La acusación para destituir al mandatario de Chile, el conservador Sebastián Piñera, dio ayer martes un importante paso a menos de dos semanas de los cruciales comicios presidenciales al ser aprobada en la Cámara de Diputados en una jornada maratoniana que mantuvo en vilo al país. Al final, por 78 votos a favor, 67 en contra y 3 abstenciones, los diputados resolvieron que avance al Senado el juicio político iniciado por supuestas irregularidades en la venta en Islas Vírgenes Británicas de un polémico proyecto minero al inicio de su primer mandato, un escándalo revelado en la investigación Papeles de Pandora.

En una jornada intensa, se obtuvieron finalmente los votos justos (mayoría simple) que se necesitaban para hacer avanzar la acusación, que señalaba al mandatario de falta de “probidad” y “comprometer gravemente el honor de la Nación”.

Lo cierto es que más allá de la trascendencia política, la sesión en la Cámara chilena se convirtió en un ejercicio de filibusterismo. Un diputado que habló durante más de 15 horas con apenas un par de pausas mínimas para ir al baño, otro que viajó desde el extremo sur del país para acudir a votar y un tercero que se encontraba en cuarentena hasta la medianoche por ser contacto estrecho de un presidenciable con covid.

De todo

El diputado encargado de exponer los argumentos de la oposición para destituir a Piñera, el socialista Jaime Naranjo, ya lo advertía a su llegada al hemiciclo poco antes de las 10:00 hora local: “Voy a tomarme todo el tiempo necesario para leer desde la página 1 hasta la última y que así nadie diga que no conocía los antecedentes”.

Estoicamente desde su escaño, Naranjo leyó 1.300 páginas, entre las que había sentencias de tribunales ambientales, fragmentos de leyes, investigaciones jurídicas y artículos de prensa. Salió solo dos veces al baño, se tomó la presión arterial, se cambió varias veces la mascarilla y se mantuvo todo el día a base de agua, jugo y unas pasas. Con vítores de sus colegas y carteles de apoyo en los que se leía “¡Aguante diputado Naranjo”, el parlamentario dilató así la votación para permitir que el diputado Giorgio Jackson, del izquierdista Frente Amplio, acabara su cuarentena y que el democristiano Jorge Sabag recorriese los 500 kilómetros desde la sureña Chillán al Congreso, en Valparaíso.

Jackson se encontraba confinado hasta las 00:00 hora local del martes por ser contacto estrecho del candidato presidencial Gabriel Boric, contagiado de covid. Y Sagab, en un giro inesperado que añadía aún más tensión a la jornada, a mitad de tarde ponía en duda su participación en la votación tras presentar cierto malestar físico, retrasando su llegada a la ciudad portuaria. El voto telemático no estaba permitido y la presencia de ambos era clave para que la oposición consiguiera los 78 síes necesarios para que el juicio político a Piñera saliera adelante.

Con un categórico “Chile juzgará a aquellos que están permitiendo esta impunidad en el país”, Naranjo concluyó su intervención en cuanto entró en el hemiciclo Jackson. Así, poco antes de las 8.00 horas de la mañana de ayer, y con 78 votos a favor, 67 en contra y 3 abstenciones, la acusación constitucional avanzó al Senado.