La capital del enclave separatista de Nagorno Karabaj, Stepanakert, y la segunda ciudad más importante de Azerbaiyán, Ganja, sufrieron ayer intensos ataques que causaron varias víctimas y daños en numerosas infraestructuras civiles.

La capital karabají amaneció ayer bajo el fuego azerbaiyano: varias decenas de cohetes estallaron causando incendios y graves daños.

Las autoridades del enclave de mayoría armenia de Nagorno Karabaj denunciaron ayer domingo un nuevo bombardeo de las fuerzas de Azerbaiyán contra la capital de la autoproclamada república, Stepanakert, mientras que el Gobierno azerí hizo lo propio con varios ataques de fuerzas armenias o desde el enclave contra varias de sus ciudades, entre ellas Ganyá, la segunda más grande del país.

“Las Fuerzas Armadas de Azerbaiyán están bombardeando Stepanakert con misiles”, dijo el Ministerio de Exteriores karabají en un comunicado recogido por la agencia oficial de noticias rusa Sputnik.

El portavoz del Ministerio de Defensa de Nagorno Karabaj, Artsrun Ovanisian, aseguró que el bombardeo alcanzó a “objetivos civiles”.

“La situación en la línea de contacto ha sido relativamente estable dentro de la tensión”, hizo saber el Ejército de Defensa de la República de Nagorno Karabaj a través de un comunicado. “Pero el enemigo se prepara para pasar a la ofensiva”, dijo la declaración.

Por su parte, la Fiscalía de Azerbaiyán denunció ayer que más de una veintena de civiles murieron desde el inicio de la escalada de violencia con el enclave proarmenio.

Según el Ministerio de Defensa azerí, las ciudades de Ganyá (la segunda más grande de Azerbaiyán), Tartar y Horadiz, fueron bombardeadas desde la capital del enclave, y el Ejército azerí está tomando las medidas pertinentes.

Sin embargo tras estos bombardeos, el presidente del enclave proarmenio y autoproclamada república de Nagorno Karabaj, Araik Arutiunian, dio orden de suspender los bombardeos sobre Ganyá para evitar víctimas entre la población civil.

Estos ataques, ocurridos a primera hora contra varias ciudades azeríes, fueron una respuesta según el enclave a un bombardeo previo sobre su capital, Stepanakert, que habría destruido una central eléctrica entre otros objetivos.

“He ordenado un alto el fuego ahora mismo para evitar víctimas entre la población civil indefensa. Si el enemigo no saca las conclusiones pertinentes, seguiremos realizando ataques, constantes y contundentes, para destruir al Ejército (de Azerbaiyán) y la retaguardia de nuestros contrincantes”, hizo saber Arutiunian (presidente del enclave proarmenio) en su cuenta de Facebook.

alto el fuego de azerbaiyán

Por otro lado, el presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyev, declaró que su país está preparado para declarar un alto el fuego en la escalada de hostilidades de esta semana en el enclave proarmenio de Nagorno Karabaj si Armenia presenta un calendario de retirada de sus militares en la autoproclamada república.

“Nuestra condición para el cese al fuego consiste en que Armenia debe proponer una agenda provisional de la retirada de sus tropas de los territorios ocupados azerbaiyanos en Nagorno-Karabaj, una agenda que no quede solo en palabras sino que vaya acompañada de acciones, con una fecha de liberación para cada territorio”, declaró el presidente en una entrevista publicada ayer con la cadena panárabe Al Arabiya.

Armenia y Azerbaiyán se disputan el territorio de Nagorno Karabaj, de mayoría étnica armenia, desde principios del siglo pasado. Aproximadamente 30.000 personas murieron antes de que se decretara un alto el fuego en 1994. Al término del conflicto, Armenia, que apoya el derecho a la autodeterminación de Nagorno Karabaj, se hizo con el control de la zona, ocupando algunos territorios de Azerbaiyán.