Buenos Aires - El expresidente de Bolivia Evo Morales y sus abogados defensores en Argentina instaron ayer a que a partir del 23 de enero, cuando culminen los mandatos constitucionales vigentes, asuma el poder el presidente del Tribunal Supremo boliviano tal como dispone la cadena de sucesión. Morales presentó en una conferencia de prensa a los abogados constitucionalistas Eugenio Zaffaroni y Gustavo Ferreyra como sus defensores y asesores en materia judicial en Argentina ante las órdenes de detención por los supuestos delitos de terrorismo y sedición libradas por fiscales en Bolivia.

Los abogados confirmaron que a Argentina no hay ninguna solicitud de extradición de Morales ni está vigente ninguna orden de detención en Interpol, según el exjuez Baltasar Garzón, quien integra el equipo internacional de juristas que asesora al expresidente boliviano. “Además, el delito de sedición es objetivamente político y por delito político no se puede pedir la extradición de nadie, según dice el tratado de extradición que firmamos con Bolivia el año 2013. Y según las normas internacionales en materia de extradición: por delitos políticos no se extradita”, subrayó Zaffaroni.

Por su parte, el expresidente denunció “una persecución exagerada” y agradeció “la defensa contra la injusticia”. “Nunca van a encontrar que Evo es corrupto”, aseguró el político.

Persecución “exagerada” La defensa argentina sostuvo que Morales continúa como “presidente constitucional” de Bolivia porque “la Asamblea Legislativa Plurinacional no ha aceptado ni rechazado aún su renuncia” y aseveró que el país andino “no es un Estado constitucional”. “Ignoramos hasta el momento si realmente la autoridad de facto en Bolivia domina totalmente el aparato de la administración y el aparato del territorio, nos atrevemos a decir que es un Estado de pura fuerza, señaló Ferreyra, profesor de derecho constitucional. - Efe