Asimismo, entre sonrisas, lanzó un dardo a su sucesor, el demócrata Joe Biden, a quien no citó por su nombre. “Espero que no les suban los impuestos. Y si lo hacen, yo se lo advertí”, sostuvo en su discurso de despedida, que terminó con otro aviso: “Estaré observando. Tengan una buena vida, nos vemos pronto”, concluyó.

La Casa Blanca convocó a los medios a las ocho de la mañana, momento en el que aterrizó junto al edificio presidencial el helicóptero en el que se subieron Trump y su esposa, Melania Trump, para despedirse del que fue su hogar durante los últimos cuatro años y que les llevó a la Base Andrews, en Maryland, donde pronunció su último discurso como presidente, en el que defendió, de nuevo sin guion, el “asombroso” trabajo de su Administración, sobre todo en política militar, económica, judicial e incluso sanitaria.

nueva residencia en florida

Trump llegó ayer a Palm Beach para instalarse en su club Mar-a-Lago con una pregunta rondando en el aire: ¿Volverá a intentar la conquista de la Casa Blanca en 2024? Sus anteriores viajes hasta Palm Beach y Mar-a-Lago, la “Casa Blanca de invierno”, como la llamó pomposamente, fueron casi siempre por vacaciones y normalmente entre Acción de Gracias y Semana Santa. Pero esta vez viene para quedarse. Mar-a-Lago, una recargada mansión de fines de los años 20 convertida por Trump en un club privado en los años 90, es desde finales de 2019 su domicilio.

Antes de ser presidente, Trump se dedicaba a dirigir su grupo de empresas, pero tras la llegada a la Presidencia de EE.UU. delegó esa tarea en sus hijos, que, según han publicado diversos medios, también van a establecerse en Florida.

Aunque cuando anunció que dejaba Nueva York, donde tenía domicilio en la Torre Trump, habló de que los neoyorquinos le habían tratado mal, los medios mencionaron que Florida tiene una ventajosa política fiscal para las grandes fortunas.

Pero también cuenta que en Florida goza de simpatías entre un porcentaje importante de la población, como demuestra su cómoda victoria en este estado en noviembre, en contra de los pronósticos de las encuestas, y con leales congresistas que le han seguido apoyando incluso después del asalto al Congreso.

Trece representantes y senadores de Florida se opusieron a la certificación de Biden en el Congreso, entre ellos Mario Díaz-Balart, Rick Scott y Carlos Giménez.

en cuatro años todo puede pasar

Antes de dejar la Presidencia, Trump anunció sus aspiraciones de ser candidato a la Casa Blanca en las próximas elecciones y ya se han visto banderas y otra parafernalia con la inscripción Trump 2024 en mítines y otras reuniones y se han recaudado millones de dólares para ese fin.

Pero está por ver si podrá hacerlo, pues todavía puede ser sometido a un juicio político en el Senado como presunto instigador de la violencia desatada por sus seguidores en el Congreso y en caso de ser hallado culpable, podría ser inhabilitado para cargos electivos.

Según explicó Gregory Koger, profesor de Ciencia Política de la Universidad de Miami, si el Senado le abriese el juicio político antes de concluir su mandato, el proceso puede seguir adelante incluso después de la asunción de Biden.

Para cesarlo del cargo se necesitan dos tercios de los votos y para inhabilitarlo para cargos electivos, mayoría simple en una segunda votación.

La toma del Congreso hizo que el apoyo a una posible candidatura de Trump en 2024 haya bajado de manera acusada, según una encuesta realizada por Politico/Morning Consult, pero aún así sigue siendo el que tiene más gancho entre los republicanos.

El 42% de los republicanos dijo que votaría por el presidente saliente dentro de cuatro años, mientras que a finales de noviembre el porcentaje era de un 54%. El vicepresidente saliente Mike Pence es el segundo con más respaldo, con un 16%.

El periodista y escritor argentino radicado en EE.UU. Andrés Oppenheimer, que apoyó a Biden en las pasadas elecciones, no cree que Trump, al que acusa de haber intentado un “autogolpe” el 6 de enero, logre llegar de nuevo a la Presidencia. Los obstáculos que debe enfrentar para lograrlo son “formidables”, incluyendo desde su edad -78 años en 2024- a juicios por algunas de sus actuaciones y posibles nuevas revelaciones sobre su conducta y también el “miedo a perder” otra vez, escribió en un artículo reciente.

Sin embargo, para Aguilar “la gente no se olvida de sus logros económicos”. “Aunque su legado se ha mancillado por lo que ocurrió el 6 de enero, aún así es una figura muy relevante entre los conservadores. ¿Si va a ser el candidato de aquí a cuatro años? ¿Quién sabe? Eso es mucho tiempo en la política de EE.UU.”, agregó.

Con su salida de la Casa Blanca, concluyen cuatro años marcados por la polémica y pasará a la historia como el primer presidente de EE.UU. al que se le han abierto dos procesos de enjuiciamiento político, el segundo de los cuales está aún pendiente de ventilarse en el Senado.

“Podríamos utilizar un poco de ese viejo calentamiento global para combatir el frío de la costa Este. Nuestro país iba a pagar billones”.

“¿Por qué tenemos a toda esta gente de países de mierda (países africanos, Haití y El Salvador) viniendo aquí?”

“Las guerras comerciales son buenas, y fáciles de ganar”

“A los demócratas no les importa el crimen y quieren que los inmigrantes ilegales (...) infesten nuestro país”

“México es un abusador de EE.UU. Siempre toma pero nunca da. Ha sido así durante décadas”

“Si golpeamos el cuerpo con una luz tremenda se podría acabar con el patógeno que genera la enfermedad”.

“No lo llamen coronavirus; es el Chinavirus”

“Este es un fraude al pueblo estadounidense. Francamente, hemos ganado las elecciones”

Expresidente de Estados Unidos