Donald Trump será presidente de EEUU por segunda vez al haberse impuesto a Kamala Harris en una victoria arrolladora, pese a los sondeos realizados durante la contienda electoral que otorgaban el triunfo al candidato republicano pero, tan solo, por un escaso número de votos.

Sin embargo, el triunfo se presentaba absoluto a medida que avanzaba el recuento de papeletas. La posibilidad de un contundente éxito del magnate ha ido cobrando fuerza a medida que avanzaban las horas, aunque Trump ha dado la estocada definitiva al imponerse en el estado de Pensilvania.

Y es que, tras ganar en Carolina del Norte, el magnate solo necesitaba hacerse con el estado de Pensilvania para asegurarse la victoria. En cambio, Harris lo tenía más complicado, aunque el equipo de la candidata demócrata trataba de mantener el ánimo. No perdían la esperanza de alcanzar la presidencia, aunque para ello debían imponerse en los tres estados del Medio Oeste (Pensilvania, Míchigan y Wisconsin).

Debacle demócrata

Sin embargo, en el cuartel general de los demócratas - instalado en la Universidad de Howard, en Washington, donde estudió Kamala Harris-, el optimismo se fue desvaneciendo para dar paso a rostros serios y caras largas. La derrota de Kamala se daba por sentada y, además, por un notable margen de diferencia.

Estados bisagra o 'swing states'

La victoria de Trump en la mayoría de los estados bisagra o 'swing states' ha sido clave para consolidar su retorno a la Casa Blanca y, de hecho, los principales medios han terminado de inclinar la balanza tras proyectar que el exmandatario se impondría en Wisconsin y superará el umbral mínimo de 270 votos electorales. La duda a estas alturas es si podrá rebasar los 304 obtenidos en 2016.

Cabe destacar que de los siete estados clave, primero se anunció el ganador en Carolina del Norte y Georgia, mientras que en Pensilvania, Míchigan, Wisconsin, Arizona y Nevada, continuaba el escrutinio con el expresidente en cabeza. Posteriormente se confirmó su victoria en Pensilvania, lo que dejaba sin opciones a Harris. Horas más tarde confirmaba su victoria en Míchigan.

Trump ha conseguido adjudicarse, además de Pensilvania (19), Carolina del Norte (16), Indiana (11), Kentucky (8), Carolina del Sur (9), Virginia Occidental (4), Ohio (17), Alabama (9), Florida (30), Misisipí (6), Misuri (10), Oklahoma (7), Tennesse (11), Arkansas (6), Kansas (6), Luisiana (8), Dakota del Norte (3), Dakota del Sur (3), Texas (40), Wyoming (3), Montana (4), Utah (6), Idaho (4), Georgia (16) y 3 delegados de Nebraska.

Mientras que Harris ha retenido Vermont (3), Connecticut (7), Delaware (3), el Distrito de Columbia (3), Illinois (19), Maryland (10), Massachusetts (11), Nueva Jersey (14), Rhose Island (4), Colorado (10), Nueva York (28), California (54), Oregón (8), Washington (12), Nuevo México (5), Virginia (13) Hawái (4).

Vencedor absoluto de la noche

EEUU ha proclamado a Trump vencedor absoluto de las elecciones presidenciales y ahora tendrá manga ancha para implementar las políticas que considere oportunas, incluidas las más controvertidas en materia de migración o la imposición de aranceles a determinados países.

El regreso del magnate a la Casa Blanca se produce por todo lo alto para los republicanos, ya que han conseguido hacerse con el control de la Cámara Alta. Este es el otro dato destacable de una jornada electoral sin precedentes.

Trump ha conseguido retener los apoyos que un día le hicieron presidente pero, además, ha descalabrado al partido de Harris al conseguir el control del Senado, hasta ahora en manos de los demócratas.

Trump: "Hoy será recordado como el día que los estadounidenses retomen el control" EFE

El segundo mandato de Trump, de 78 años, arrancará el 20 de enero, con una simbólica ceremonia a las puertas del Capitolio. Será el segundo presidente después de Grover Cleveland en encadenar dos mandatos no consecutivos y el primero en tener sobre sus espaldas una condena judicial, por un fraude vinculado a los pagos a una exactriz porno con la que supuestamente mantuvo relaciones.

Sin embargo, el magnate ha demostrado ser inmune a los escándalos y juicios y ha completado una campaña en la que ha sobrevivido a dos intentos de asesinato. En esta ocasión, además, llega en principio no sólo con el aval de una mayoría en el Colegio Electoral sino también con una previsible victoria en voto popular, algo que no logró hace ocho años cuando se impuso a la demócrata Hillary Clinton.

"Lo que ha pasado es una locura, es una victoria política que no se había visto antes en nuestro país", ha valorado Trump, en un acto celebrado en el centro de convenciones de West Palm Beach (Florida), donde se han congregado sus seguidores y ha proclamado un discurso triunfal, horas antes de que se conociese el cómputo total de los resultados de las votaciones.

Harris guarda silencio

En lo que respecta a Kamala Harris, se ha impuesto en Virginia, en un logro insuficiente. Finalmente, la mayoría de los territorios clave, donde la vicepresidenta había centrado gran parte de su campaña, se han inclinado del lado de su rival.

Ante el desastre electoral y la estampida de simpatizantes demócratas de la Universidad de Howards, Harris ha cancelado su aparición prevista para esta noche y se espera que comparezca ya mañana. Así lo recogen varios medios estadounidenses citando a fuentes demócratas, consternadas por los malos resultados cosechados.