferir ciertas materias, pero siempre con arreglo al Tribunal Constitucional, y puso como condición que la comunidad sea leal con los principios de solidaridad y la legislación básica del Estado.