Bilbao - Unas 6.000 personas, según la Guardia Urbana, se concentraron ayer en la Plaza Catalunya de Barcelona para denunciar “la vergüenza” que entienden que supone el juicio contra doce líderes soberanistas que arrancó en el Tribunal Supremo y para esgrimir que “la autodeterminación no es un delito”.

La consellera de Presidencia, Elsa Artadi (JxCat); el vicepresident del Govern, Pere Aragonès (ERC); el primer teniente de alcalde de Barcelona, Gerardo Pisarello (comunes); la diputada de la CUP Maria Sirvent; el vicepresidente de Òmnium, Marcel Mauri, y la presidenta de la ANC, Elisenda Paluzie, entre otros, participaron en la lectura coral de un manifiesto unitario del soberanismo ante los concentrados.

El texto considera que el Supremo “no es independiente ni imparcial”, por lo que ven riesgo de que “unas instituciones judiciales politizadas quieran llevar a cabo un castigo ejemplar decidido de antemano” contra el independentismo. Así, recalcan que el juicio es contra “todos” los soberanistas y subrayan que “la democracia no puede estar nunca fuera de la ley”, pues en su opinión “decidir no es un delito” y “ni un referéndum ni la autodeterminación se pueden juzgar y aún menos condenar”.

Los concentrados, que portaron numerosas banderas independentistas y carteles con fotos de los acusados en el Supremo, lanzaron proclamas a favor de la “libertad” y del referéndum del 1 de octubre, y alzaron letras amarillas que, juntas, conformaron la palabra Freedom (libertad). A la concentración, que terminó con una actuación del cantautor Joan Dausà, asistió el presidente del Parlament, Roger Torrent; el expresident catalán Artur Mas; el líder de ERC en el Parlament, Sergi Sabrià; el concejal Jaume Asens (comunes); la candidata municipal del PDeCAT Neus Munté; la consellera Laura Borràs y el diputado de la CUP Carles Riera, entre otros.

En paralelo se celebraron concentraciones en otras localidades catalanas como Lleida, Tarragona o Girona. En este último enclave se reunieron 3.000 personas, según la Policía Local, en la plaza 1 de Octubre. “Somos república”, “Ni olvido, ni perdón”, “Votamos, ganamos” o “No pasarán” fueron algunas de las consignas coreadas en la plaza Ricard Vinyes de Lleida, que congregó a su vez a 2.000 personas.

Miembros de la Associació Advocacia per la Democràcia leyeron parte de los escritos de acusación contra los políticos que están siendo juzgados y afirmaron: “No os dejéis engañar, eso no es un juicio, es una manera de vestir un atentado contra los derechos humanos”.

Los CDR, frente a la Fiscalía Por su parte, y también en protesta por el inicio del juicio, decenas de CDR se concentraron por la mañana frente a la sede de la Fiscalía Superior de Catalunya y los Mossos d’Esquadra tuvieron que retirarlos uno por uno, sin que hubiera detenidos. Entre los desalojados se encontraban dirigentes políticos como el diputado de la CUP Carles Riera.

Desde primera hora, los CDR también provocaron diversos cortes de tráfico colocando neumáticos quemados en la calzada, causando retenciones de hasta tres kilómetros en la autopista AP-7, uno de cuyos carriles permaneció cortado todo el día para reparar los daños en el asfalto. A través de Twitter, los CDR llamaron a los ciudadanos a sumarse a las movilizaciones para romper con la normalidad “en la búsqueda de la libertad”. - DEIA